
Kaixo, pues llega el final del viaje, el dia 26 estoy en Kathmandu, preparando la vuelta, después de desayunar lo de siempre y siempre haciendo lo mismo el viejillo y el chaval en ésto de las artes del desayuno, reorganizo todo, voy bien de peso, espero a que llegen Uday y Rosina.
Cuando llegan hablamos de los crios con los que he estado en Kathmandu, que recuerdos ... Rosina es la responsable, le comento que cuándo vuelva me gustaría volver a verles, pero pasará todo un año.
De Uday también me despido, hasta el añ que viene, damos una vuelta por Thamel y le compro de regalo alguna ropa para su hijo, Gauranga, cuando vuelva ya tendrá año y medio.
Nos despedimos hasta el año que viene, me vuelvo a quedar sólo, pero ahora es distinto, es mi último dia y, la verdad es que ya estoy algo cansado, veo aviones y ya tengo ganas de volver.
Me dedico a pasar el dia, en pensar por donde he estado y donde estaré dentro de un par de dias después de mes y medio ... casa, amigos, monte ... Aralar ...
Doy unas vueltas y, cómo siempre, veo cosas distintas, cosas que no había visto antes.
Una peluquería.
Un salon de belleza ...
Deambulando entre calles, entro en un baretillo donde, me como unas rosquillas dulces, están ricas.
Así paso el dia, ya no hago ni fotos, recogo todo, la verdad es que, a estas alturas , ya me quiero ir.
Al dia siguiente toca la salida, despedida del hotel, en taxi al aeropuerto y, a partir de ahora, paciencia, mucha paciencia.
Despego y veo el valle de Kathmandu, casas por doquier.
Todo construcciones, que diferencia con la única vez que he estado, pero de éso ya fué en el 81 ...
Despego y parece que Nepal me quiere despedir de la mejor forma, enseñándome enormes montañas.
El Machapuchare aparece entre las nubes.
Me pego con la nariz al cristal.
Intento adivinar, el Annapurna ?
Es impresionante, bello, extraordinario, el panorama me emociona.
A lo mejor el Manaslu ?
Ocho miles ...
No me entero del cinturón, ni del "pongan el asiento en posición vertical ... " ni del zumito de las narices ...
Cuales serán ...
Es impresionante, enorme ...
Me acuerdo de ése, por las fotos ... el Daulaghiri supongo ...
Si, parece que es el Daula.
Sigo con la nariz pegada al cristal, ni me muevo ...
Y, de repente, dejo de ver las momtañas y vuelvo a la reaidad, tengo que bajar en Bombay, luego en Abu Dabi y, por fin, en Madrid.
Imploro a todos los dioses budistas, hinduistas y demás mientras espero que por la oscura ventana de las maletas en el aeropuerto salga la mia, que momentos tan intensos, al final aparece, ven conmigo, le digo ...
Luego tengo suerte, subo rapidamente en el bus a Donosti, que ganas tengo de llegar a mi pueblo.
Y, al dia siguiente después de haber salido de Kathmandu, a las tres de la tarde llego, me vienen a buscar, todo bien, pero lo primero que me apetece es ir a un bar para beberme un txakolí y unas "jildas",
Que momentos, que cosa más rica, que ganas tenía de cambiar de sabores, de notar otros sabores ...
Después de 45 dias increibles por Nepal, con muchas sensaciones, de muy buenas a alguna mala, estoy en Euskal Herria.
Pienso en todo lo que he dejado allí, esas montañas, esas gentes, los chavales, Karisma, Karan, Kopila ... lo bien que me lo pasé con ellos y los amargos momentos al despedirme, todavía me sale la congoja ... que será de ellos ... el taburete que tanta guerra me dió con la espalda, el rino de Chitwan, las chavalitas que te encuentras en los caminos que te alegraban el dia, montones de "Namastes" ... Uday, su familia que te da todo sin tener nada, Gauranga su hijo ...
Volveré el año que viene y supongo que los visitaré a todos ...
Y también, gracias a todos y todas los que me habéis aguantado durante 45 dias leyendo estos rollos, ha habido muchas más cosas, sobre todo sensaciones, sentimientos que nunca podré describirlos ...
Volveré a Nepal, seguro ... ya se lo que estais pensando ... otra vez no, por favor !!!
Y si alguien quiere algo de información que ni dude en pedirla.
Agur.