Kaixo, el 3 de marzo fuimos a dar una vuelta desde Leitza hacia el Eguzkiko Muñoa y visitar Leitzalarrea.
Es una salida muy bonita para pasar por preciosos bosques de hayas y la reserva de Izaieta, un lugar muy majo.
El tiempo estupendo con las nubes tamizando el sol que quitaba sombras duras y daba unos colores muy bonitos.
Por aquí anduvimos.
Salimos del estación del antiguo tren de Plazaola de Leitza que unía Iruña y Donostia en 85 km.
Era de vía estrecha y a vapor.
Un gran baserri.
Al principio hay que remontar una fuerte aldapa por una pista, lo que da la oportunidad de ver Leitza.
Aparece el pueblo de Areso y las preciosas cimas de Aldaon, Beoin, Elizkaitz Harri, Artubi, Balerdi, Larraone y Txindoki. Detrás Ganbo. Aralar a tope.
Terminamos de subir el repecho para andar por un camino muy bonito camino al collado.
De repente veo nuestra primera cima: Arramia. Primero hay que subir al collado y bordearlo por esta ladera.
Ya poco nos queda para llegar al collado. Las hayas nos marcan la dirección.
Del collado hay que subir a la cima bordeándola por su izquierda.
Hay unos pasos estrechitos muy majos.
En la cima junto al buzón.
El buzón.
Se está a gusto aquí arriba hablando, hay unas luces muy bonitas.
Distingo las cimas de Altzadi, Mandoegi y Urepel. Hace tiempos que no ando por allí arriba.
Bajamos al collado donde vemos el dolmen de Arramiako Lepoa.
Tenemos que subir un poco para llegar a una gran borda que la dejamos a la izquierda. Buenas alubias me comería ahí dentro un día de frio ... y de calor ...
Al volver cruzaremos el collado de enfrente de derecha a izquierda.
Enfrente la cima de Arramia, allí hemos estado hace un ratillo.
Al fondo Txindoki, imponente, y la Sierra de Aizkorri.
Andar por las lomas con un paisaje impresionante y aunque el viento sur se note es una gozada.
El pueblo de Areso y, al fondo, la Sierra de Aralar desde Tutturre hasta Txindoki.
El túmulo de Baztarrola.
El viejo buzón de Baztarla.
Hace ventarrón y seguimos hacia la cima de Petriketa, nos tenemos que meter en ese hayedo para seguir la loma.
Una maravilla para andar.
El hayedo, que bien se anda por estos lugares, cada rincón es distinto al anterior. Eso si, esta todo muy seco.
Nos encontramos con un grupo de buitres que todavía no se ha decidido a volar.
Pero nos huelen y en seguida remontan.
En un metro ya están en el aire.
Con lo "patosos" que son en el suelo, los veo volar y me da una envidia ... me reencarnaré en un bicho de éstos ...
Sin querer llegamos a la cima de Petriketa.
Ya sólo nos queda subir a esa cima, la de Eguzkiko Muñoa.
Me meto un poco en el bosque hacia el norte para resguardarme un poco del viento Sur.
Entre los árboles aparece el resto del grupillo.
Ya llegamos a la cima, con sus tres buzones, el paisaje es enorme.
Unos Dientes de Perro (Erythronium dens-canis). Una flor muy bonita que ya ha despertado después de haber estado todo el invierno dentro de la tierra.
De la cima bajamos por el hayedo hacia el fondo del valle.
Aunque no hay sendero todo el rato se intuye, además como el bosque está limpio no tenemos problemas en atravesarlo, una gozada, oigo el ruido de mis pisadas sobre las hojas secas.
Pasamos por viejas Txondorras.
Llegamos al túmulo de Erroizteko Lepoa, bastante destrozado.
Y junto al túmulo está el cromlech de Erroizteko Lepoa. También bastante destruido.
Empezamos a bajar por un viejo sendero, apenas visible, para llegar a la pista en el fondo del valle.
Y nos metemos en Leitzalarrea, un valle precioso que hoy está especialmente bonito.
Seguimos la pista para llegar a la reserva de Izaieta, un lugar impresionante por los diferentes tipos y tamaños de árboles que hay.
Unos rincones estupendos.
Colorines.
Esta reserva se crea por una normativa del ayuntamiento de Leitza que, en el S. XIX, obligaba a los vecinos que talaran un árbol a plantar otros 10 en su lugar.
Lo que queda de esa reserva es lo que es Izaieta.
Árboles centenarios.
Hay, sobre todo, abetos blancos.
Algunos de más de 40 metros de altura. Son espectaculares.
Hay muchos rótulos indicando el árbol al que pertenece, hay muchas variedades. Muy interesante.
Seguimos la pista hasta llegar a un lugar, un poco antes de Ixkibar, donde la dejamos y cogemos un senderito muy bonito para pasar la erreka.
La zona del puente es una preciosidad.
Seguimos hacia el roble de Aritzaundi.
En el S. XIX había un enorme roble (Aritza) hasta que en 1888 una nevada lo abatió. Hoy sólo quedan los restos de aquel árbol y junto a él han plantado otro.
Ahora han puesto una valla para salvaguardarlo.
Tenemos que seguir, buscamos una pista para subir al collado del principio, donde está esa gran borda que hemos visto al principio.
Es todo subida pero con paciencia no hay problemas, además es muy bonito.
El haya se ha comido parte de la piedra y ha dejado una especia de banco.
Pasamos el collado y ya solamente nos queda bajar la pista por la que hemos subido a la mañana.
Una larga y fuerte aldapa que hace que me empiece a acordar de mis dichosas rodillas, en fin ... paciencia ...
Ya cerca del primer baserri veo una antigua y sucia kalera, a la subida no me había dado cuenta.
Al rato llegamos a la vieja estación del tren.
Este tren era minero que, a principio de siglo, transportaba hierro de las minas de Plazaola a Andoain pero en el 1914 se transformó en tren de pasajeros entre Iruña y Donostia y funcionó así durante 40 años.
Más información de las "Minas de Plazaola" en: Leitzaran.
En 1958 se desmontaron las vías.
Más información en: Plazaola.
y por curiosidad: Horarios y precios.
Y ésto es todo, después de cambiarnos la ropa, algunos menos que otros, e intentar echar un trago en la fuente del aparcamiento de la estación, cosa imposible por no haber ni gota, nos vamos a comer a un bar de Leitza, estupendamente por cierto, para volver.
Mañanera muy bonita, agradable y con un tiempo estupendo.
Una zona que tienen montón de posibilidades.
Agur.
Éste es el track de la salida: