Kaixo, el 2 de mayo fuimos a tierras bizkainas, entre Iurreta y Garai, pegados a Durango.
Poco suelo ir por ahí, la autopista me disuade, pagar 10 euros ir y otros para volver me fastidia, por esa pasta me voy a tierras navarras o alavesas y aprovecho para comer unas costillikas de cordero o lo que sea que tampoco es broma.
Salimos en Iurreta, en esta zona hay muchas ermitas y montes para conocer sin ir a los típicos de Anboto y compañía.
Pasamos por Arakaldo, Gallanda y Azkorra y aprovechamos para ver varias ermitas, en coquetos lugares y un precioso hórreo.
De 7 graditos pasamos a 14, al final en camiseta, se notaba el sol.
Barro? A montón por tramos, se nota el agua que ha caído estos últimos días, y hablando de agua, mientras estábamos comiendo algo a final de la salida, cayó una tromba de agua que nos obligó a echar otro café porque no se podía salir de la taberna.
Por aquí anduvimos.
Salimos de un aparcamiento detrás de la iglesia de San Miguel.
Con unas excepcionales vistas hacia el Anboto, Alluitz y Aitz Txiki.
En seguida llegamos a la ermita de San Mamés en el barrio de Garaizar.
Es del periodo postmedieval.
Tienen un bolatoki muy original, está en cuesta y no es recto, o sea, que para ganar había que ser muy hábil.
Seguimos entre robles y encinas.
Azkorra y Gallanda, por allí pasaremos en un buen rato.
La siguiente ermita, la de San Martín en Amatza, parece que es la más antigua de los alrededores.
El arzobispo Maiztegi, en el año 1955, vecino del Caserío Amatza-bekoa, donó dinero para el arreglo del tejado.
En el año 1072 el rey Sancho IV de Navarra donó la ermita al Monasterio de san Millán de la Cogolla, ésta y otras muchas ermitas se donaron tanto a este Monasterio como al de San Millán ...
Con unas vistas de maravilla hacia los Anboto, Alluitz, Aitz Txiki y Untzillaitz.
Dentro tiene una pila bautismal muy bonita.
Hay varios sepulcros, uno de ellos es éste junto a su tapa.
El sepulcro junto a la ermita.
Después de curiosear por la zona seguimos nuestro camino, hasta ahora estábamos en terrenos de Iurreta pero ahora hemos pasado a los de Garai.
Hasta llegar a otro lugar precioso, Solagarai.
Tranquilo lugar con un caserío fantástico, como muchos de la zona.
Es una preciosidad.
Al lado tiene una construcción donde se ve la forma de construcción del tejado.
Y unas estupendas vistas, allá, al fondo, Aoiz.
Aizkorri, ayer nevó algo y Udalaitz.
Más adelante, la ermita de Momoitio y su necrópolis, muy interesante y restaurada en 1981.
Los habitantes se reunían aquí por cofradías, es una de las más antiguas de la merindad de Durango.
Gozando con las vistas.
En el s. II d. C. se ocupó este lugar, San Juan de Momoitio y en el S. IX se vuelve a ocupar, sus gentes construyen casas, la iglesia, el cementerio ...
Las tumbas estaban excavadas en tierra con unas estelas en su cabecera.
Algunas tenían dibujos o texto, en latín, con el nombre del fallecido como Munnio, Aostarri, Sempronio ...
Algunas veces ponía su condición social y la invocación a dios: "In dei nomine...".
La entrada y su benditera.
El interior de la ermita hay una pequeña maqueta de las chozas de los primeros pobladores y la imagen de san Juan.
Las chozas se construían con un entramado de ramas sujetas con barro y un tejado de hierba seca.
Restos de antiguas estelas.
El lugar es encantador, tranquilo ...
Un par de fuentes.
El entorno está muy cuidado, una gozada de lugar entre robles y encinas.
A un lado de la ermita hay un antiguo cementerio medieval donde se encontraron diversas estelas.
Esta necrópolis se empezó a usar en el S. XI y se han encontrado hasta 113 tumbas y 110 el número de personas datadas entre adultos, infantiles y juveniles.
Seguimos a adelante, entre preciosos lugares y baserris.
Aquí hay otra ermita, la de Santa Catalina, en otro lugar muy bonito.
Parece que fue edificada por la casa Duñaiturri y reedificada en 1773.
La balaustrada de madera es una preciosidad.
Aparece la imagen de la Catalina, allí en pequeñito, a la derecha del Cristo en la cruz.
Vemos un sarcófago de los S. IX o X, que pudo ser trasladado desde la ermita de San Juan de Momoitio.
El aguabenditera.
Seguimos, ahora por un tramo de carretera, pero sin problemas de coches.
Al fondo vemos la cima de Gallanda, por allí andaremos dentro de un buen rato.
El Mugarra y la sierra de Legarmendi.
Nuestro siguiente objetivo es esta encina.
Aquí la vemos, a la derecha, aunque la de la izquierda tampoco es broma, debajo del Gallanda.
La encina de Etxeita o de Garai, nos aproximamos a ella, el tamaño es enorme y muy bonita, casi perfecta, está considerada "Árbol Singular" para protejerlo.
Tiene 19 metros de diámetro y su copa 60 metros de circunferencia.
No es la única encina que hay por estos lugares, pero esta es la más grande.
Dicen que bajo ella se han resguardado unas 360 ovejas.
Debajo de sus ramas se nota el frescor, no tiene ninguna rama rota ni en mal estado.
Parece que está trasmochada y cuidándola a lo largo de generaciones para dar más bellotas para el ganado.
Seguimos más adelante hasta llegar, pasado un caserío, a una puerta que hay que cruzar y meternos por un senderito que está cubriéndose poco a poco de ramas y malas hierbas, dentro de pocos años no se podrá pasar como no se limpie, una pena.
También hay una zona de tala.
Llegamos hasta la carretera, la cruzamos y, en seguida, nos metemos en una pista para subir al collado de Areatzagana, seguimos un poco y, a los pocos metros, dejamos la pista para, ahora si, empezar a subir sin sendero marcado con hierba alta durante los últimos 100 metros y con una fuerte cuesta hasta la cima del Arakaldo.
Por la pista hasta la última subida.
Terminamos de subir la fuerte Aldapa para llegar a la cima del Arakaldo y su correspondiente buzón junto al vértice geodésico.
Un descansito para coger fuerzas y volver a bajar la cuesta hasta la pista entre hierbas altas y algún tronco caído.
Seguimos bajando viendo algo de paisaje entre los pinos.
En un cuarto de hora llegamos a la pista, ya no habrá problemas en el resto del recorrido.
Llegamos de vuelta al collado de Areatzagana donde hay una muga para separar Iurreta de Garai, de aquí en adelante iremos todo el rato por los dominios de Garai.
Del collado hasta el Gallanda vamos por un sendero ancho por un bosque muy bonito ya casi sin pinos.
Con sus buzones.
Hay una zona con un bonito hayedo.
Volvemos al collado viendo el Arakaldo de frente, por ahí hemos andado hace un rato.
El camino es ancho y sin líos con un paisaje fantástico hacia los Alluitz, Akaitz Txiki y Untzillaitz.
Un cruce con unos indicadores.
Y otro que nos indica que vamos bien hacia el Azkorra y su ermita.
Por aquí el camino es muy bonito, ya casi hemos dejado los pinos.
Unas bonitas aguileñas.
Su interior es muy vistoso.
Poco a poco las nubes van oscureciendo el cielo, no queremos mojarnos por el camino, pero mientras, vemos los Anboto, Alluitz y Untzillaitz.
Y llegamos a nuestra siguiente ermita, la de San Cristóbal o Santos Antonios, está en la cima del Azkorra aunque ni hemos notado la subida.
Cerca se encontró un sepulcro de forma trapezoide de más de 1,80 metros de largo.
Parece que en 1985 se reconstruyó sobre las ruinas de la anterior que puede ser que tuvo ermitaños y que sus imágenes se llevaron a un caserío del s. XVIII de los alrededores, San Antonio Abad, San Antonio de Padua, Santa Eufemia y San Juan, así como un cuadro y los muebles.
Su interior no es de lo mejor que haya visto, como no se recupere pronto desaparecerá.
Aunque los muros aguantan, el techo está bastante deteriorado.
El pórtico y su aguabenditera.
La dejamos viendo su espadaña para sujetar a la campana y la cruz de piedra, el lugar es muy bonito.
Seguimos nuestro viaje viendo la preciosa cresta desde el Anboto, Alluitz, Aitz Txiki hasta el Untzillaitz.
Esta cuadrilla se nos puso a nuestro lado, pero no les pudimos dar ni un trazo de pan.
Un cerezo lleno de pelotitas todavía verdes, estaba a tope.
Cerca del barrio Gaztañatza pasamos por nuestra última ermita de hoy, la de Santa Maña o Santa Marina, un lugar encantador.
Se restauró en 1979.
Tiene hasta su correspondiente iturri.
Ya hemos convertido el barro, piedras y sendero en camino asfaltado, ya nos queda menos, hasta el Udalaitz casi se va despidiéndose de nosotros.
Pero todavía nos queda la última cosita de hoy, el hórreo de Ertzilla o Ertzille.
Una de pegote.
Junto a las ruinas de su correspondiente caserío, que parece que tenía un buen tamaño, el Ertzilla Haundia, sólo queda su fachada reconstruida, la entrada era enorme.
Hasta la cerradura tiene un elegante trabajo.
Subo a curiosear, la puerta tiene buen tamaño.
Hay varios compartimentos, donde se conservaban los alimentos, como el trigo, habas, castañas, manzanas ...
Y muchos más alimentos, carnes, embutidos que se colgaban de las vigas, o sea, el frigo actual.
Aunque ahora hay gente de encefalograma plano para dejarlo todo hecho un cristo, es que no tenemos remedio.
Desde el interior del hórreo se ve su caserío.
Estas edificaciones también tenían un prestigio social, cuanto más grande y lujoso más respetable era la familia dueña de él.
Se usaron entre los S. XVI y XIX en el que empezaron a caer en desuso.
Muy cerca del hórreo hay una fuente a la que hay que bajar por unos escalones.
Año de 1847.
Seguimos andando, sólo nos queda llegar a Iurreta, ya vemos su iglesia.
La iglesia de san Miguel del S. XIX después de derribar la anterior.
La torre se construyó en el 1788 junto a la que luego se construyó la iglesia.
Pues esto es todo, una salida muy interesante, si vas al monte por esta zona hay que aprovechar para ver estas cositas, hay muchas ermitas con sus historias correspondientes.
Y, como siempre, terminamos con una buena cerveza y algo para comer, tuvimos suerte, la tormenta cayó mientras tomábamos el café, sólo teníamos que esperar a que se fuese, un ratito y otro café ...
Agur.
Este es el track de la salida: