Kaixo, el 26 de diciembre se me ocurrió subir a Adarra, vivo viéndolo todo el día y de repente me apeteció subir, estaba despejado y esperaba ver un bonito atardecer.
Sin pensarlo cogí los trastos y hacia allí arriba me fuí.
Al llegar a Besabi me di cuenta de la cantidad de coches que había habido durante el día, esperaba no encontrarme a mucha gente por la subida.
El Ernio, Gazume y Erlo tenían nieve de los últimos días.
Pero poco a poco se había nublado, me iba dando cuenta de que no podría ver el anochecer que pretendía.
Salgo del bosque para ver el roquedo de Aballarri.
Y Donosti, tantas veces vista desde aquí.
En seguida subo a la cima, no hace frio ni aire, muy bien.
Estamos media docena arriba, no hay ruido ni chillidos, tranquilidad ...
Se ven cimas nevadas, por las cercanias de la cima una capita que ya casi es granizo.
Hacia Mandoegi, éste es el que tiene más nieve.
Al final nos quedamos tres, casi sólo, no se oye nada pero las nubes que vienen de Ernio ...
Hacia Aiako Harria y Larun veo el final de la borrasca tapando el poco cielo que queda libre.
Tampoco me apetece bajar, pero de repente empiezo a notar que caen algunos copitos de nieve, qué agradable sorpresa !!!
Cae suave, no hay aire, qué bien se está aquí arriba, se te olvida todo ... aunque me acuerdo de ... y de ...
Pero tengo que empezar a bajar, el sol quiere salir entre oscuros nubarrones encima de Ernio.
Bajo tranquilamente la aldapa pisando algo de la poca nieve que queda.
Los tonos van cambiando según el sol aparece y desaparece.
Y, de repente, se vuelve a cerrar, presagia tormenta, se ha levantado un poco el aire y me obliga a ponerme la chaqueta pero es una maravilla bajar despacio, viendo cómo cambia el cielo, voy sólo, no ha nadie a mi alrededor.
Llego al límite del hayedo, por esta zona hay montón de barro.
Desde el collado me vuelvo para echar un último, por hoy, vistazo a la cima, distingo a dos personas que bajaban detrás de mi, ni me he enterado ...
Todavía veo los reflejos del sol intentando que las nubes no les tapen.
El hayedo, tantas veces subido y bajado con todo tipo de tiempo, de vez en cuando oigo algún pajarillo y algún graznido de cuervo ...
Entre los árboles las nubes me quieren dar sus últimos coloridos.
Ernio y Gazume ya han dejado atrás la tormenta.
Todavía los pueblos no han encendido las luces, me hubiese gustado estar más tiempo arriba y bajar con la linterna viendo cómo se van encendiendo las lucecillas de las casas.
Ya cerca de Besabi, entre los árboles, veo más tonos y, entre ellos, el cielo azul.
Y en seguida termino de bajar, no es la primera vez que subo de "tardera" al final del día, siempre me ha dado buenos momentos de tranquilidad, hay una sensación muy bonita a estas horas, apacible, sosiego, suavidad, quietud ... yo qué se ... silencio ...
En Besabi todavía hay muchos coches, hubiese entrado en la taberna si hubiésemos estado dos o tres y comentar cosas, pero había ruido, no mucho, lo normal pero después de haber estado con tanta tranquilidad no me apetecía, de repente, oir ...
Otro día volveré.
Agur.