Kaixo, 7 de diciembre del 2023, seguimos en la provincia de Champasak.
Don Khon, una de las "4.000 islas", seguimos aquí y hoy vamos a andar por entre pueblitos y vegetación por un recorrido muy agradable y, como siempre, gente muy maja.
Por aquí anduvimos.
El recorrido por la isla de Don Khon.
Después de desayunar tranquilamente salimos sobre las 8 de la mañana, los 28 grados nos acompañan, pero va a ser casi todo el tiempo por sombra.
Empezamos a andar tranquilamente viendo cositas.
Veremos muchas casas como palafitos, cuando llueve es la única forma de salvar la casa.
Pajaritos un montón encima de los cables.
Después de pasar el puente que une esta isla con la de Don Det, mucho más turística, llegamos al templo de Khone Tai, lo visitamos ayer por la noche.
Es muy bonito con su pasillo de coloreadas estupas.
Lugar tranquilo.
Varias figuras junto al templo principal.
Visnú sobre la serpiente de siete cabezas Ananta-Sesha.
Nos vamos encontrando pequeños poblados.
Junto al Mekong hay multitud de barcas de todo color y forma.
Escondidas entre los árboles van apareciendo casitas de madera.
Flores por todos lados, estas son un tipo de clavelinas, me parece ...
Junto a estupas varios enterramientos.
Todas las casas tienen el techo de hojalata, menudo calor ...
Nos desviamos del sendero para llegar a la playa de Khon Tai, un lugar encantador, solitario, tranquilo ...
Estamos un ratillo notando el silencio.
De vez en cuando pasa alguien siempre con cargas.
Luego nos quedamos solos.
Las flores son preciosas y el tamaño de las mariposas se nota, una se cruza pero no puedo hacer nada.
Hay una pequeña casa con montón de cachivaches, también un chiringuito pero está cerrado.
Utensilios para pescar.
Una cervecita en esas mesas a la sombra hubiese estado perfecto.
En la ribera hay varias canoas.
Volvemos al camino y llegamos a un lugar donde venden cocos, la curiosidad nos pide que paremos a ver qué pasa.
Hay una pareja que enseguida nos invia a sentarnos y nos prepara un par de cocos.
Es un preciso lugar rodeado de cocoteros, se nota su sombra.
Nos dan un coco con un agujerito y una paja para bebernos el líquido del interior, está muy rico y fresco.
Tienen un perrillo, lo acaban de bañar y lo ponen al sol para secarlo con toda suavidad.
Pasamos el rato viendo cómo lo secan y peinan.
Todo con gran cariño.
Los cocoteros están llenos de frutos.
Es un lugar encantador.
Nos despedimos de la pareja, sonrisas, siempre sonrisas ...
Búfalos, también vemos un montón.
A veces, el sendero se ensancha, imposible salir de él por la exuberante vegetación que hay.
Cocoteros por todos lados.
El recorrido es precioso, una gozada el andar por estos tranquilos lugares.
Con montones de mariposas, ésta se deja fotografiar.
Y cientos de flores.
Lugar magnífico.
1.6 km. a Hang Khone, el puerto histórico francés, hacia ahí vamos.
También están haciendo muchas casas, difícil no será, son muy básicas.
En muchas hacen trabajos de pesca, el río está aquí mismo.
Hay una mariposa por ahí.
Búfalos.
Ya nos vamos acercando al "Viejo puerto francés".
De la época colonial francesa, todavía se ven restos de construcciones.
Querían usar el Mekong para unir partes de la Indochina francesa.
Hay restos de una vieja locomotora y unos paneles explicativos y una gran rampa para bajar los barcos al río.
El ferrocarril se construyó para evitar las difíciles cascadas Khone.
El pueblo junto al puerto.
Hay una espléndida vista sobre el Mekong.
Aprovechamos para tomar una cervecita en uno de los bares que hay, también se puede comer.
En cuanto nos ven, en seguida se acercan, había una cuadrilla muy maja.
Los "deditos" de marras ...
En la época de lluvias muchas islas se inundan.
El color y el entorno es una gozada.
Pescadores arreglando las redes.
No se cómo, pero en seguida aparecen más críos y crías, hay que hacer algo para pasar el rato.
Hacen cola para dar unas vueltas, hasta que aguante la espalda.
Sólo quedan dos ...
Pues no, ya ha venido otro al escuchar el jaleo.
Se ha colado a la más txiki.
Me acuerdo de que llevaba unas tonterías en forma de ojos, les doy todas.
Esas risas se merecen todo.
Se acercaban para salir en la foto y luego verse en la pantalla.
Al final alguien les llama, se van todos, qué pena, adiós con la mano, risas ... una gozada, vuelve el silencio.
Disfrutando del paisaje.
Hay mariposas de gran tamaño.
Voy a dar una vueltita por el pueblo, a curiosear.
Preparados para las subidas del río.
La zona inferior es para secar la colada.
De repente, una gran sorpresa, una gran mariposa, revolotea ante mí, me quedo quieto y al ratito se posa en las flores.
Hay que aprovechar esta oportunidad.
Es enorme.
Que cosa tan frágil, aunque sea tan grande.
Se va, las casas se agrupan entre ellas.
Hay varias tiendas con ambiente haciendo compras.
La tranquilidad del Mekong.
Nasas para pescar, a montones.
Solo se oye el suave rumor del agua contra la barca.
Casas debajo de los árboles.
Restos de viejas barcazas.
También pasaban muchas a lo largo del río.
Los cielos son preciosos, una luminosidad increíble.
Cualquier sitio es bueno para echar una siesta.
Me da un enorme calor verla con manga larga.
Seguimos nuestro camino viendo precisos tonos de rincones del río.
Rodeados de selva.
Hay zonas que están asfaltadas, cerca de poblados, pero son muy agradables.
Se cruza delante de nosotros más chavalería que se llaman unos a otros.
Que maja.
Orgullosa del hermanito.
En seguida se junta el resto de la cuadrilla.
Que carita.
Aquí a tope, a reventar, y luego todos a la vez a verse en la pantalla, casi no hay sitio.
Seguimos, en los pueblitos se ven más gente y mucha moto.
Grandes vasijas.
Lugares solitarios aunque pase alguna moto de vez en cuando.
Llegamos a Houay Boung Khan.
Un viejo puente por el que pasaba el ferrocarril.
En cualquier sitio aparecían búfalos entre la vegetación.
Y pequeñas estupas.
Enormes y frondosos bosques.
Unos tonos de maravilla.
Llegamos al cartel hacia las cascadas de Khone Pa Soy.
Y al puente que une las dos islas.
Volvemos a andar por tranquilos senderos, empieza el atardecer y fascinantes tonos van apareciendo.
Entre los cultivos vemos a gente llevando alguna vaca.
Y antiguas casas.
El puente hacia las cascadas de Khone Pa Soy.
Es un puente un poco precario.
El lugar es tranquilo con las cascadas un poco más adelante.
Seguimos caminando.
Nos tropezamos con más chavales, no falla, en seguida se acercan.
Hay encantadores rincones que a estas horas de la tarde son una gozada.
Están limpiando todo el día.
Grupos de chavales, hay a montones.
Pequeños grupos de casas unidos por una pequeña carretera.
Fascinantes tonos.
Se notaba una paz y tranquilidad muy grande.
Un paraíso de colores.
No se podían reprimir a "poner caras".
Bicicletas hay a cientos.
En cualquier lugar hay chavales en el agua, ya me daban envidia, hacía calor ...
Entradas a casa con maderas talladas.
Tonos y más tonos.
Rinconcillos.
Y éstos que no fallan.
Que ojos !!!
Me iba quedando atrás, ni me enteraba, sólo quería ver ...
Hacia el Oeste ya empezaba a verse el espectáculo.
Todo lleno de flores, que tranquilidad a esas horas mágicas.
Maravilla de reflejos.
Estarían hasta el gorro de ver estos impresionantes atardeceres en el río.
Intentaba metérmelos en la retina.
Barquitas en la vereda, una quietud ...
Hasta que aparecían más chavales.
Atravesando los pueblitos.
Le ataban una cuerda a las chanqletas y jugaban a no pisarlas.
Menudo trío.
Salimos del pueblo y a seguir disfrutando.
De cervezas no tenemos ningún problema, siempre hay.
El pescador de la barca estaría pensando lo mismo que yo.
Al rato llegamos al hotel, otro lugar paradisiaco.
Todavía se nota la fuerza de la corriente.
Ponen luces por todos los sitios para ambientar la cosa.
Unos tonos que nunca te cansas de verlos.
Y, si encima, la agradable gente del hotelito nos da unas cervezas antes de cenar para seguir gozando del anochecer pues a aprovechar la suerte que tenemos de estar aquí y ahora.
Esto es todo por hoy, ha sido un día muy majo, el agradable recorrido rural entre pueblitos y la chavalería que siempre te alegra con sus sonrisas, la cervecita viendo el increíble anochecer ...
Mañana seguiremos aquí, daremos una vuelta por la otra isla, Don Det.
Agur.