Kaixo, ayer y hoy, 12 y 13 de noviembre, vamos a Panauti, aquí vive la familia de Udaya, la persona con la que estoy cuando voy a Nepal, es el que me ayuda a realizar los trecking que he hecho con él, Langtang un par de veces, Annapurna vuelta y Base Camp, Mustang, Mardi Himal ...
Siempre hago visita a su familia y estoy con ellos unos días.
Son muy majos y desde un primer momento siempre me han facilitado su casa.
Llegamos en hora y media en bus desde Kathmandu, una proeza cuando alguna vez he tardado muchas más horas, todo es cuestión del estado de la carretera y la hora del día.
Unas ortofotos de la zona del recorrido que haremos mañana a Namo Buddha.
Recorreremos todo el valle.
Estamos a unos 30 kilómetros de Kathmandu.
Con el Himalaya muy cerquita lo mismo que la frontera con China.
Cerca de Panauti hay una loma desde donde se ve el valle.
Se cosecha la soja, maíz, tomates, patatas, arroz ...
Las casas de Panauti rodeadas de invernaderos, los tomates están estupendos recién cogidos de las matas.
Al fondo vemos la loma del monasterio de Namo Buddha, allí iremos mañana.
Montón de invernaderos.
A las cinco de la tarde empieza a anochecer y a hacer fresco, volvemos a casa.
Udaya y su hijo mayor, Gauranga, va a la escuela y estudia, más le vale, ya tiene 7 años.
Nityananda, ya tiene 1 año, el hijo pequeño de Udaya y Manju, la "j"se pronuncia como "y".
No para quieto.
Mirando a todos los sitios, curioso, nunca ha visto una cámara y menos de ese tamaño ...
Con su ama, Manju, una chica muy maja, no deja de sonreír, siempre que he venido me han acogido muy bien.
Desde la última vez que he estado con ellos, el año 2019, han renovado muy bien su casa.
Volvemos a casa, Gauranga hace los deberes, en el suelo, mesas no usan.
Cenamos pizza, Udaya la ha hecho, me parece que sólo las hace cuando tiene visitas, y de postre una tarta que hemos comprado, el pequeño es la primera vez que prueba una tarta, no son baratas para ellos.
Para dormir nos dejan dos habitaciones de ellos, son seis y hoy dormirán todos en un cuarto.
Al día siguiente, 13, desayunamos un rico té con un poco de picante y estamos con ellos, hay que hacerles unas fotos de despedida.
El pequeño con su bisabuela, Mittu de 74 años y su abuela, Radika, una mujer muy maja.
Orgullo de bisabuela.
Y de la abuela, madre de Udaya.
Manju y Nityananda.
Y Gauranga.
Con Udaya.
Fotos de todos lados, las verán cuando les avise y les llevaré en papel cuando vuelva.
Con una bici un poco estropeada.
Encima de la casa tienen una estupenda terraza, la han hecho los dos últimos años.
Nityananda.
La terraza tiene unas buenas vistas.
Haciéndose el fuerte.
Pero nos tenemos que ir, hacemos la última delante de su casa, ha ganado mucho después de las obras, antes estaba ... en fin ...
Con Amit, un vecino, le conozco desde el 2016, tenía 7 años, ha crecido mucho.
Nos despedimos, espero volver a verles el año que viene, el 23.
Queremos ir al monasterio de Namo Buddha, en este lugar los monjes hacen unos rezos y cánticos al atardecer pero Udaya nos comenta que el Lama ya no deja entrar a los turistas, a no ser que sean budistas, de todas formas vamos porque la zona y el valle es muy bonito.
Empezamos a andar, cerca hay un lugar dónde miden la calidad de la leche, meten un poco en una especie de jeringa y la introducen en ese aparato, giran la manivela, da vueltas y en uno momento analizan las muestras y sacan la cantidad.
De buena calidad si tiene 7 gramos de grasa, pagan a 15 Rupias por gramo de grasa, desde luego la leche es estupenda.
Están venga pasar mujeres con grandes bultos de hierba.
Vamos bajando al valle, a Panauti.
En la calle hay muchas empresillas de trabajos de todo tipo.
A este hombre se le ha caído la carga de colchones que llevaba, menuda faena.
La búfala y su cría.
Llegamos a la plaza de Panauti, ahora está asfaltada, hace años era un barrizal., sobre todo después del terremoto del 2015.
Panauti es muy bonito, tiene una parte vieja muy maja, no está muy turistizada.
Es de los pueblos medievales más antiguos de Nepal y tiene un ambiente muy rural.
Sus casas son de estilo Newar.
Tiene varias leyendas.
Está entre los ríos Rosi y Punyamati pero además parece que hay otro que se une llamado Lilawati y los tres juntos forman el Triveni, pero el Liawati sólo lo pueden ver los puros de espíritu, nosotros no lo vimos y yo nunca lo he visto ...
Tiene varios templos y en una loma encima del pueblo también hay otro.
El lugar es muy bonito, merece la visita.
Una golondrina o algo parecido.
Salimos del pueblo y ya vamos viendo gente trabajando en el campo.
La herramienta no es broma.
Encima de los invernaderos hay montón de garcetas.
Y si hay chavalería siempre nos saludan.
Metas por todos lados.
La fuente para limpiar cacharros.
Maíces para vender.
Con grandes fardos de un lado a otro.
Es época de recolección del arroz, todo el valle está lleno.
A veces parece que van solos al no verse a las personas.
El valle es muy fértil, delante de las mieses hay cultivos de patata.
También se cosecha mucha Colza.
Mientras vamos andando vemos mucha gente trabajando.
Pasamos por un pequeño templo con el tridente y el tambor de Shiva.
Con su correspondiente Lingam, representación simbólica del dios hindú Shiva que ya he visto en muchos templos, por ejemplo, en Pokhara.
Y su toro sagrado: Nandi, el que lleva a Shiva, lleno de flores de ofrendas.
Seguimos andando por el fondo del valle.
En los pueblitos hay muchas "empresitas", entre ellas un sastre.
Seguimos viendo mucha gente trabajando con el arroz.
Al fondo distingo la loma en donde está el monasterio.
Trabajando entre un mar de mieses.
Secándose al sol.
Pasamos por un pueblo llamado Shankhu.
Con típicas casas Newar como las que vimos en Pokhara.
La Newar es una de las etnias más importantes de Nepal.
Maíces secándose.
Las garcetas atentas por si se pueden robar granos.
Una casa Newar con pequeñas tiendas en sus bajos.
Grandes terrenos de terrazas.
Poco tráfico hay para secar el arroz al sol y muchos colores para pintar las casas.
Una tiendita de refrescos es el punto de unión de la gente.
Ladrillos y madera.
Casas Newar por todo el camino.
En muchos lugares hay grandes árboles considerados sagrados donde se reúne la gente.
Vendiendo especias y echando un cigarrito ...
Hay rincones muy majos y de distintas construcciones.
La entrada a la municipalidad de Namo Buddha, el monasterio está sobre una loma llamada Gandha Malla, hay que subirla.
Me encuentro con templitos en cualquier rincón.
Venteando el grano, muchas mujeres se encargan de ello.
Después de la subida a la loma llegamos a la estupa de la Gran Compasión de Bhuda.
En estas fechas no hay festivales por lo que la zona está muy tranquila, una gozada.
Velas para hacer ofrendas, que no falten.
Hay una leyenda sobre una tigresa en este lugar.
Se lee: "Aquí el principe entregó su cuerpo a una tigresa hambrienta".
La historia cuenta que el rey Mahasattva fue una de las anteriores encarnaciones de Buda.
El rey Maharatha tenia tres hijos.
Un día, los tres hermanos iban caminando por el bosque y vieron una tigresa que había dado a luz cinco cachorros.
La tigresa tenía hambre y no podía moverse. Los tres príncipes se fueron, pero Mahasattva volvió y empezó a cortarse su carne y entregársela a la tigresa y poder comer.
Al volver a buscarle sus hermanos sólo encontraron sus huesos y su pelo.
La historia es mucha más larga y hay información por la red.
También hay regalitos por si a alguien le interesa.
Hay una formidable vista hacia el valle de Panauti que está allá al fondo.
El monasterio de Namo Budhha es enorme.
Las vistas hacia la zona de Langtang son de maravilla, hoy tenemos la suerte de verlo, la última vez que estuve aquí estaba nublado, estoy de suerte.
El interior del templo, como todos, está totalmente pintado.
Y chavalería por todos los rincones.
Todo totalmente limpio, no hay una gota de polvo.
La escalera al templo.
La entrada a la oficina, ahí te dan todas las instrucciones y horarios para la cena, rezos, desayuno ...
El tambor.
Hay montones de chavales, 250 monjes, éstos con ganas de juerga.
En seguida nos hacemos del grupo.
Menuda juerga.
Subiendo las escaleras me meto en el templo, no hay un milímetro sin pintar ni decorar.
Las mesitas donde los monjes rezan y cantan, hoy no dejan escucharles, en el 2016 si ...
No se los cientos de molinillos de oración que hay ...
Hay que darles vueltas para echar un rezo.
Después de un buen rato curioseando nos vamos.
El monasterio es enorme.
En seguida encontramos un pequeño bar donde nos bebemos una gran cerveza que hacía calor, teníamos que seguir un poco hasta un collado por donde pasa el bus que nos llevará, pasando por Dhulikhel, a Banepa, aquí tenemos que coger otro para ir a Kathmandu.
Y mientras viene qué hay qué hacer? pues, nada, un "black cofee" en la taberna del collado y a esperar ... cuánto? No se sabe, en seguida ...
Por fin llega el bus, hay un tráfico terrible a estas horas, miles de paradas, gente, ambiente ...
Para cuando llegamos a Kathmandu ya es media tarde.
Hotel, reorganizar todo y liarme con una "Ghorka" ... que nos lo merecemos.
Han sido un par de días muy majos, he visitado a la familia de Udaya, espero volver a verles el año que viene, el 2023 ... por lo menos tienen fotos de recuerdo.
No hemos podido oir los rezos, una pena, es interesante, un "ambientillo" especial, pero el Lama es el Lama.
Mañana nos iremos a Kirtipur, una ciudad muy bonita pero eso es mañana, otra historia.
Agur.
Este es el track del día: