Kaixo, otro año que puedo volver a Nepal, hay que aprovechar mientras se pueda.
Mucha gente me pregunta,
otra vez ? qué tienes allí ? pues a parte de que está allí, por la primera cosa que voy
es para volver a ver a esa increíble cuadrilla de chicos y chicas de Kathmandu. Desde que estuve con ellos una
maravillosa semana, aunque, a veces muy dura, allá por el 2016, no he podido dejar de hacerles visita todos
los años.
Es tanto lo que recibo de estos críos y crías que el día anterior a verlos
no duermo y el día que me despido de ellos menos, aunque este año he podido ir hasta tres veces este
mes de noviembre.
Otra gente me dicen que cuándo me voy, dando por hecho que me iré.
La segunda
razón es por ver a la gente que he dejado allí y siempre me reciben con los brazos abiertos.
Esta
vez me he encontrado con uno de los chavales que conocí el primer año, él era el porteador de
unas chicas norteamericanas con las me junté para ir al Campamento Base del Annapurna, un paseo. Me
reconoció nada más verme, ya me dio alegría. Me comentó que se iba a Amman, la capital de
Jordania, para trabajar durante dos años, deja en el pueblo de Panauti a la mujer y a los dos hijos, le
deseé un montón de suerte, la va a necesitar.
Y la tercera es, si se puede, ir al monte a ver esos
paisajes tan fantásticos y gigantescos.
Esas son las tres causas por las que voy, si no fuese por las dos
primeras, sobre todo por la primera, no se si volvería.
Pero esta vez quiero ir a un lugar que desde hace
muchos años me ha dado una cosa como de fábula, cuento, lugar perdido, escondido entre montañas,
el reino prohibido, como de cuento: el Reino de Lo, llamado así por los tibetanos y Mustang por los
nepalís.
El año pasado me fui de Nepal pensando en volver este año y aprovechar para ir a ver
estos valles y, después de muchos años, he podido verlo y disfrutar de sus impresionantes paisajes,
pero ésto será dentro de unos días.
Este viaje salí de Bilbo y en un "rato"
aterricé en Kathamandu, no vi las cimas del Himalaya, estaba algo nublado, reconocí esas casas de
multitud de colores y tamaños.
Después de los visados, papeleo y cosas de éstas fuí a
buscar la maleta, y ocurrió, miré por todos los sitios, rinconcitos pero nada, no aparecía,
empecé a sudar por todos, todos mis poros, no me lo podía creer, imposible, y ahora qué ? si no
tengo nada, lo que llevo puesto, las botas de monte y los cacharros de foto, no tenía nada
más.
Había un mostrador al que nunca había prestado atención, les pregunté, ni
idea, me dieron unos papeles para hacer la reclamación, de la tensión ni me acordaba cómo me
llamaba, había que rellenar montón de cuadraditos con montón de preguntas,
billete de
avión ... ni me acuerdo.
Puse el teléfono de Udaya, mi amigo nepalí, por si aparecía
que le llamasen a él, salí del dichoso aeropuerto a las tres horas.
Me esperaba Udaya todo
nervioso, le conté la historia, en su moto fuimos al hotel.
Total, que según iba pasando las horas
me acordaba de lo que había dejado en la maleta, ropa de monte, de calle, el "gore", los juguetes para los
críos ...
Y así me pasé el resto del día, la noche sin pegar ojo, al día
siguiente Udaya me llevó a una tienda a comprar algo de ropa, sólo vimos, me dijo que
aparecería a la tarde ... relax ... yo rezando a todos los dioses, diosas, diositos y diositas para que
tuviese razón, y a última hora de la tarde me manda un mensaje diciendo que le habían llamado
del aeropuerto para avisarle que la maleta había aparecido, sin abrir, todo perfecto. Me la trajeron al hotel.
Menos mal que había puesto el teléfono de contacto de Udaya. Al rato me bebí una de las mejores
cervezas de mi vida.
Vuelvo a la realidad, comentamos lo de Mustang, al ir un turista sólo, siempre con
guía autorizado, hay unos problemas que se irían solucionando y mientras le comenté que lo
primero que quería hacer era visitar a la cuadrilla.
"No problem", en este país todo se soluciona
con ésto.
Había llevado unos sencillos juguetes y allí fui con la bolsa de los cacharros, la
primera vez siempre me pregunto si estarán los mismos del año pasado, Diha, Puran, Rosan, Karisma,
Kopila ... los conozco desde hace 4 años.
Llegu antes que ellos, venían de la escuela, que
alegría volver a verlos, estaban todas y todos, pero la primera vez que los conocí había 8 o 9,
ahora ya son veinte, menuda cuadrilla.
Nos saludamos, "namaste" "hello", que nervios, les hubiese dado un atxutxon
... sonrisas, esas sonrisas que me dejan atontado.
Son muy formales, llegan de la escuela, se cambian de ropa,
cada uno ya sabe lo que tienen que hacer, recoger, limpiar, fregar,
hacen de todo ... no tiene nada ... me
consuela que, por lo menos, estudian, tienen casa, les cuidan muy bien, Laxmi, su "madre" es una mujer impresionante,
todo el día currando y siempre con la sonrisa en la boca.
En seguida se acercaron todos,
sabían que "algo" les había traído, unos simples Legos, unos cuadernillos ... cuatro
tonterías.
También un álbum con las fotos del año pasado, verse en las fotos, ya
hicimos risas.
Diha, más maja, el primer año no pesaba nada, se ponía encima de mis pies
y se balanceaba, ahora todavía se pone en mis rodillas y se sigue balanceando pero ha cogido peso.
"Diha"
significa el halo de luz de la llama que hace la velita de las ofrendas.
Una de las habitaciones de la casa,
formada por varios barracones, todos menos ésta son dormitorios.
Se juntaron todos y empezaron a construir
cosas pero son muchos ... veinte ... no hay para todos.
Siempre en el suelo.
Siguiendo las instrucciones, en
seguida le cogieron "el truco".
Karisma y Kopila, las dos chicas que les conozco desde el primer día,
más majas ...
Pero lo que más ilusión les hizo fue lo de las pompas de jabón, el
año que viene otro montón.
La chavalita del medio, es de este
año y todavía no me he aprendido su nombre, todo el rato riendo.
Sabiendo que el año que viene
les llevaré otro álbum con las fotos de estos días, posaban para verse el año que
viene.
Kopila, según me dice Laxmi, es buena estudiante y buena persona, yo ya lo se ...
Más fotos para el álbum.
Sajina, otra veterana, no se
porqué pero siempre aparecía en las fotos con los plásticos para dibujar, el año que
viene se verá.
La da tanto aire que le estallan todos.
Puran, el mayor, ya tendrá 12
años, siempre me enseña el huerto con los vegetales que plantan, también la bici, me dice que
está vieja y algo rota ...
Sajina con sus pegatinas de colores. Desde el año pasado consigo que
sonría, era una chavalita muy seria. Más maja ...
Esta txiki es la órdiga,
veterana, ya tendrá diez u once años.
Kopila.
Karisma, otra desde el principio, siempre sonriendo, desde el primer momento, también
estudia mucho, éso es lo que les digo, que estudien, que estudien mucho.
Globitos por todos lados. El
año que viene el álbum a tope de globitos.
Sonrisas ...
Uno haciendo, el otro cogiendo.
En el interior otros estaban
construyendo cosas, en el suelo ...
Qué tres ...
El avión casi está listo.
Sharu, el más pequeño,
tres años más o menos, menuda pieza, está aprendiendo de 19 "hermanos" mayores.
Kopila.
Raj, la "J" es cómo una "x", este chaval canta con un sentimiento y baila
desde siempre, somos amigos desde la primera vez que estuve con ellos.
Siguiendo las instrucciones.
Karan, la primera vez que le vi, tenía 3 o 4 años, ya tendrá unos 7, era
el más pequeño, jugábamos mucho, ahora es el tercero por abajo pero sigue teniendo el mismo
sueño. Si se siguen levantando a las cinco de la mañana como antes no me extraña.
Pero me tuve que ir, es lo peor de ésto, pero esta vez es más fácil,
volveré en unos días.
Ellos mismos me preguntan si me quedo a dormir, si volveré pronto, les
digo que si, en unos dias, yo mismo me quedo mejor.
Me consuelo pensando que están bien y van para arriba
lo que en este país es tener mucha suerte.
Vuelvo a Kathmandu, media hora en un bus atestado de gente en
medio de un infernal tráfico, pero no me importa, he estado con "la cuadrilla".
Doy unas vueltas por
Thamel. Hace calor y una botella de agua entra muy bien viendo y oyendo el ambiente. Me gusta este "desorden
organizado" aunque, a veces, te quema.
Está como siempre, reconozco tiendas, bares, el mismo rubio que
te vende lo mismo en el mismo sitio durante estos años, calles bulliciosas, calles solitarias, placitas con
templos, poco a poco las tiendas cierran, el ruido de las persianas, me doy cuenta que no he cenado, con los
críos hasta se me ha olvidado, voy a comer unos "mo-mo".
Vuelvo al hotel, a la habitación,
allí está, esperándome, poniéndome ojillos, al final me ha echado de menos, yo
también me he acordado mucho de ella ... cuántas cosas mías tienes ... sin ti no soy nada ... ni
hubiese podido ir al monte ... estoy en tus manos ... la cojo, le suelto la cremallera ... mi maleta ...
Mañana haré un poco de turismo, volveré a la Estupa de Bodnath, hay lugares que no hay que
dejar de visitar aunque los conozca, siempre guarda alguna sorpresa.
Agur.
¡los críos!, ¡qué recuerdos!...vaya anoraks que tienen algunos...están bien estos niños...habrá muchos otros en peores condiciones. Se les coge cariño la verdad. Bueno Andoni, esperando siguientes noticias, con fotos y demás
Kaixo Miren, esos crios ...
En ello estoy, con las fotos, a ratos ...
Aio.