
Kaixo, el 24 de Enero tenía la oportunidad de visitar Las Médulas.
En la zona de El Bierzo de León.
Además el tiempo era excelenta aunque del frio que hacía ni me quiero acordar.
Es un lugar espectácular, muy bonito y con unas formaciones rocosas que quedan de la mayor explotación aurífera a cielo abierto de todo el Imperio Romano.
El trabajo realizado para extraer el material supuso la alteración del medio ambiente.
Cambió el paisaje de arenas rojizas, ahora cubierto en parte de castaños y robles.
Ésto el que vi:
Una casa del pueblo.
La iglesia de San Simon y San Judas.
Con las puntas atrás.
Hay varios recorridos que se pueden hacer.
Uno de ellos pasa por debajo de estos enormes farallones.
Antes de la época romana los habitantes de la zona cogían oro para orfebrería.
Lo conseguían lavando las arenas en los rios.
Pero al llegar los romanos lo convirtieron en una explotación industrial.
Según había más o menos cantidad de oro, usaban uno u otro tipo de explotación.
En la base de esta pared está "La Cuevona".
Forma parte de una red de minado abandonada o conjunto de pozos y galerías para demoler el monte.
El tamaño original justo permitía el paso de gente adulta ergida.
A base de "romper" el monte han quedado formaciones preciosas por donde discurre uno de los senderos.
Se explotó durante 200 años.
Hay cientos de castaños, muchos de ellos enormes de los tiempos de los romanos.
La fuente de la Tia Viviana.
Castaños junto al sendero.
En las zonas sombrías hacía "algo de fresco".
Es increible que por donde ando era monte y lo que ha quedado son esas formaciones, es cómo si voy por el interior del antiguo mmonte.
Al volver al pueblo paso por este bonito lavadero.
Arquitectura popular.
Las Médulas.
En medio de la pared aparece un antiguo túnel que ahora se ve al derrumbarse el interior de la montaña.
Una pano.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Muy bonito.
Falta el monte de donde se sacaba el oro y que ha desaparecido.
Y ésto es todo.
No hace falta decir que no encontré ni un mísero gramito de oro ...
Un lugar precioso que, si algún dia vuelvo, lo visitaré para andar por sus otros rincones.
Agur.