Kaixo, el 19 de enero fuimos a dar una vuelta por el bonito valle de Sallobente-Ermuaran utilizando la Pr-GI 156.
Es de Elgoibar y rural con un montón de baserris.
El tiempo estupendo, hacia fuerte viento sur pero al ir por la parte baja del valle ni lo notamos y, al final, calorcillo.
La vuelta es muy maja, pero hay una zona en la que están haciendo entresaca y el pasar se convierte en un infierno, el camino está llenos de troncos, ramas caidas y cantidades ingentes de barro, esperemos que, al final, lo dejen un poco "curioso" porque ahora no hay dios que pase, nosotros pasamos pero nos costó un montón, en las fotos se verá.
Empezamos en el museo de la Máquina de la Máquina Herramienta de Elgoibar.
En seguida llegamos al barrio de Azkue en donde está la ermita de San Roke.
A este santo rogaron al sufrir una epidemia de peste.
Junto a ella hay un coqueto lavadero.
Bien cuidado y con una fuente.
En la entrada hay una inscripción en donde pone que fué reedificada por D. Sebastián de Uribe en el 1888.
En este barrio se siguen haciendo pruebas de deporte rural y, entre otras, arrastre de piedras, lo intentamos pero no supimos saber lo que pesaban cada una.
También hay un bolatoki.
Dejamos la ermita de san Roke y sus rinconcitos.
Según vamos subiendo vemos Elgoibar allí abajo y el sol que casi lo alcanza.
Hacia Arrate.
Mientras seguimos por cemento pasamos por varios baserris.
Elgoibar más abajo.
Bekoetxea.
Veo montón de metas, ya las hay en pocos lugares.
Goenaga.
Desde este caserío el cemento acaba y empieza el sendero.
Las lluvias de los últimos días ha dejado grandes cantidades de barro, pero ésto no es nada con lo que nos encontraremos más adelante.
Panoramix debe andar por aquí con su hoz de oro.
Un gran tala que ha dejado el terreno como si hubiese pasado un huracán.
Tenemos que hacer verdaderos esfuerzos para poder pasar.
Así se ha quedado el sendero. Intentamos no meternos las ramas por cualquier sitio.
Llegamos a una erreka que durante unos metros nos deja descansar.
Es muy bonita.
Pero, en seguida se acaba la tranquilidad, nos vovlemos a meter en el desaguisado.
Es increible ver cómo esta esta zona.
Tenemos que dejar el sendero y subir por el talud pero tenemos un problema, hay que cruzar ese río de barro y pasar una langa para coger el camino.
Es una barro líquido que te hundes hasta los tobillos, haciendo "jiribiquis" logramos pasarlo.
Cruzamos la langa y nos olvidamos del barro, a gozar otra vez ...
Además, en seguida, hay una fuente donde nos limpiamos pantalones, botas y demás ...
Hay gente que va muy preparada para estas circunstancias ...
Vistas hacia Kalamua.
Nos metemos en un bonito bosque, casi se nos ha olvidado lo canutas que lo hemos pasado por ese lodazal.
El tiempo absolutamente inmejorable.
Tenemos que pasar por otra zona de tala, no tan mala cómo la anterior pero se han "cargado" las marcas amarillas y blancas.
Después de unas zonas sin ningún tipo de problemas llegamos al baserri Orraindi.
Ya muy cerca de nuestro objetivo de hoy: el barrio de Sallobente-Ermuaran.
Encima, a la izquierda, veo el caserío Antsola, por ahí andaremos dentro de un buen rato.
Es un lugar original, al fondo del valle, tranquilo ...
Atravesamos prados entre langas.
Por una zona de bancos y alguna barbacoa.
Este burro echaba unos rubuznos de asustar.
Entramos en el barrio,la iglesia de San Lorenzo nos da la bienvenida.
Hace desaparecer verrugas y bultos, para ésto se frotan en la puerta de la ermita con una moneda que luego la introducen en una ranura de la puerta y cae en en el cajón de las limosnas.
También se ruega al santo en épocas de sequía.
En el reloj pone el nombre del santo y el año de su colocación.
A cada lado de la puerta principal hay unas aguabenditeras, un pedestal donde hay libros religiosos y supongo que antes dejarían alguna imagen.
En la derecha de la puerta hay una cruz grabada y el aguabenditera con una crucecita grabada.
Hay que curiosear entre sus pasillos.
Estaba cerrada, una pena.
En 1989 se descubrieron unas pinturas murales de varias épocas.
Las primeras noticias de esta ermita tratan del año 1503.
Habrá que volver para verlas, el 10 de agosto son sus fiestas.
Más cosas muy interesantes de esta ermita en la página 171: "Ermitas de Elgoibar".
Cómo qué en el año 1906, en la víspera del santo "por la merienda, vino blanco y chocolate y agua con vino se cobraba 30 pesetas."
También hay un bolatoki.
Junto a la iglesia hay un increible frontón.
Antiguo y con el techo totalmente de madera.
La pequeña callejuela detrás de la ermita.
Hay que dar otra vuelta, el lugar se lo merece, hay más cositas para ver pero para éso hay que ir y disfrutarlo.
Salimos del bonito rincón para seguir la erreka de san Lorenzo.
Pasamos por Garagartza, en esta zona hay un par de molinos.
Seguimos adelante y pasamos por este antiguo lavadero, el de Garagartza.
La piedra desgastada por el uso y el tiempo.
Esta fuente-piscina-abrevadero está en el baserri Antsola.
Junto al baserri hay una muga.
El valle es una preciosidad con sus baserris, hay más de 60.
Con el Kalamua al fondo.
Tranquilidad, paz ...
Vamos subiendo hacia la carretera que va de Elgoibar al alto de Azkarate pero un poco antes pasamos por el baserri Parapan.
Subimos por la ladera hacia las laderas de Otamuñoa, alcanzamos un colladito para bajar decididamente hacia Elgoibar por camino ancho.
Una gozada de lugares.
Hasta allí tenemos que andar.
Seguimos tranquilamente, por lo menos no hay barro.
Viejos utensilios.
Impresionantes tonos de verdes salpicados de blanco.
El baserri Ibarratorre.
Y, muy cerca de él, otro gran lavadero.
Y, al rato, terminamos un recorrido precioso con unos encantadores rincones, merece la pena una visita aunque espero que la zona de tala se arregle y la dejen como estaba porque si se queda así es una verdadera pena.
Por el camino había unos paneles preciosos que han desaparecido, sólo encontramos uno tirado entre unas matas.
Más cosas bonitas: "Sallobentekosekretuak" donde se pueden descargar los PDF de los paneles.
Hay un viejo libro de Peña Santiago sobre las ermitas de Gipuzkoa y escribe cosas sobre la de San Lorenzo en la página 165.
En el prólogo escrito por M. Jesús Aramburu cuenta que el autor del libro "siempre ha manifestado su inquietud y preocupación ante el deterioro del patrimonio de una sociedad ...".
La verdad es cuenta razón tenía, poco a poco van desapareciendo muchas cosas a las que parece no tenemos ningúna consideración ... una pena.
Si hay que romper, se rompe, si desaparecen, que desaparezcan ... ermitas, restos arqueológicos, antiguos lavaderos ... parece que no tienen importancia hasta que nos demos cuenta de que si la tienen y mucha pero ya será demasiado tarde.
Agur.
Éste es el track de la salida: