Egipto 2023, 08-03-23: El Cairo, Oasis Bahariya, desierto Negro y Blanco

Kaixo, en marzo del 2023 tuvimos la oportunidad de ir a Egipto, siempre he querido ir a ver esos lugares, desde siempre me han atraído sus historias de faraones, pirámides, momias, desiertos ... pero nunca encontraba la oportunidad, además, me echaba para atrás ver tanta gente por los mismos sitos y haciendo lo mismo que yo, un agobio.
Pero, después del dichoso Covid, parece que estaba un poco más vacío y me decidí, me llevé una grata sorpresa, no había tanta gente como yo me había imaginado, mejor.
Salimos de Donosti el 7 de marzo y, al día siguiente, ya estábamos en El Cairo, empezamos a acostumbrarnos a levantarnos a las 5 y media de la mañana para empezar nuestro viaje.
Por aquí anduvimos.
Tenemos por delante casi 400 kilómetros hasta el oasis de Bahariya.
Casi sin daros cuenta ya estábamos en el bus y luego en los jeeps.
Salimos de El Cairo, dios, que cristo de circulación, y en un rato nos metimos en el desierto.
Hicimos una paradita para desayunar, en medio de la nada apareció esta casa, era un bar, bien, dentro fresquito, mejor, tenía que sacar la cámara, entre tanto viaje, ni la había sacado de la mochila.
Por estas carreteras hay bastante circulación, montones de camiones con materiales y, sobre todo, gasolina.
Después de un rato bebiendo unos tés, llegamos al primer destino de hoy, el Desierto Negro.
Ya empezaba a darme cuenta de que estaba en Egipto ... buscaba pirámides, pero todavía no había visto ninguna y por esta zona no había ...
El desierto Negro está al sur del Oasis de Bahariya, soledad y silencio total.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Restos de antiguos volcanes, tiene una roca especial oscura que le da ese tono, es la Dolerita que es una variedad de Basalto.
La Dolerita se usaba para trabajar el granito y la caliza en el Antiguo Egipto.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Hacemos una paradita para dar una pequeña vuelta por los alrededores.
Estamos rodeados de montículos que tienen en su cima basalto.
El vallecito es muy bonito, hace calor pero aguantable, llevamos montón de agua.
Por todos lados hay grandes rocas de basalto.
Había unos guiris por ahí ...
Enormes distancias ...
.. que con el zoom parecían mucho más grandes.
Las paredes de basalto que se va cayendo continuamente, hay una erosión terrible.
También hay mucha cuarcita de hierro y arenisca de hierro, éstas algo más rojizas.
Hasta el fondo de valle debajo de la loma anduvimos en total silencio, ni aire, sólo nos oíamos a nosotros.
En este desierto se han encontrado arbustos y bosques fosilizados.
Subir a esas lomas es casi imposible, un paso hacia adelante y tres para atrás y con el calor peor todavía.
Media sujetas entre sí.
También se ha encontrado un esqueleto de un disnoasurio.
Una inmensidad.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Al otro lado del valle están los 4x4 esperando, todo está preparado.
Alguien ha tenido tiempo para jugar.
Los colores dorados y el contraste con el negro son preciosos.
Estoy unos minutillos sentado, yo sólo en esta inmensidad, no se calcular las distancias pero me da la sensación de ser enormes.
Todo el suelo está lleno de rocas negras.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Las rallas de los 4x4 que andan por ahí llevando y trayendo a guiris.
No me doy cuenta del tiempo, pero me están esperando, corriendo vuelvo, ni me enteraba de nada allá sólo.
Ya nos vamos, según salimos empezamos a ver algo de vegetación.
A la salida hay un indicador de "Desierto Negro", en el 2014 se declaró reserva natural.
Volvemos al Oasis de Bahariya, de 2.000 km cuadrados está rodeado de montañas, no se los miles de palmeras que habrá, se ven verdaderos bosques.
Intentando que la arena no lo invada todo.
Hay que tomar un té en un bar muy coqueto y, sobre todo, fresco.
Eso sí, sentado, mi espalda gruñe, la oigo gritar, ¡¡¡ A por la columna !!!
La barra del bar.
Pero hay que seguir, vamos a comer a la sombra en el desierto.
Grandes zonas con piedra blanca Calcita o Carbonato Cálcico.
A estas horas es mágico, una belleza.
Con la erosión van quedando montículos de piedra más dura, pero, al final, desaparecerán.
Por aquí pasaban las rutas de las caravanas de camellos.
Una de ellas era la "Darb al Arbein" o "Darb El-Arba´in" o "la de los 40 días" que iba desde de Tebas o Menfis hasta Niger o Sudan, muchas eran de esclavos, sobre todo hasta el S. XIX, a partir de aquí transportaban materiales preciosos, marfil, cuernos de rinoceronte, cobre, etc.
Al volver llevaban textiles, metales, etc.
Herodoto ya lo escribió en el S. V a. C.
También iban hacia el oeste.
Había desde 500 camellos hasta 12.000 parando en los distintos oasis del camino.
El mayor apogeo fue al final del S. XVIII y principios del S. XIX.
Nosotros, simplemente, damos una vuelta por los alrededores, todo esto estaba bajo el mar hace millones de años.
Los 4x4 siguen, nos harán una comida estupenda, se pondrán a la sombra de las rocas de la derecha.
Un impresionante mirador.
Hacia las torres que todavía quedan en pie.
Los 4x4 a la sombra.
Seguimos por la ladera de piedra blanca.
Parece tiza o pastel, se rompe con facilidad, y, según les dé el sol, cambian continuamente de colorido.
Una gozada andar por estos lugares.
Se ve cómo la piedra se va cayendo a trozos, da sensación de fragilidad.
Y la ladera virgen, como bajar de un monte nevado.
La atravesamos, nos hundimos lo justo para andar sin problemas.
La arena va deslizándose hasta que se vuelve a depositar.
La parte de la arena que no hemos pisado ni se mueve.
Da pena terminar de bajar.
Una gozada, parece que ha nevado en el fondo del valle.
Se va a partir dentro de poco.
Olas de calcita que desaparecerán erosionadas.
Una huella, parece un cuadro.
No hay nadie, silencio, un silencio total ...
En zonas todavía hay zonas de piedra negra.
Inmensidad, soledad ... en seguida se nota cuando te apartas un poco.
Seguimos bajando la loma.
Llegamos donde nos están preparando el almuerzo, gente maja y siempre sonriendo.
Mientras terminan de cocinar seguimos por los alrededores.
Sólo se ven las huellas de los coches que van a los distintos campamentos, parece que no hay nadie, pero sí, hay gente.
Volvemos al campamento.
Parece un glaciar al terminar la temporada.
Ahora hay que almorzar, me tengo que acordar de que, la siguiente vez que venga, hay que traerse una sillita, esta espalda me puede en esa posición.
La luz cambia según va cayendo el sol.
Por ahí andan una cuadrilla de chavales, vienen muchos por esta zona.
El final de la morrena.
Dan ganas de subir ahí, entre lo que parece nieve, aunque es piedra erosionada.
Es espectacular.
Veo una figura que parece "un cisne" limpiándose las plumas.
Se va desmoronando todo poco a poco, dentro de no sé cuántos años, todo esto será totalmente liso, creo ...
Después de la comida pasamos por el oasis, poco a poco van apareciendo palmeras.
Los torreones blancos contrastan con el suelo.
Hay unas luces estupendas a estas horas al ir bajando el sol.
Nos dirigimos hacia el desierto Blanco, un magnífico lugar, precioso, lo que más me ha gustado del viaje en plan naturaleza y colorido.
Está en la depresión de Farafra y casi todos sus habitantes viven en la ciudad del mismo nombre.
Blanco, con lomas de Calcita, de lo más bonito que he visto nunca, espacios vacíos y mágicos.
Sin casi darnos cuenta, el sol casi está en el horizonte, pero no importa, nos va a dar un paisaje de cuento.
Todo está lleno de increíbles formas, al fondo lo que parece un patito y, aquí delante, la figura de la Esfinge.
Y lo más turístico, el árbol y la paloma.
Una preciosidad, parece que está esculpida adrede pero poco a poco irá difuminándose.
La cabeza de mi aitona, con la txapela, el flequillo, las cejas, la nariz ...
Me iba moviendo para verlas distintas posibilidades, una preciosidad.
Supongo que viendo el anochecer ...
La paloma y el árbol desde el otro lado, a estas horas tiene un cloro crema, suave, totalmente esculpido, estoy rodeado de pequeñas formaciones que sobresalen de la tierra.
Es fascinante, las piedras ayudan a modelar el horizonte.
Hay montones de figuritas que, según cómo las veas, pueden ser unas cosas u otras.
Veo una tortuga dada la vuelta con las patas dentro del caparazón ....
A la derecha una enorme ave que va nadando con el cuerpo y la cabeza fuera del agua ...
Miles de fotos, pero también viendo todo, me separo un poco, menos gente, más soledad y silencio.
El sol casi se ha metido, hay unas luces excelentes y raras también ... una suavidad extrema y la nieve que no acaba de irse ...
Casi me quedo sólo, todo el mundo se ha ido, se que me tocará correr un poquito pero aguanto hasta el final.
Allí se quedan, otra silenciosa noche intentando no desaparecer con el viento, la arena ...
Como lo suponía, me toca apretar el paso hasta los 4X4 pero la sangre no llega al río.
Seguimos hasta una zona con tiendas dónde cenaremos y pasaremos la noche.
No estamos solos, con el rico olor de la comida se acerca un pequeño zorro del desierto, se le ven los ojillos con la luz de la hoguera, ya sabe que nunca se va con la boca vacía.
Una inmensa luna aparece en el horizonte, no nos dejará ver el cielo totalmente alfombrado de estrellas pero que bien se está a estas horas, empieza a refrescar, algo de ropa y al saco.
Silencio total, aunque sabemos que a estas horas no estamos solos, habrá muchos animalitos que vagabundean por ahí buscando presas para sobrevivir, nuestro amigo el zorro por ejemplo.
Y esto es todo, mañana iremos a otros lugares, pero eso es otra historia.
Agur.