Kaixo, el 18 de enero fuímos a ver unas canteras de muelas de molino en Usurbil,
en la zona de Andatza.
Yo nunca hubiese pensado que en este entorno de montaña hubiera tantos restos de piedras moleras.
Me llevó un amigo, Larra, el ha recorrido estos intrincados parajes buscándolas gracias a
un estudio elaborado por Javi Castro y otros, este documento está en:
Usurbil: mojones y canteras moleras.
Y a parte de escribir sobre estas piedras, trata también sobre el amojonamiento de
este nombrado término municipal, incluyendo antiguos mojones de la Real Colegiata de Santa María
de Roncesvalles... muy interesante.
El tiempo muy bueno para andar, frio pero que animaba a buscar lo que sea para no
estar quieto.
Salimos desde la ermita de San Esteban de Hoa, en el barrio de Urdaiga de Usurbil, descendiendo
hacia la barriada rural de Txokoalde a través de una espléndida parcela semiarbolada de uso público.
Enseguida pasamos a la par de un escabroso sumidero horadado en la ladera caliza, muy bonito.
Siguiendo el asfalto intentamos tomar varios caminos, cosa que nos resulta imposible, están
talando varias parcelas de pinos y los lodazales ocasionados por estos trabajos nos lo impiden.
A duras penas, en la confluencia de los arroyos Martintxo y Erroizpe, pegante al mojón 31
del Monte de Utilidad Pública Irisasi, localizamos la muela perteneciente a la cantera Andatza 23.
Al ser la primera la denomino Piedra de Molino 1, si encuentro otra será la nº 2 de esta cantera
y así sucesivamente.
Todas estas muelas se destinaban a moler grano, principalmente trigo y maíz, en los molinos
hidráulicos, y obtener harina.
La muela y el mojón.
Resta únicamente media pieza, pero puede apreciarse su grosor.
Por arriba, al borde de la carretera, próxima al acceso al paraje de Erroizpe,
localizamos la nº 2. De material diferente al que se advierte en este entorno,
presenta tallado en su frente “Errozpe Bidea”.
Se da la circunstancia de que varios de los accesos rodados al monte se indican
con piezas similares.
(A modo de información: esta muela, como otras similares emplazadas en el
Monte de Utilidad pública Irisasi son aportadas, no son originarias de este entorno,
son de deshecho, muy probablemente francesas, fueron instaladas en las inmediaciones
o en los mismos cruces de las pistas principales entre 1972 y 1981 por el ICONA,
cuando este monte se administraba por el Patrimonio Forestal del Estado.
En 1981 el ICONA transfirió el monte Irisasi al Gobierno Vasco, y en 1985, este
último lo traspasó a la Diputación Foral de Gipuzkoa).
Escudriñamos el cauce de Martintxoerreka a la búsqueda de la nº 3.
La muela de molino 3.
Se advierten las trazas de su modelado.
Pocos metros aguas arriba el cauce se presenta cruzado por un pequeño machón.
Pero que no tenemos ni idea para que servía.
Parece que es un soporte de una tubería de un manantial para subir agua,
a base de presión hasta el caserío Lartxaundieta: Esta obra resguarda
de las arroyadas varios conductos correspondientes al aprovechamiento
antiguo de un manantial, por el sistema de vasos comunicantes, por parte
del caserío Lartxaundieta.
En el estribo izquierdo, a duras penas, se conserva la losa de un rústico lavadero.
Subimos un poco para llegar a una pista pero, en seguida, vemos que es imposible seguir
por ella.
Hay barro hasta las rodillas por la tala y tenemos que cambiar de recorrido.
Estamos junto a la antigua granja sericícola o fábrica de seda de Erroizpe.
Zetaola es el nombre popular utilizado para denominar la fábrica de seda.
Erroizpe o Zetaola.
Una pequeña traducción del texto en Euskera.
En la margen izquierdo de la erreka Erroizpe, había una fábrica de seda.
Inició su carrera económica hacia 1878, aunque sus actividades duraron sólo unos pocos
años. De hecho, la documentación de 1890 afirma que estaba completamente dañada.
Parece que vamos en medio de la jungla y vemos sus grandes muros.
El objetivo de este proyecto era extraer la seda de los capullos creados por los gusanos del roble.
Las frondosas laderas de Irisasi resutaban ideales para su cultivo.
Hay un bosquecillo de cañas de bambú, nunca los había visto tan grandes, se ve que nadie los ha arrasado.
Puede considerarse uno de las iniciativas industriales más innovadores y vanguardistas de su época.
Intentamos seguir por dónde queríamos pero es imposible, cogemos un sendero que lo han desbrozado.
Los muros son enormes, que pena da su ruina.
Aunque ha pasado un siglo desde que desaparecieron los gusanos, las enormes paredes llenas
de ventanas y el resto de los restos de la instalación todavía están allí.
Anexa a estas ruinas está, también desmantelada, la antigua Casa Forestal de Erroizpe.
Todo este conjunto, una vez abandonado, fué saqueado, restando únicamente los muros perimetrales.
Prosiguiendo, poco más arriba, llegados a la par del embalse de Erroizpe, se acaba la pista.
Sus aguas, una vez potabilizadas, sirven en momentos de sequía para abastecer una parte de la población de Usurbil.
Pero se acaba el camino y hay que hacer el "jabalí" como en muchas zonas por las que vamos a andar hoy.
La erreka es espectacular y salvaje, una gozada, pero después de una buena tromba de agua
me parece que no se podría andar por estos lugares.
El lugar es encantador, con unas cascaditas preciosas.
Helechos, árboles caidos, salvaje total.
Hay que buscarse la vida pero merece la pena con un poco de paciencia.
Según el estudio arriba mencionado llegamos a la Cantera Andatza 19 y vemos la muela de
molino nº 1, repito que esta numeración de las muelas es mía, la pongo según las voy encontrando.
Esta cantera pertenece actualmente a la Diputación pero anteriormente perteneció a la
Real Colegiata de Nuestra Seúora de Roncesvalles.
Las ruedas se trasladaban a los embarcaderos del río Oria instalados en el entorno de
Txokoalde, y por caminos instituidos a cualquier punto de Gipuzkoa.
En el cauce de Erroizpeko erreka se han localizado hasta 9 piedras, no obstante yo soló
vi una entera y varios fragmentos de otras.
El lugar es espectacular y habrá más piedras pero están tapadas por la vegetación, derrubios, etc.
A la par del cauce, en la margen derecha, se traza claramente una vetusta calzada.
Aunque, según la ascendemos, va desapareciendo.
Proseguimos campo traviesa en busca del caserío Igartzazabal.
Este barranco está poblado por innumerables castaúos.
En el límite de los terrenos del caserío Igartzazabal existe un mojón de la
antigua Real Colegiata de Roncesvalles.
Se posiciona al par del mojón nº 33 del Monte de Utilidad Pública Irisasi.
En este enlace se ven casi todas las de Usurbil y el track para buscarlas.
Mugas Roncesvalles de Usurbil.
Y en este otro está la muga de
Ondarbiribil u Ordabardibiribil, también de Roncesvalles, en Zizurkil y muy cerca.
Seguimos el recorrido y llegamos a la Cantera Andatza 1, es dónde identificamos más piedras.
Normal que encontremos varias porque se han localizado hasta 30.
En la muela nº 1 se aprecia bien cómo se tallaban.
Se han identificado con diámetros entre 115 y 150 cm y entre 15 y 25 cm de grosor.
Entre tanta piedra siempre hay algo que destaca ...
Junto a la nº1, está la mitad de la nº 2.
El mojón nº 34 del MUP Irisasi.
Esta muela, con su agujero central, es espléndida. Es nuestra piedra nº 3.
La tarea de tallar el agujero central era sumamente complicada, pero extraerla de la peúa,
moverla, tallarla, también. Además, para todas estas operaciones era necesario darle vueltas...
Junto a la nº 3 vemos la nº 4.
Aquí están las dos.
En el mismo cauce de Zatiaundierreka, identificamos semienterrada, emergiendo vertical, la nº 5,
y junto a esta, más pequeúa, la nº 6.
Menudo disgusto causaría al cantero su rotura en el proceso de talla, y más en el traslado
monte abajo pesando entre 400 y 1000 kilos, o en su transporte. Mejor no imaginar.
El grosor de ésta es elegante, la nº 7.
Los revoltijos de bloques identifican de pleno los lugares donde tallaban.
Curioseando vemos más y restos de muchas.
En ésta parece que se han entretenido en hacer agujeros, pero los ha producido
la erosión, no perdían el tiempo en estas tonterías, aunque la enumero como nº 8,
dudo que sea resto de una piedra molera.
Larra husmea entre las rocas, siempre hay sorpresas.
Distingo a la derecha, tendida en la pendiente, la nº 10.
Una parte de esta muelas se han sacado del monte y llevado para adorno a diferentes
lugares de Usurbil, casco urbano, ermita de San esteban de Hoa, etc.
En la erreka de la cantera hay otra, la nº 9, en horizontal.
Seguimos brincando de bloque a bloque. Vemos varios que nos parecen que podrían ser,
pero, al estar cubiertas por vegetación y otras piedras, nos quedamos con la duda.
Con todo, lo que resulta patente es que en este monte los canteros tuvieron mucho trabajo.
Dejando el cauce, entramos por un estrecho senderito que nos llevará a la Cantera Andatza 5.
En la erreka Urkidi vemos la primera piedra de la Cantera Andatza 5.
Identificamos la gran piedra que constituye la nº 2 de esta nombrada cantera.
Le faltan un par de quesitos.
Le quitamos parte de las hojas que casi la tapan para distinguirla.
En esta cantera hay un par de huecos de dónde nos parece que sacaban muelas, ahí vemos
una en vertical y medio caida la nº 3.
Cerca está el otro hueco, Larra lo ha localizado, voy hacia él, entre hojas y ramas que
intentan meterse en los ojos.
También vemos un trozo de la nº 4.
De esta cantera seguimos el sendero para volver al caserío de Igartzazabal, donde antes
hemos visto la muga de Roncesvalles del mismo nombre.
En este caserío guardan varias muelas.
Aquí hay un abrevadero repleto de botellas vacías.
De Igartzazabal subimos por un antiguo camino para localizar la cantera Andatza 24 y la
piedra de molino nº 1.
Aunque existen catalogadas 8, únicamente identificamos ésta que mencionamos, el resto
para otra vez que vengamos.
Continuamos hacia la cantera Andatza 20, localizando únicamente un cuarto de muela.
Hay mucha vegetación y no vemos más.
Desde este lugar hay una magnífica vista hacia el caserío de Igartzazabal.
Encima de él vemos la borda de Armiarmategi.
Por detrás de él está el barranco por dónde hemos andado al principio, el embalse y las
canteras 1, 5 y 19 además de la muga de Roncesvalles.
Salimos del bosque para llegar a las ruinas del antiguo baserri de Aitzmurgil.
Cerca está la cantera Andatza 9, enseguida identificamos el frente de explotación.
Y una piedra, la nº 1, aunque existen catalogadas dos.
En la cantera vemos el frente de extracción.
El frente de extracción de esta cantera tiene unos 200 metros de longitud.
Curioseamos por los alrededores y vemos ruinas de txabolas.
Asimismo un antiguo muro parcelario.
Hemos andado tanto entre el bosque que me sorprende Usurbil, aparece de repente.
Bajamos por una trocha recientemente desbrozada por la que llegamos a Santuenea.
Son las 13,20 horas.
La ermita de san Esteban de Hoa.
Como curiosidad, dentro de la ermita, al lado del altar hay un agujero en el que,
por tradición, introduciendo la cabeza y rezando un credo, alivia, protege y
sana los dolores de cabeza.
Y ésto es todo, un recorrido espléndido.
La parte mala es haber coincidido con un aprovechamiento forestal, resultando
dificultoso atravesar algunas pistas, y las buenas el haber recorrido agrestes
y recónditos, a la vez que espléndidos y encantadores parajes y barrancos
salpicados de innumerables muestras del oficio de cantero molero.
Le tengo que dar las gracias a Larra por haberme llevado porque la zona de las
canteras no conocía y es muy interesante.
Hay más canteras y piedras moleras en Andatza pero éso será cuestión de buscarlas en otras salidas.
Y, qué hora era?, la hora perfecta para ir a la taberna y comermos un gran pintxo de tortilla y
bebernos una caúa.
Agur.
éste es el track de la salida: