Kaixo, el 6 de marzo, aprovechando una mañana me fui al valle de Ultzama, un lugar precioso con bonitos pueblos y unos bosques que, en cualquier época del año, merece la pena andar por ellos, a tope de robles y hayas.
Salí del pueblito de Eltzaburu, solitario, tranquilo y con una fuente al lado del coche, al volver me vendría bien para echar un trago.
Un par de leones que andan por ahí.
Como todos estos pueblos, tiene unas casonas elegantes.
Un bonito baserri, todavía tiene el antiguo cartel del pueblo.
"Se rehízo el año 1853" parece que pone.
La mañana estaba de película, unas nieblas que envolvía todo y lo hacía realmente encantador.
Eso sí, hacía frio, los dos bajo cero se notaban y, poco a poco, se me iban quedando heladas las manos, me daba pereza sacar los guantes de la mochila hasta que el frio me obligó y, de paso, el gorro.
Por allí arriba andaré dentro de un rato.
Las nieblas iban y venían, a cada momento cambiaba la película.
Menos mal que iba a Rolex y no a setas ...
En seguida llego al enorme roble de Eltzaburu, catalogado como árbol singular.
Se ve la cicatriz hecha por un rayo partiéndole un gran rama, pero ha sobrevivido y ahí sigue.
Tiene casi 27 metros de altura y el diámetro de la base 1,90 metros.
La copa llega a 22 por 24 metros.
Eltzaburu y su iglesia de San Marcelo se van alejando entre la niebla.
No hay nadie, cantos de pajarillos, el ruido de mis pisadas en las hojas, los dos bajo cero, grandes robles ... una gozada.
Las nieblas ...
Adivino que andaré por ahí arriba.
Ando por la pista, tranquilidad, sonidos de zintziliak ...
De vez en cuando el sonido de la erreka Zazpiturrieta.
Rincones preciosos.
La niebla ha desaparecido y el sol empieza a colorear el hayedo.
Es el único sonido que oigo.
Parece que son viejas casetas de perros, no se ...
Hay mucha agua debido a las nieves de estos últimos días.
Mágicos rincones.
Hasta hay una pequeña cascada.
Al principio es casi todo liso por la pista hasta que llega un momento en que la cosa cambia.
Termina la pista que me llevaría al collado de Uztakorta para bajar a los embalses de Leurtza.
Me meto por una trocha que a partir de aquí y que, en continua subida, me lleva a los altos.
Junto al camino hay una preciosa gorosti con sus rojas pelotikas.
Aprovecho para quitarme ropa, la temperatura va subiendo y se nota en el cuello.
Una gozada andar por estos hayedos.
Todavía hay algo de nieve.
Unos Jacintos Amarillos.
Entre los árboles distingo las lomas del Aitzarbil.
El contraste entre el musgo y la nieve es perfecto.
Todo para arriba ...
... Hasta la cima del Loiaundi no tiene nada, solamente unas piedras y un palo que lo indican, pero hay que subir por si hay algo.
Un par de minutos y sigo, no hay hojas todavía y éso me deja ver la cima del Aitzarbil.
Llego en seguida, tiene buzón, hay que parar un momento para almorzar algo, intento ver algo de paisaje, en verano imposible.
La Malloa de Aralar aparece entre las ramas.
Sigo para bajar a un vallecillo lleno de nieve y encantador.
Voy atajando entre las hayas hasta llegar a una pista, la atravieso y sigo hacia abajo aprovechando algún senderito de ganado.
Hasta llegar a una alambrada, paso por el único sitio posible sin romperme la crisma.
Sigo un desdibujado sendero hasta llegar a una pista que me llevaría al collado por el que he pasado hace un rato.
Desde aquí solo me queda subir el repecho pasando por la inapreciable cimita de Egiluz, veo el Aitzarbil, por allí he andado hace un rato.
En la cima del Arburuko Kaskoa hay un buzón muy original.
El lugar es una preciosidad y las nieblas ya se han ido.
Otra paradita para picar algo y bajo por un desdibujado sendero, hay varios cairns que ayudan.
En medio del bosque veo algo de los alrededores.
Poca nieve queda.
El Elomendi destaca siempre encima del verde los valles.
El sendero ya baja decididamente al valle, hay rincones muy bonitos.
Salgo del bosque, de repente se abren las vistas, que bonito ...
Me doy la vuelta para ver la loma del Arburuko Kaskoa.
La zona de las bordas de Etxolazar, otro encantador rincón.
La borda de Martiñeneko va apareciendo poco a poco.
Es distinta a otras.
Ovejas a la sombra, ovejas al sol, se nota que la temperatura va para arriba.
Arburuko Kaskoa se ha quedado allí arriba.
Cerca hay unas viejas minas de hierro, las minas de San Marcial.
Parece que se sacó material desde 1901 a 1910.
Poco a poco llego a Eltzaburu, casi ni me he dado cuenta.
Jonerenea, elegante.
Paso por una fuente.
Junto a un lavadero.
Está reconstruido, mejor antes de que desaparezca.
Una compuerta, aquí había un molino, me parece, a lo mejor era parte del mismo.
La iglesia de San Marcelo.
El campanario.
Esta escalera, no se ... no llega al suelo, está clavada a la pared y para escaparse por el ventanuco ...
La torre del campanario.
Se reedificó en el año 1825.
En el año 1847 tenía una escuela e iban chavales de Ilarregi y Suarbe, el maestro también era el secretario del Ayuntamiento y por todo eso cobraba 2.800 reales al año, que no se si era poco o mucho.
La plaza junto al frontón y la fuente, un lugar muy majo, las nieblas ya se han ido, hace calorcillo, que a gusto ...
Y esto es todo, una salida para gozar de los impresionantes bosques de Ultzama, con frio al principio, pero luego los doce grados que había era una gozada.
Y, ahora a pensar a dónde se puede ir a echar un pintxo y una cervecita, tardo dos minutos en solucionar el problema ...
Agur.
Este es el track de la salida: