Kaixo, seguimos en tierras de Babia y Somiedo, hoy, 3 de Octubre del 2009, vamos a hacer una visita a un lugar encantador en dónde ya estuve el año pasado y me gustó un montón.De Pola de Somiedo fuimos a Veigas, habrá qué visitarlo.Un bonito lavadero, cuántas historias habrá oido.
En seguida vemos los hórreos.
Y los Teitos, construciones muy majas.
Las casas están casi amontonadas, no hay sitio en estos valles.
Paseamos por sus callejas viendo zonas realmente bellas.
Sus construcciones son especialmente bonitas, los hay de todos los tamaños y formas.
Encantadores rinconcitos.
El fondo del valle medio tapado por las brumas de la mañana.
Unas Madreñes y unas escobas cuyo material tanto se usan para hacer escobas como para los tejados de los Teitos.
En cualquier rincón vemos hórreos y Teitos.
Qué bonito.
Viejos aperos de labranza.
Los hay que tienen un tamaño descomunal.
Medio metido en la ladera.
Viejos instrumento que parece que ya han dado todo lo que tenían que dar.
Seguimos la carretera y llegamos a otro lugar increible, Urria, además nos avisan que en el pueblo de Valle de Lago hay fiestas, bien, voy !!!
Seguimos hacia Villar de Vildas, al fondo del valle, aquí acaba la carretera.Vuelvo a ver hórreos, como el año pasado.
Viejos hórreos.
Un pequeño descanso siempre viene bien.
Las casas aprovechando las laderas de los montes.
Salimos de Villar de Vildas por la pista, nos damos la vuelta para ver el pueblo y nos damos cuenta de que está en el fondo del valle, al final.
El sonido de las errekas nos sacan del silencio que nos rodea.
Seguimos la pista, poco a poco, disfrutando, Villar de Vildas ya no lo vemos.
El precioso valle, el año pasado estaba otoñal, impresionante.
Una maravilla de lugar.
Casi sin darnos cuenta llegamos a la zona de las Brañas de Pornacal, aparecen los primeros Teitos que estaban medio escondidos.
El burro nos da la bienvenida aunque no mueve ni una oreja.
Aunque la conozco, esta zona siempre sorprende por la belleza que tiene.
Parecen de cuento de hadas ...
En plena ladera.
Es de las cosas más bonitas que he visto.
Pulsa en la foto para verla en grande.
El tamaño es enorme y son muy bonitas, para mi, que me encanta la piedra ...
Hace calorcillo y nos metemos debajo de un tejado.
Hasta en este lugar es una maravilla.
Curioseamos entre los Teitos descubriendo bonitos rincones.
Según van recomponiendo el tejado se ve la diferencia de color de las escobas viejas a las nuevas.
El paisaje es impresionante.
Aparecen en cualquier rincón de la ladera.
La pequeña entrada.
Una Amanita para variar.
Estoy disfrutando como un crio deambulando por estos lugares, me encantan.
Parecen de juguete en una secuencia de una película.
El valle por el que hemos subido.
Se juntan en pequeños grupos.
Aquí vemos a dos personas reparando el tejado, dan mucho trabajo estos Teitos.Son las únicas personas que vemos en todo el día.
Aquí veo la planta de las escobas, que sirve para mantener los tejados.
Seguimos hasta el final de las brañas y vemos una bonita fuente, la de La Prida.Ese valle es el de Pigüeña, por ahí fui el año pasado hasta las Brañas de Los Cuartos, otro magnífico lugar.
Desde aquí nos damos la vuelta, había que volver.
Y volvemos a pasar las Brañas de Pornacal, viendo la pista para bajar hacia Villar de Vildas.
Parece de juguete.
Según la escoba se va secando se cambia por otra nueva y verde.
Volver a pasar por estas Brañas es descubrir nuevos rincones y vistas.Hay varios grupos de Brañas que yo conozco como "Majadas".
Un Teito estaba abierto, había que curiosear ...
Diferencia entre la cubierta más nueva y la más vieja.
El pórtico de una txabola.
Pero hay que bajar, siempre el dichoso "pero", viendo algún Teito entre los árboles empezamos a volver.
Vemos por dónde bajaremos tranquilamente, despacio, hablando de lo bonito que es ésto.Cuanto más rápido baje, antes se acabará todo ...
Al rato vemos las casas de Villar de Vildas, en la pendiente ladera de la montaña, el lugar es fabuloso.
Varios arroyos caen a la pista, nos vuelven a sacar del silencio, sólo roto cuando hablamos entre nosotros.
Recorremos el pueblito entre los tejados.
Si, en invierno o más, aquí tiene que hacer frio.
Unas Madreñes.
Un horreo muy bonito.
Los tejados del pueblo, hace un año me acuerdo de que era igual de encantador.
Que bien deambulamos por estos lugares, se respira tranquilidad, placidez, calma ...
Y ésto se acaba, una pena, cuatro maravillosos días para no olvidar.Comemos aquí mismo, otra vez muy bien, y volvemos, siempre pienso que habrá otra oportunidad ...Agur.
Éste es el track de la salida: