Kaixo, el 4 de setiembre fuimos a dar una vuelta por Jaizkibel para ver algunas de las piedras de molino que hay.
En Jaizkibel, lo mismo que en Igeldo, había canteras de dónde se sacaban dichas piedras a parte de otras para distintos usos, como dinteles de baserris.
Con un tiempo excelente salimos del antiguo parador, enseguida pasamos por un viejo depósito de aguas.
Frente a este depósito también hay varias piedras moleras.
Pasamos por el dolmen de Iskulin, en esta época está tapado con helechos.
Disfrutando de las vistas llegamos a una piedra que no es resto megalítico, aunque parezca lo contrario y llame a equivocacíon.
Una aska vemos más adelante.
Unas tapas de aguas fluviales.v
Subimos para ver unas magníficas vistas, las tapas pluviales, el falso monolito y una de las torres de Jaizkibel, la de Santa Bárbara.
Pasamos por la primera piedra, ésta está en buen estado.
A veces, tienen unas marcas, había canteros que marcaban sus piedras.
La tranquilidad es total, estos caballos ayudan a sentirla.v
Más adelante encontramos un grupo de piedras.
Se hacían de varios tamaños.
Está partida por la mitad, supongo que al cantero no le haría mucha gracia, el trabajo perdido y no eran especialmente baratas. Todavía le faltaba el agujero central.v
El tiempo es excepcional y las vistas preciosas hacia el mar y la cimita de Artolamendi junto a la escultura de Remigio Mendiburu, por ahí volveremos a la vuelta.
Disfrutando del paisaje.
Nos cruzamos con un numeroso rebaño de ovejas, tan cerca de la civilización, parece extraño.
Menudas vistas tienen las puñeteras.
Para casi pisar otra rueda de molino.
Sin querer nos colocamos en la cima de Jaizkibel.
Todavía aguantan sus buzones.
Encima del fuerte de san Enrique vemos Igeldo, Ulia, el faro de Pasaia ...
El fuerte de San Enrique, en el siglo XIX por esta zona se dieron de tortas, a parte de este fuerte hay una serie de torreones a lo lardo de la loma del Jaizkibel.
Seguimos adelante, con este bonito paisaje vamos en dirección a un grupo de piedras de molino.
Las vemos en seguida.
Ahí abajo esta la cima del Artolamendi.
Ésta está en buen estado, le falta el agujero central, una vez hechas se llevaban a los molinos en carros.
El oficio de cantero de piedras moleras desapareció a finales del S. XIX, o sea, ayer.
Por lo menos el cantero tenia buenas vistas.
Seguimos para cruzar la muga entre Hondarribi y Pasaia.
"Hondarribi".
"Pasaia", desde luego se veían bien.
Las antenas junto al fuerte por el que hemos andado hace un ratillo.
La muga y el muro de separación.
Las ovejas disimuladas con la vegetación.
Pasamos por otra piedra, muchas están tapadas por la hierba, tierra ...
Pero se ve que ya tenía la forma de la circunferencia.
Al llevarlas al molino correspondiente, que podía estar alejado, muchas se romperían por el camino.
Parece que aquí habría una pequeña cantera de dónde sacaban piedra para hacer las ruedas de molino.
Ésta parecía que iba destinada a ser un dintel o algo parecido.
Aquí hay restos para hacer otro tipo de de piedra.
Junto al sendero hay más restos.
Una gozada andar por estos lugares, vemos las ruinas del antiguo parador, de dónde hemos salido, Iparralde ....
Hay varios restos de txabolas comidas por la vegetación.
Apenas se ve.
Grandes piedras de raras formas aparecen delante de nosottros.
De repente, aparece un gran buitre posado en las ramas.
Supongo que no estará esperando a ver algún pez ...
Ni se inmuta.
Al ratillo despliega sus alas ...
... y en unos segundos se aleja de nosotros, se ha aburrido de posar.
En seguida llegamos al final de la salida donde está uno de los torreones del Jaizkibel, el de santa Bárbara.
Los restos del viejo parador, de pequeño iba a andar por los alrededores y supongo que a beber algún mosto ... había montones de algas secándose en las cercanías.
Tambien es cierto que al construírlo se llevaron por delante varios restos megalíticos, en fin ...
Con tiempo despejado se llega a ver el Pirineo, se derribó en 1999.
El panorama sigue siendo fantástico.
Los restos del parador y el monte Abarolekua, la loma por la que hemos andado el principio.
Aprovechamos el rato para ir el montecillo de Artolamendi, aquí también hay cosas interesantes de pastores.
El senderito que nos lleva a la cima.
Las curiosas formaciones, en Jaizkibel hay increibles lugares de estas formaciones con unos preciosos colores.
Junto a su cima está la escultura de Remigio Mendiburu.
Estar un ratito sólo y viendo todo ésto es una maravilla.
Y ésto es todo, cerca de dónde hemos andado hay más piedras de molino que se distinguen, el intentar verlas es un agradable entretenimiento.
Hay mucha historia e información sobre la fabricación y uso de las canteras moleras y las hay por muchos lugares, siempre es una excusa para visitarlos bajo otra perspectiva.
Una cortita vuelta que se puede ampliar o subir desde varios sitios pero siempre bonita.
Agur.
Éste es el track de la salida:
gracias por la difusion el trabajo que me dio localiarlas las piedras