Kaixo, el 21 de marzo fuimos a dar una vuelta al valle de Otxondo, un lugar realmente bonito.
A Otxondo pertenece las antiguas anteiglesias de Arrazola, Apatamonasterio y Axpe.
Saldremos de Santiago, barrio de Apatamonasterio, hacia la cueva de Sagasta, bajaremos a Atxarte y, desde aquí, empezaremos a subir la Aldapa de Aitz Txki para volver a Axpe.
Al principio todas las cimas estaban cubiertas por las nieblas pero al llegar a Aitz Txiki empezaron a irse mostrándonos un verdadero espectáculo.
Con una temperatura excelente empezamos desde la ermita de Santiago en Santiago, casualidad.
Dentro está imagen de Santi.
Salimos del barrio para pasar cerca del puente encima del río Arrazola.
Por este puente pasaba el ferrocarril minero para llevar hierro y cobre de las minas de Anboto hasta Durango.
Nos metemos por un estrecho senderito pero está impracticable, a la vuelta volveremos por la carretera qué, además, tiene muy poco tráfico.
Salimos al asfalto junto a un baserri.
Y su elegante entrada.
Camino a Axpe nos cruzamos con un rebaño de ovejas.
Según se acercan les dejamos pasar tranquilamente.
La oveja negra, el perro y el pastor.
Nos cruzamos, un "agur" y siguen su camino, despacio, a esos precisos prados verdes, no hay prisa.
Una cruz a la vereda del camino.
Enseguida nos metemos en Axpe, ya vemos la iglesia de San Juan.
Y la ermita de san Miguel.
Ahí está el Miguelico.
La plaza de Axpe es muy bonita, aprovechamos para quitarnos un poco de ropa.
La iglesia de San Juan.
La entrada.
Y el aguabenditera.
El ayuntamiento del valle de Otxondo en Axpe.
Debajo de los paredones de Alluitz, tapados por las nieblas, está el baserri Gaztaña-Erreka.
Un lugar precioso.
Salimos del asfalto para andar por un camino hacia allí al fondo.
Parece otoño.
Vemos algo del collado de Artola, cerca de él pasaremos al subir.
En seguida empieza la subida hacia Artola.
El barrio de Sagasta.
El camino se hace entretenido entre rocas, pero está algo húmedo.
Debajo de las nieblas, aun así, está muy bonito.
Pasamos cerca del collado de Artola, lo dejamos la izquierda.
Por un estrecho senderito y, a veces, invisible, vamos bajando hacia Sagastakoba.
Al ratillo la adivinamos debajo de la zona de la pared más clara, la zona es espectacular, aunque la hierba está un poco resbaladiza al estar algo mojada.
En seguida llegamos al hueco de Sagastakoba.
Parecida a un pórtico con un alto techo.
Allí abajo, se ven bonitos caseríos.
Tiene un par de arcos que le da bonito aspecto.
Hay varias vías de escalada.
Baserris diseminados entre el verde.
Entre foto y foto hay que bajar, ya me están esperando ...
El hueco de Sagastakoba.
Ahora hay que bajar hasta el fondo del valle, a Atxarte.
Sagastakoba debajo de la pared.
Pasamos por los restos de un redil para el ganado.
La entrada aprovechando el techo del hueco.
Tenía una buena construcción.
Nosotros a lo nuestro, seguir bajando.
En el fondo pasamos por un gran baserri, esta zona es un camino de mucho, mucho, barro.
En seguida llegamos a la carretera de Atxarte vendo sus paredones.
Viejas minas y canteras.
La ermita del Cristo de Atxarte debajo de las paredes de Atxarte.
La romería es el día de San Ignacio.
Junto a ella están los restos de un viejo molino y la Benta, destruidos en las inundaciones del año 1977.
Por aquí pasa el camino que une esta zona con la calzada de Urkiola.
La imagen del cristo crucificado y a su derecha, está la silueta de la imagen de la Virgen que no está.
Las paredes de Atxarte.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Y ahora tenemos que empezar el repecho hacia el Akaitz Txiki, todavía rodeado de nieblas.
Unas hayas muy bonitas.
Poco a poco vamos subiendo hacia el collado de Artola.
Llegamos fácil, hay un caballo señalando el collado, con el indicador.
4oo metros de subida.
Según subimos nos metemos en la niebla, es muy bonito, le da ambiente.
Ésta a su aire, en su casa.
Seguimos para arriba, me entretengo con la niebla.
Este lugar es muy bonito, sendero pendiente entre rocas, ya lo conocemos de otras veces y con distinto tiempo.
Hasta que llegamos a la cima del Akaitz Txiki y su buzón.
Ahora empieza el espectáculo, estamos casi encima de las nubes viendo el Untzillaitz.
El Allaitz, como una ballena saliendo entre las olas ...
Que a gusto se está aquí arriba.
La ballena sigue ahí, petrificada.
El Udalaitz aparece de repente entre la niebla.
El imponente Allaitz, no termina de salir del mar.
Después de un increíble rato tenemos que bajar, pero las nieblas van desapareciendo casi sin darnos cuenta.
Udalaitz y Allaitz.
La niebla se va disipendo.
Aunque va y viene cambiando el paisaje, yo tampoco quiero que se vaya del todo.
Para cuando me doy cuenta el valle se limpia de nubes debajo del Udalaitz.
Entre foto y foto se me escapan.
Por ahí andan.
Pulsa en la foto para verla en grande.
La niebla ya se ha ido y me deja ver la impresionante cara Sur del Alluitz, adivino el sendero por su izquierda.
Llegamos al collado de Artola junto a unos caballos y restos de una borda.
Silencio roto por sus cencerros pero no molestan.
Unos tres kilómetros a Axpe.
Empezamos a bajar con un enorme paisaje.
El estrecho senderito que nos ha valido a la mañana.
Una muga, la que separa, o une, Abadiño y Atxondo.
Mientras bajamos me doy la vuelta para ver esta maravilla, Aitz Txiki, donde hemos estado hace un rato y el Untzillaitz.
Tranquilamente.
Aitz Txiki o Astxiki.
Estos cordales son de lo más bonito que hay.
Aitz Txiki, Untzillaitz y Mugarra.
El idílico valle de Atxondo.
El Udalaitz y la "bonita cuesta" de Anboto Sakona.
Oímos un pajarito, pequeñito, lo vemos por su canto si no, imposible.
Una Txepetxa, Chochín Común, Troglodytes troglodytes.
Uno de los más pequeños que hay por aquí.
El baserri Gaztaña-Erreka que hemos visto a la mañana sin vistas y la impresionante cresta de los Zorrotza, Canal de Urkulu, Larrano Urkulu Puntea, Paso del Diablo, Alluitz y Allaitz Txiki.
Y entramos en Axpe.
Zorrotza, Canal de Urkulu, Larrano Urkulu Puntea, Paso del Diablo, Alluitz.
La iglesia de san Juan.
La fuente de iturri Barri, un agua estupenda.
En la plaza hay otra muy maja.
Seguimos la carretera, no puedo resistirme a mirar hacia atrás, hacia el Paso del Diablo.
El rebaño de ovejas de la mañana, ya han encontrado buena hierba, junto al pastor y el perro.
Y volvemos al principio, la ermita de Santiago.
El aguabenditera.
La fuente del año 1890, otro rico trago.
Y la última mirada a esos impresionantes murallones, siempre fantásticos.
Y esto es todo, me lo he pasado estupendamente entre nieblas y el espectáculo de la cima apareciendo todo poco a poco y, además, en estupenda compañia.
Y, como siempre, cambiar las botas y a pensar dónde podemos echar una cerveza y comer algo, ¿por qué siempre terminamos así ...?
Agur.
Este es el tack de la salida: