Kaixo, llega el dia 24 de Agosto, saldremos de Bahir Dar para ir a un lugar muy bonito y tranquilo: el lago Tana.
Seguimos en el norte del país en la región de Amara que se sitúa entre los 700 y 4.600 metros de altitud.
Sus habitantes son de la etnia Amara y practican el cristianismo copto.
Pulsa en la foto para verlo más grande.
Este lago es el más grande de Etiopia y las fuentes del rio Nilo Azul.
Está a una altura de 1800 metros y, aunque tiene 84 km de de largo y 66 km de ancho, no es muy profundo, sólo 15 metros y es de agua dulce.
Tiene unos 30 islotes y en varios de ellos hay monasterios.
También muchas historias sobre ellos, el cristianismo, tumbas de emperadores etiopes ...
Nos subimos en una barca.
A estas horas de la mañana se navega muy a gusto y tranquilamente.
En este lago hay muchos pescadores que van en unas barquitas de papiro, son las "Tankwas".
Hay muchas colonias de pelícanos.
En las riberas varias barquitas pescando pececillos.
Nos acercamos a un grupo de hipopótamos.
En tierra hay neblina, pronto despejará.
Una grulla y un Pigargo vocinglero, hay muchas de estas aves.
Pescadores entre los juncos.
Hay caminos por las riberas del lago.
Da sensación de paz ver como se deslizan por las aguas, sun ruido, una delicia.
Un par de chavales encima de unas diminutas embarcaciones, menudo mérito para no volcar ...
Y, encima, haciendo equilibrios para moverse entre las olas de nuestra barca.
La gente de la ribera nos saluda en cuanto nos ve aunque estemos lejos.
Viejas barcazas llevando grandes cantidades de madera, casi todos los bosques son eucaliptus.
Las "Tankwas" son de varios tamaños.
Están hechas de papiro, bambú y cuerdas y no duran muchos días.
Las palas están sujetas a un palo con unos alambres.
A éste se le acaba de caer una.
Seguimos navegando hasta llegar a la Península de Zege.
Desembarcamos en un pequeño puerto para andar un ratillo por un sendero muy majo dónde hay varios puestos de artesanía.
Llegamos al Monasterio de Ura Kidan Mihret, su iglesia es circular.
Las campanas, las piedras que hay son para golpear en ellas.
la iglesia tiene un pasillo alrededor.
Los grabados que tiene son preciosos.
La iglesia es del S. XVI y las pinturas de los S. XVII y XVIII.
Es una pena que las pinturas se vayan deshaciendo, las paredes son de barro y paja y poco a poco van desapareciendo.
Los techos está hechos de paja de Teff, el principal cereal de esta zona.
Y los tambores para dirigir los distintos pasajes de las misas.
La entrada al recinto interior, no entramos.
Y otro tambor, los hay de diferentes formas y tamaños.
No hay un rinconcillo sin pintar.
El sacerdote dándonos sus bendiciones.
Salimos del recinto.
Durante el recorrido al puerto hay montones de puestitos, hay cosas muy bonitas.
Y los crios, ya desde pequeñitos bailan y tocan el tambor de maravilla.
Un impresionante telar.
Impecables peinados, menuda paciencia.
Llegamos al muelle, ha sido una visita muy interesante y tranquila.
En una hora de navegación relajante volvemos a Bahar Dar.
Hay un gran mercado pero no tuve la posibilidad de visitarlo.
Al llegar a tierra era hora de almorzar, muy bien y con buena cerveza, ahora había que seguir nuestro viaje.
Desde el bus sigo viendo cosas de Etiopía.
Diversas tienditas de todo tipo.
Uno de los dos minaretes de la "Mezquita del Viernes" de Bahar Dar.
Y una casa llena de tiendas de moda ...
Y junta a una de esas tiendas otra de billares.
Es increible la cantidad de grupos de chavalería que hay por todos los sitios.
Sigo dentro del bus intentando no dormirme después de comer.
Es todo verde aunque con el color de la ventana se acentúe más.
Hay grandes zonas de bosques de eucaliptus, su madera se usa para todo.
Y talleres para cambiar ruedas aunque dado el estado de las que venden no se cómo estarán las que se cambian, pero, como en otros sitios, aquí no se tira nada, todo vale.
Y, cómo en otros lugares, los andamios me asustan.
Esta vaca tiene sed.
A lado de la carretera puedo ver de todo.
Y unos penachos blancos para espantar algo.
Seguimos carretera adelante y paramos en un lugar muy majo para ver más cosas.
Había una colonia de monos Colobo de Cola Blanca.
Los penachos de las colas.
Estaban algo lejos pero se veían bien.
En cada árbol había un montón.
Y, allí se acercaron, por la curiosidad, poco a poco, casi ni nos enteramos.
Muy majas las dos chavalitas.
Menudos ojazos.
Con Maxime.
Qué pensarían.
De vez en cuando se movían las ramas y cambiaba mi mirada.
Una colmena, vi un montón por todo el país.
Pastizales y eucaliptus.
La chavalita, todo curiosidad, no nos quitaba la vista de encima.
Nos despedimos de las crias, un "Salam" fué suficiente para quedarnos con sus sonrisas para siempre.
Había llovido y caía alguna gota, en seguida se llenan de barro los caminos.
Un taxi, aparecen por cualquier esquina.
Bosques de eucaliptus con montones de tocones.
Aunque por mi tierra donde hay eucaliptus no crece nada, aquí no pasa éso, todo está verde.
Seguimos la carretera hacia Debre Markos, una carretera llena de todo incluídos grandes rebaños de vacas.
Qué, a veces, cerraban parte de la carretera.
Y, otras, nos envolvían haciendo imposible el avanzar.
Y, después de horas de bus, todas muy bonitas, llegamos a Debre Markos, más o menos por el centro del país.
Al llegar al hotel, recoger los bártulos, cervecita rica, y, si se podía, vuelta por los alrededores, pero muchas veces ya era tarde, pues bueno, tranquilidad, cenar, cervecita y ya está.
Agur.