Kaixo, el 13 de enero huyendo del mal tiempo, lluvia y además, fuimos a Las Bardenas.
Cada vez me gustan más. Hay unos cambios según la época del año que siempre la hacen interesante.
Nos salió muy bien, al principio había nieblas que le daba un toque especial.
Luego, salió el sol y vimos unos majos atardeceres hacia Piskerra, Rallón y toda esa zona.
Salimos de la ermita de la Virgen del Yugo y subimos a la cima de Yugo.
Fuimos sin rumbo fijo, entre senderos, caminos y campo a través.
Salió todo estupendo, otro dia para no olvidar.
Van las fotos
La ermita de la Virgen del Yugo, del siglo XVII.
Las brumas, suave sensación de relajo.
Había zonas donde se había acumulado niebla.
En otra zonas los campos estaban sin cultivar.
Zona de Pizarrey, acostumbrados a tener cerca montes. No calculas las distancias hasta el horizonte.
Tonos suaves de colores.
Cuando se iban las nieblas aparecía un precioso tono azul en el cielo.
El Corral del Cuerno.
El interior del corral.
El techo está hecho de cañas y barro.
Hay trozos que están caidos pero así se ven mejor.
Pasamos cerca de Senda Viva.
Vímos varios animales, resultaba extraño ver cebras tan cerca de Donosti.
Colores en Sarda del Trillo, preciosos.
Cabezos en la lejanía.
Una gran nube. La Lámpara de Aladino ... (imaginación al poder).
Volvemos a la ermita de la Virgen del Yugo y echamos un traguillo en su fuente.
Después de comer algo y viendo el anochecer que parecía que las Bardenas nos iba a regalar, nos fuimos a la zona de Castil de Tierra y Rallón. No nos defraudó.
Castil de Tierra o Chimenea de las Hadas.
La erosión destruye y, a la vez, construye formas muy majas.
Según de donde lo mires cambia continuamente su forma.
Las formas de su base son muy bonitas.
Muchos colores.
Y unos verdes impresionantes.
Hasta apareció la luna para lucirse encima de los Cabezos. Pues que bien ...
Piskerra
Pulsa en la foto para verla en grande.
Al fondo el Rallón.
Desde el Rallón hasta Sanchicorrota, tonos preciosos.
Allí estaba, encima de Piskerra y el Hermanito.
El verde destacaba de la tierra.
Según vas avanzando cambian las formas, las sombras.
La luna se movía, ahora nos indicaba donde está el Rallón.
Y ésto es todo, después de pasar un ratillo inovidable, nos volvimos a Donosti.
Que pena, ésto también se ha acabado pero ya hemos empezado a pensar en otra salida ... Urbasa ? otra vez a las Bardenas y volver a disfrutar de tantas cosas ?
Siempre me quedo con ganas ...
Agur.