Kaixo, 8 de Noviembre, parece que hay problemas con un billete de Dolar de los que pagué ayer, no lo admiten y no se porqué.
El problema es que hoy ya no se puede hacer nada y mañana es ¡¡¡ sábado !!! o sea, ¡¡¡ fiesta !!! y no hay nada que hacer hasta pasado mañana, paciencia.
En vez de salir mañana tendré que esperar un día más.
Pensando en qué voy a hacer, le vuelvo a echar un vistazo a la mochila que voy a llevar al monte y luego daré una vueltas por Kathmandu,
Al rato caigo en la cuenta de, que si mañana es fiesta, aprovecharé para ir a Swayambunath o "Templo de los Monos", al ser fiesta va mucha gente a hacer ofrendas y habrá ambiente, no todo va a ser malo. Aquí todo tiene remedio.
Kathmandu es enorme, no solo la zona "turística" de Thamel, hay montones de plazas con bonitos templos rodeados de casas, rinconcitos ...
Junto a templos hay puestos de muchas clases de verduras.
Muchas calles ya las han embaldosado desde el terremoto aunque, en esta época, hay montón de polvo.
Y si quieres comprar champiñones, ajos de varias clases lo tienes fácil.
Aquí un par de amigos.
De vez en cuando la gente de las tiendas moja con agua las entradas por el dichoso polvo.
Por mucho que ande por esta ciudad siempre hay rinconcillos que me encantan.
Grupo de Rickshaws junto al templo de Akash Bhairab característico por tener unas figuras de leones.
Sin querer llego a Durbar Square, a estas horas no hay mucha gente.
Es la plaza más importante, llena de templos que, poco a poco, se van reconstruyendo, cada año veo alguno nuevo o terminado.
Pero salgo de la plaza, he estado muchas veces, salgo a callejear sin rumbo fijo lo que me ayuda a ver lugares insólitos.
Como, por ejemplo, este taller de televisores, aquí no se tira nada.
Hasta tiene una estupenda silla para el cliente.
Una frutería junto a un templito que van rehaciendo, traen ladrillos y material en cestas en la cabeza.
Este trabajo lo suelen hacer mujeres, no quiero ni saber lo que cobran ...
Las calles ya están arregladas, despacio se van haciendo trabajos. Antes pasar por estas calles era un suplicio, agujeros para meter tuberías, motos, gente, agua ...
Una fuente siempre es buen sitio para tener una conversación con los vecinos.
Muchos puestos de flores, crisantemos a miles.
Me vuelvo a meter en la Durbar, aquí, al haber templos más grandes están tardando más en ponerlos en pie, aunque algunos todavía están sujetos con maderos.
Otros rodeados de andamios.
Éste lo han terminado de rehacer.
Las ventanas de madera son muy bonitas, tienen un trabajo terrible cuando veo a los carpinteros darles forma.
Este gran templo todavía está en pañales, paciencia. Están ayudnado los chinos ...
Junto a él hay unos puestos donde venden montones de cosas, a mi me gusta andar por estos lugares, sin prisas, aunque no compre, ya no tengo sitio en casa, además me se los precios de un año a otro, tengo ventaja ...
Espero que no termine de caerse.
Kumari Bahal, el palacio de Kumari, la "Diosa Viviente".
Siempre hay gente "posando" para sacarse fotos, "selfies" ... les encanta poner "posturitas".
Tiene magníficos trabajos en madera.
Este templo es muy bonito, que no se caiga.
Es un lugar especial.
Esta columna la han puesto en pie, en vertical, la forma inclinada, chapuza, es por el objetivo.
Este templo es precioso.
La gente se sienta en las escaleras para charlar, subirse ahí arriba y ver pasar personas de todo tipo es agradable.
Han arreglado bastantes cosas.
La zona del mercadillo delante de otra casa con "muletas".
Salgo de la plaza, ya me la se de memoria de verla tantas veces, más me gusta andar por las calles y ver.
Patatas, muy ricas, limas, plátanos. Este año he visto fresas, ciruelas, muy ricas.
Esta plaza no conocía, es tranquila, estuve un buen rato, viendo entrar y salir devotos.
Cerca hay otro templo que lo están reconstruyendo.
En la entrada han acumulado las viejas tejas, se recuperarán.
De vez en cuando alguna vaca se cruza en mi camino a ninguna parte.
El estómago se queja, me meto en un txiringuito a comer unos mo-mo y ver gente.
Sigo sin rumbo fijo.
Una esquina cualquiera.
Junto al templo derruído hay varios carpinteros trabajando la madera, merece la pena estar un ratillo con ellos viéndoles trabajar. Éso si, tranquilidad. A ver el año que viene que veo de nuevo ...
Cientos de sastres en pequeños tallercitos, el motor de la máquina de coser no es broma.
Cualquier lugar es bueno para colocar cosas y venderlas.
Unos impresionantes maniquíes junto al templo.
Cestos de champiñones y setas, por lo menos la calle no está llena de barro como antes, otra zona que han arretglado.
Una mezcla de aparcamiento de motos y templos.
Cables, maderas para sujetar casas, puestos de rosquillas y cosas dulces ... todo mezclado.
La verdad es que las rosquillas son ricas y dulces.
Y ésto es todo, día tranquilo, sin prisas, mirando, me he tomado un café y un pastelito muy ricos por el camino.
Al atardecer vuelvo al hotel, lo de siempre, resguardar las fotos, arreglar cosas, otro vistazo a la mochila ... pasado mañana ...
Salgo a cenar algo, junto al hotel hay un lugar tranquilo, con musiquita ...
Agur.