Kaixo, el 21 de Octubre fui a dar una vuelta por la Sierra de Andia.
Había andado por esos lugares unos 10 días antes y me di cuenta de que había más "cositas" que se me olvidaron.
Para ello volví y encontré varios restos arqueológicas, más txaboles tumulares y txokos muy bonitos.
En casi todo el recorrido no hay sendero pero no hace falta, seguir caminitos de ovejas o por donde se te ocurra.
En esta zona hay muchos restos pero, a la vez, algo difíciles de identificar por la cantidad de piedritas que hay en estas campas.
Pero, a la vez, es muy entretenido, es como andar buscando "el tesoro escondido", cada vez que ves uno te da alegría.
Hay varias fotos del mismo por si los buscáis, es más fácil porque si no, los pasáis por encima y no os enteráis.
Salí del túnel de Lizarraga, casi no había salido el sol.
Queso rico venden aquí.
Hacia Dulantz desde el alto de Lizarraga.
En seguida paso por los muros de una sima.
Según voy subiendo el panorama se amplía, un gran mar de nubes con el Aizkorri al fondo.
El sol ilumina las cimas con un par de buitres esperando que haya más calor para "despegar".
Los roquedos de Urbasa, el Aratz y Aizkorri encima de un mar de nubes.
Sigo paralelo a la pista hasta llegar a la Balsa Txiki.
Ya veo el sol, calienta algo porque hace fresco pero se anda muy bien, no hay nadie, no se oye nada.
En seguida veo el dolmen de Sarasa Gaina.
Y su gran galgal.
Camino tranquilamente por las campas hacia el menhir de Sarasako Sakana.
Es muy grande y está partido en dos.
El árbol indica dónde está.
La balsa de Sarasa, lugar tranquilo.
Un espejo perfecto.
Beriain y la ermita de san Donato.
Me tropiezo con una borda debajo de las lomas de Aitzorrotz.
Un lugar muy bonito, fuera de la pìsta principal.
Un rebaño, sus cencerros era lo único que se oía.
Sigo andando, sin prisas, hasta llegar a la balsa de Larraga.
Echo un vistazo hacia atrás. No hay ni una nube y el sol se empieza a notar.
El inexistente camino me lleva hasta a una loma cercana, Artezabal, las vistas hacia las campas de Andia desde donde vengo son preciosas. Distingo la balsas de Sarasa.
Desde aquí tengo la suerte de ver mi siguiente objetivo, un poco más adelante, el menhir de Elordiko Harria.
De gran tamaño aunque está caído.
Al fondo Berian y la ermita.
El menhir ya dejado atrás.
Las nieblas del valle de Ergoiena se van levantando poco a poco.
Un rebaño de ovejas pasan delante de mí, nos miramos sin más, siguen adelante.
Siguen su camino tranquilamente, cómo yo.
Y sin darme cuenta, deambulando pero en buena dirección, llego al menhir de Behorzulo.
Está roto a medio metro de su base.
Las lomas de Dulantz, ya en la sierra de Urbasa.
Y las campas de Andia hacia Beriain, una gozada andar por estos lugares.
Las ovejas siguen su camino.
La balsa de Ikomar y las lomas de Malkaxko, por esa zona he andado hace un par de semanas.
Cerca de esta balsa había una ermita: la de la virgen de Ikomar.
Otra bonita zona con txokos muy majos.
El camino de Ingiri hacia Dulantz.
A la derecha veo por donde quiero bajar, Zamargiñen txabola.
No hay camino, a mi aire, por donde me apetece.
Llegando a esa txabola me encuentro con un bonito lugar, una dolina con un puente natural de piedra.
Como si fuese una gran asa.
Las txabolas de Zamargi y de Ricardo.
Un sitio muy interesante aunque a simple vista no se vea nada más.
Cerca de Ricardoren txabola hay un lugar muy original.
En su interior hay un fuente.
Desde el interior veo la txabola de Ricardo.
El agujero superior.
Un poquito más abajo veo mi primer txabola tumular, la de Ricardoren txabola y la txabola de Zamargi.
Se ve el grupo de piedras que son los restos de la última txabola que los pastores construían encima y, a base de años, en los cuales, a causa de las inclemencias del tiempo, se destruían y se volvía a reconstruir.
Los restos de la txabola tumular de Ricardo y la actual txabola del mismo nombre.
En seguida distingo otra txabola tumular, la de Zamargi (Erriturri) y la txabola del mismo nombre.
El espino me indica su localización.
Detrás se distingue el camino de Ingiri y al fondo las lomas de Malkaxko.
Zamargiren txabola (Erriturri).
Hay muchas en la Sierra de Andia.
El túmulo de la txabola está formado por tierra y restos de materiales, entre ellos las mismas piedras que corresponden a txabolas anteriores destruídas por las inclemancias del tiempo.
A pirncipio de la temporada los pastores volvían a rehacer las txabolas.
Tenían dos pequeñas habitaciones, una para el pastor.
Zamargiñen txabola y la txabola tumular (Erriturri).
Los restos del túmulo de la txabola.
Zamargiñen txabola tumular (Erriturri) y Ricardoren txabola.
Zamargiñen txabola.
Las txabolas de Zamargi y detrás la de Ricardo.
Es una zona muy bonita, pasé un rato entre estas construcciones, entendía más sobre la vida los pastores de esta zona.
Sigo mi camino hacia el fondo de cabaña de Sosaportillo 2 Hego.
Veo una pequeña parte del camino de Ingiri.
La atraviesa unn sendero de ganado. Es fácil de ver.
Cerca de ésta está otro fondo de cabaña, Sosaportillo 1 Ipar.
Es un montículo que, aunque en la foto poco se ve, en el lugar se aprecia perfectamnte.
La del senderito del ganado, Sosaportillo 2 Hego.
Sosaportillo 1 Ipar. y un poquito más arriba la de Sosaportillo 2 Hego.
Sosaportillo 1 Ipar.
Sosaportillo 2 Hego, están muy cerca una de otra.
Sigo mi deambular para llegar a la Txabola de Errero (Erreroren txabola).
Está en una pequeña dolina, un lugar muy majo.
Paso esta txabola y cerca de ella aparece el túmulo de Erremedio 3 mendebal.
A la derecha. Entre los espinos está la txabola.
Mis ojos ya se han acostumbrado a ver los montículos de otro fondo de cabaña tumular.
Bajo al camino de Ingiri para atravesarlo en dirección a la txabola tumular de Soosa 1.
Debajo de unas bonitas hayas.
Sigo caminando, podría hacerlo durante montón de tiempo, una gozada que aumenta cuando encuentro el menhir de Soosa.
Es muy grando y está medio tapado por un espino.
Las campas de Andia, por allá enfrente he andado.
Sigo hacia el fondo del valle, hacia el cromlech de Soosa ekialde 1.
Y, como siempre, el camino de Ingiri que atraviesa el valle.
El cromlech de Soosa 4.
Al fondo Ixiaren txabola, hacia allí voy.
El cromlech de Soosa egoalde 2 ...
... con buenas vistas hacia el valle, adivino, más o menos, por donde he andado.
Veo la borda de Ixiar desde el cromlech de Soosa egoalde 2.
Pero antes paso por el cromlech de Soosa 5.
Desde éste también veo la Ixiaren txabola.
Ixiaren txabola. Otro lugar tranquilo y agradable.
Las preciosas campas, no tienen desnivel, ni altos montes, pero es una zona fantástica en cualquier época del año.
El camino de Ingiri.
Subo un poquito para pasar por una especia de "faja" muy original.
Paso cerca de la zona de Arbeltz, hace unos dias salí de esa curva.
Sigo subiendo poco a poco para llegar a Anuelen txabola.
Distingo mi siguiente resto arqueológico, Anuelen menhir, arriba a la izquierda y una sima delante de un espino, pues hacia allí voy.
Una txabola muy maja.
Anuelen menhir.
También tiene un buen tamaño.
Encima de la txabola del mismo nombre.
Llego a la sima.
Allí al fondo las lomas de Malkaxko.
Poco a poco voy llegando al final, pero antes paso por otra zona con varias construcciones.
Muros para pequeñas huertas.
Parece que está abandonada.
Junto a ella hay otra más pequeña.
Un bosquecillo guarda la borda.
Y ésto es todo, en seguida llego a la túnel de Lizarraga.
Cambio de botas por zapatillas y listo.
Me lo he pasado estupedamente buscado "cositas" por la sierra de Andia.
Es, cómo escribía al principio, encontrar pequeños tesoros que todavía existen en nuestros montes y aprender algo más sobre las gentes que vivían en estas preciosas campas de Andia.
Todavia hay más secretos que descubrir, habrá que volver.
Agur.
Éste es el track de la salida: