Kaixo, el 18 de agosto sigo mi periplo por estas preciosas tierras. Con un poco de calor y un problema por parte del bus que nos obliga a salir más tarde, llegamos a un pueblo muy bonito: Abyaneh.
Está a 2400 metros de altitud en un valle estrecho y largo en las faldas de los montes Karkas, montañas del Buitre, al norte de Isfahan. En medio del desierto, de la nada ...
No hace mucho calor, las montañas y la altura hace que la temperatura sea agradable.
Pero antes nos tenemos que tomar un estupendo té en una agradable bar.
Con unos asientos para medio tumbarse y estar a gusto.
El té que prepara Mali no es broma.
Con toda su profesionalidad.
Hay que darle su importancia a la ceremonia de preparación del té.
Después de saborearlo y descansar ya que nos habíamos metido un buena "tirada" de bus, nos dedicamos a pasear por el pueblo.
Nos encontramos con este hombre que me "pilla" y posa. Pues venga.
Es un pueblo construido con adobe rojo.
Abyaneh es uno de los pueblos zoroastrianos que se fundaron y aún hoy sobreviven.
Cómo he visto en otras ciudades, aquí también hay una "palmera de dátiles" o La Nakhl.
Simboliza al catafalco del Imam Huseín que fué un nieto de Mahoma asesinado por un califa suní en la batalla de Karbala.
En el aniversario de la batalla, el dia de Ashura, lo llevan en procesión.
Paseo entre sus callejuelas y me encuentro con grupos de gente.
Venden unos colgantes preciosos hechos con garbanzos secos.
Montón de pelotitas de garbanzos.
El color rojizo de las casas es del óxido de hierro del terreno de los alrededores.
Pasear entre sus calles es una maravilla, es un pueblo tranquilo.
Una mezcla de adobe y madera.
Una mujer está sentada mientras espera la llegada de algún cliente.
Apacible lugar, los hombres por un lado y las mujeres por otro, como en todos lo sitios ...
Los balcones son muy bonitos.
Y hay alguna puerta impresionante con sus preciosos trabajos de citas del Corán.
Está colgada de la loma, mezcla de casa nuevas y resto de las más antiguas.
Mali ayudando a alguien a comprar alguna cosa bonita.
Sólo estoy de acuerdo en una cosa: "la tele come el coco", pero tal cómo lo dice ahí ... en fin ...
En la mezquita del viernes haciendo guardia, y seguro que el del cartel de la tele ...
Rodeados de montañas.
Andando y intentando ver todo lo que hay a tu alreddor por esas calles empedradas.
"Cotilleando" alrededor de la tienda.
Unas bonitas cortinas.
El pantalón típico es uno muy ancho junto a una chaqueta holgada y una camisa.
Las mujeres llevan un gran pañuelo de colores hechas por ellas. Son seguidoras del Zoroastrismo.
Pasear entre estas calles que llevan ahí cientos de años, una gozada.
Una pareja de chavales jugando con un burro.
Siempre sonriendo.
Abyaneh es uno de los pueblos históricos de Irán, con casas viejas ...
... en medio de otras más modernas.
Compro ? no compro ? eterna duda ...
Ay, cuánto tiempo en esta tienda, con los pañuelos y las telas tan bonitas que había ... paciencia hay que tener ...
Un abuelito vendiendo colgantes.
La princesita de Abnayeh.
Colgantes a las puertas de las casas.
A la sombra. Hablan un Farsi tan antiguo que no se entiende fuera de allí.
Gente muy maja, te preguntan de donde vienes, sobre mi familia ... incluso hasta de futbol ... les digo que si conozco a los equipos de siempre por decir algo.
En la faldas de los montes.
Rodeados de ellas, ésto hace que el clima no sea tan caliente.
Muy maja. Me compré un gorro como ése de esta zona, sólo el momentito de regatear con ellos y hacer alguna risa, qué bien.
Pero había que irse, hoy llegaríamos hasta Kashan.
Por la ventana del bus veía pequeños pueblitos en oasis.
Con altas montañas.
Bosques rodeados por la nada.
Las montañas de los alrededores hace que haya humedad y éso apaciguaba el calor.
Oasis cada cierto tiempo.
Pero fuera de las casa no había nada, nada ..
Y ésto es todo por hoy, teníamos que haber llegado antes y visto más cosas en Kashan pero por la avería del bus no hemos podido.
Lo dejaremos para mañana. Intentamos ver el zoco pero ya está casi cerrado, bueno, mañana veremos más.
Al hotel, una cervecita fresca y sin alcohol y listo.
Cómo siempre me pòngo a pensar en lo que he visto, Abyaneh, un pueblo precioso, tranquilo, ocupado por unas agradables personas que se resisten a ser dominadas por todo los que le rodea.
Ojalá se puedan mantener por mucho tiempo y no tengan "lios", además no tienen nada que puedan querer los que les fastidien, sólo sus tierras, sus casas, ellos mismos ...
Agur.