Kaixo, hoy, 5 de noviembre, primero iremos a Bhaktapur y luego a Nagarkot.
En Old Station cogemos el bus y en una hora llegamos a nuestro destino. Los buses van a
tope de gente pero nosotros conseguimos sentarnos, una suerte, aunque sólo sean unos 12 kilómetros de distancia de Kathmandu ...
Está a 1.400
metros de altitud.
Bhaktapur, también conocida por Bhadgaon, es una ciudad preciosa, aunque el dichoso terremoto del 2015 ha destruído alguno de sus
maravillosos templos.
Una pena, verdaderas maravillas que te dejaban "atontado" por lo bonitos que eran.
Significa "Ciudad devota" y hoy es Patrimonio de la
Humanidad.
Fué capìtal del valle de Kathmandu de los siglos XIV al XVI y fundada en el S. XII por Ananda Malla.
Ya había estado aquí el
año pasado y no me ha importado volver, tenía un gran recuerdo, iba sólo y me pasé todo el día entre calles, sin rumbo fijo,
intentando que cada cosa que viese nunca se me olvidase.
Es una ciudad de obligada visita, cómo muchas otras de este país, pero para pasear
despacio, entre plazas, ver aventar el arroz, cómo los alfareros hacen montones de potes de barro, pintando en las entradas de las tiendas, oir, oler, dejarte
llevar ... pienso volver y seguro que veré cosas nuevas ...
Eso si, para entrar hay que pagar 15.000 Rupis ... pero ...
Este año estaba con
dos amigos y también nos pasamos tiempo entre calles, no me canso de ir sin rumbo fijo.
Entramos en plazas llenas de gente aventando el arroz, no hay mucho
ruido, la circulación no pasa por la ciudad vieja.
Aprovechan cualquier lugar donde
extender grandes plásticos para cubrirlos de arroz.
Y pequeñas plazas con su
estupa.
En cualquier sitio ves grandes estatuas de piedra representando tigres.
Unas preciosidad de templito.
Algunos templos, como el de Vatsala Durga ha quedado destruído aunque lo están reconstruyendo, era un verdadera
maravilla, tengo todavía diapositivas de la primera vez que estuve por allí, hace muchos años. Lástima de lo caras que eran las fotos, muchas
cosas jamás se volverán a ver ...
Aún así, todavia hay preciosidades que, a pesar de haberlos visto antes, me parece que son tan bonitos
cómo la última vez.
A las varias cabras que hay también les debe gustar.
Entrar en la plaza y volver a salir, luego ya volveremos.
No se cómo en algunos sitios pone que con "dos horas" vale para
ver esta ciudad ...
Fachadas con ventanas de madera
incrustadas, me encanta.
Artesanos de la madera, hay muchas
carpinterías a lo largo de las calles.
Chavalas al cole, suerte
tienen.
Impresionantes "mandalas" con miles de figurillas, horas y horas se pasan en cuclillas
para hacer estos dibujos.
Hay montones de templitos, todos
diferentes.
La frutería, junto a una casa de ladrillo con unas ventanas de un gran
trabajo.
Hay de todo para hacerse una buena "porrusalda".
Y si prefieres un pescado ahí tienes la solución.
Vestidos de colores para las chicas, son muy bonitos.
Me quedé sin saber qué vendía ...
Vagabundeando, no hay coches, es una gozada, todas las calles de ladrillo.
Cositas para comprar, tengo que pasar de largo si no pico y luego me echan la bronca ...
Entramos otra vez en la plaza, sin querer.
El templo de Fasidega, encima de las escaleras había un bello templito de color
blanco, el terremoto de 1934 destruyó el original y el de 2015 lo volvió a tirar, deseo que se vuelva a levantar. Está dedicado a Shiva.
La chicas de la escuela.
Detrás el templo de Gopi Nath (o Jagharnath), tiene varias
representaciones de encarnaciones de Visnú y encima de la columna una estatua de Garuda.
Garuda es un pájaro mítico, o un dios menor en el
hinduísmo, tiene cuerpo humano dorado, rostro blanco, pico de águila y grandes alas, es tan grande que puede tapar la luz del sol.
Hay trabajos de madera que te encuentras en cualquier parte, sorpresas que veía al doblar cualquier esquina.
Y, entre calles, nos encontramos con esta pequeña procesión de gente tocando musica,
tenía que ir detrás a ver que pasaba.
Entre el tambor y los platillos
producían unos sonidos que parecía que cada uno iba por su lado.
Cruzamos varias plazas
con sus arrozes y sus templitos, que bien, no había pasado antes por aquí.
Nosotros seguíamos a la comitiva.
Pasamos por varias
placitas.
Y vimos unos templos allá al fondo y un humo que, en seguida, me di cuenta
de lo que podía ser ...
Efectivamente, hoy era un dia donde
se sacrificanan animales para hacer ofrendas.
La comitiva se paró en uno de los templos y dejó de tocar, pero allí estaba la cabeza de un
búfalo.
Estuve un ratillo curioseando y al final volvimos entre gente que, ajena a nosotros,
seguía con sus trabajos.
Montón de colores.
Y volvimos, no se cómo, a la plaza.
El grandioso templo de Nyatapola, el más alto
de Nepal con sus cinco pisos, construído en 1702, todavía aguanta aunque después del terremoto de 1934 la planta superior se
reconstruyó.
Lo miras desde cualquier lugar y es una preciosidad.
Está dedicado a Siddhi Lakshmi, encarnación de la diosa Durga o Parvati,
mejor no enfrentarte a ella.
Es impresionante con sus guardianes
de piedra a lo largo de las escaleras.
Unos cacahuetes para picotear ? vale
!!!
Y, de repente, rodeado de sonidos de campanitas y platillos, apareció un grupo de personas
con un pequeño búfalo, en seguida me di cuenta de lo que iba a pasar.
Antes de nada,
había que bendecirlo con flores, ya no tuve ninguna duda ...
En unos segundos lo
tiraron al suelo.
Seguía sonando las campanitas y los platillos, cada vez mas fuerte ...
Me fijé en el chaval de camiseta marrón y lo que
llevaba en la mano ...
Y en par de minutos hizo su trabajo sin problemas, casi sin darme cuenta ...
Seguía sonando la musiquita, la suerte estaba echada ...
La musiquita cada vez más rapida.
No había mucha gente, nunca habría imaginado que vería esta
ceremonia.
El chaval "número 13" ya había hecho su trabajo, ahora sólo
había que ofrecer la cabeza y su sangre a alguna divinidad.
La musica seguía sonando ...
Todavía estaba asombrado, era impresionante haber visto ésto paseando la gente por los
alrededores, casi cómo si no hubiese pasado nada.
Tantos contrastes y costumbres de unos rincones de este planeta a otros ...
Seguimos cada uno a lo
suyo, ésto avanza, no para ...
Por la calle la vida sigue.
Y en cualquier
rinconcillo se venden cosas.
Cientos de colores.
Todo junto, revuelto ... templitos, arroz, llenando las cargas de arena para subirlas a la espalda
y llevarlas a no se sabe donde ...
Seguimos deambulando hasta llegar a
un rinconcillo encantador, entre árboles, agradable, solitario, una gozada ... nos quedamos un ratillo ...
Mujeres aventando arroz en cada esquina.
Hay mucha costumbre de
charlar en las calles, un poco de cotilleo nunca viene mal ...
El rincón de los jubilatas y
los chavales yendo a la escuela.
No hay plaza sin su correspondiente
estupa.
Y las mujericas también de tertulia tejiendo y charlando.
Pequeñas placitas llenas de templos, aquí vuelvo a ver a Garuda.
Entre tanto color, el "Tantra" tan repetido "on mani Padme Hum", los olores, esas tallas de madera ... me encanta ésto.
En las ventanas de un templo han colocado una especie de muñeco, me tengo que enterar de
que trata ...
Volvemos a la plaza, subimos a un bar mu majo para ver el ambiente de abajo.
Me
tomo un café, 200 rupis, pero dan un pote para repetir, merece la pena estar un rato aunque sólo sea para descansar de tanto "vagabundeo".
Es muy entretenido
mirar desde aquí arriba.
Los
pequeños tractores para llevar toda clase de cosas.
Campanitas, alfombras raras
...
Si quieres ver más cosas de Bhaktapur
Y, después de estar una larga mañana de maravilla en esta ciudad, cogemos un bus para ir a Nagarkot en una hora y por 50 Rupis, calculo unos 15
km.
Parece mentira que en esos kilómetros haya tantos pueblitos, montes y curvas, cientos, miles de curvas, parece que nunca llegas pero el paisaje es
precioso.
Estamos a 2200 metros de altitud. Para cuando llegamos sólo tenía una cosa
en mente, comer algo, Nagarkot a parte de las vistas y el lugar donde está sólo tiene hoteles y tienditas. Me como en un baretillo un "Buff Sekowa"
que estaba rico aunque un poco "seco" pero no me importaba con una cervecilla.
Sin darnos cuenta empieza a hacer fresco, están subiendo las nubes, y a veces,
aparecen entre ellas enormes montañas.
Mientras vamos a buscar un hotel con
vistas al amanecer vemos un anochecer precioso.
Y grandes montañas
allá, muy lejos ...
Colores del sol cambiando
continuamente.
Después de coger el hotelillo, Unkai, con vistas al Himalaya, volvemos al
pueblito que está a quince minutos.
Ya está anocheciendo.
No tiene mucho, lo
mejor son los alrededores, está en medio del monte y se pueden hacer muchos recorridos.
Las lucecillas de los pueblos del valle.
Una cuadrilla de
chavales habían hecho una hoguera, no está mal el sito con esas vistas.
Se tenía
que estar bien allí con el calorcillo de las llamas, hace fresco a esta altura.
Volvimos al hotel, cenar y prepararnos para mañana, había que ver el amanecer e intentar distinguir tantos siete y ocho
miles cómo dicen, hasta el Everest pero me parece que tendríamos que tener mucha suerte ...
Mañana será un dia muy bonito, quiero creer,
bajaremos andando hasta Changu Narayan, precioso sitio, para terminar en Kathmandu.
Agur.