Kaixo, el 10 de julio fuimos a visitar una zona a la que tenía muchas ganas de ver, las cuevas rupestres de Las Gobas y Santorcaria entre otras cosas.
Pero este recorrido la añadimos para hacer la "Senda de Micaela Portilla".
Micalea Portilla fue una muy importante mujer antropóloga, historiadora y pedagoga nacida en Gasteiz con muchos trabajos sobre ermitas, antiguos caminos, linajes ...
Además, aprovechamos el cielo nublado y algo de lluvia de la célebre "Vertiente Cantábrica" y nos fuimos a esta zona donde el tiempo estaba más seguro.
Está casi todo el recorrido en el Condado de Treviñu pero por el pueblo de Faido entramos en Araba.
Son unos lugares muy bonitos e interesantes con muchas cosas para ver.
Lugares diferentes, bosques de hayedos, robles, zonas desérticas ...
Al principio estaba nublado pero un poco antes de llegar a Laño despejó de repente y el sol se empezó a notar, pero llegamos bien.
Albaina tiene 4 molinos, pero los visitaremos otra vez que vengamos por aquí.
Salimos de Albaina muy cerca de la iglesia de San Miguel, tanto románica como gótica del S. XVI y construida sobre una iglesia medieval, es muy interesante.
Al lado hay una gran fuente que se está arreglando.
Nos vamos alejando de la iglesia andando por una calle con bonitas casas de piedra.
Enseguida entramos en una pista de tierra.
Colas de Caballo.
Y plantas de girasoles sin girasoles, ya saldrán.
A lo largo del camino hay varios indicadores.
Los campos llenos de amapolas.
Muchas Hierbas de Cupido.
Parte del recorrido pertenece a la GR 38, la "Ruta del vino y del Pescado".
Poco a poco nos vamos metiendo en el monte por un senderito estrecho, al fondo se ven los farallones de las Cuevas de Santorcaria, por allí andaremos dentro de poco.
Debajo de esta gran roca está la primera cueva, la "Cueva de la Dotora".
A la entrada hay un panel, los hay por todo el recorrido.
Tiene un par de leyendas, una cuenta que en ella vivió la última mujer de la comunidad que habitó aquí y le sirvió de vivienda.
Al dejar de usarse de este modo se excavaron tres sepulcros durante la Edad Media sirviendo de panteón.
Los huecos de los enterramientos.
La entrada debajo de la enorme roca.
Indicadores, no te pierdes, estamos a 2 kilómetros de la salida.
A partir de esta cueva hay que seguir debajo de las paredes para ver otras cuevas, las de las Gobas, y volver a este indicador para seguir nuestro camino.
Junto al sendero aparece la Cueva de las Gobas 1.
Estas cuevas se usaron por los eremitas desde el S. IV d.C. y sobre el S. VI se convirtió en un asentamiento de gente de la época visigoda hasta que en el S. X se abandonó y sus gentes se fueron hasta el pueblo de Laño por dónde luego pasaremos.
El suelo está horadado con sepulcros.
A partir de cuando fueron abandonados estos lugares se convirtieron en necrópolis hasta el S. XI.
Desde el S. XI fueron totalmente abandonadas hasta que en épocas posteriores se utilizaron como graneros o lugares para guardar el ganado.
Un par de metros sobre el sendero vemos la segunda de las cuevas, hay que subir para curiosear.
También con sepulcros de la Edad Media.
La tercera tiene una forma muy original, parece un ábside de alguna ermita.
Las cuevas tenían un tamaño más grande que el actual, el tiempo y la gente se ha encargado de modificarlas a sus necesidades, incluso algún tarao tuvo que usar pintura para demostrar que estuvo allí, en fin ....
Las ermitas de esta zona, excavadas en roca, con cruces y grabados de los anacoretas visigodos de los S. VI y VII, no precisamente de los que se ven aquí.
El interior también tienen tumbas.
Las cuevas de las Gobas 4.
Nos asomamos y vemos más estancias dentro de la cueva.
Y sepulcros en el interior.
La salida junto al senderito.
El final del sendero, nos tenemos que dar la vuelta para volver al indicador anterior.
Volvemos hacia atrás, la perspectiva de las cuevas cambian.
Las cuevas de Las Gobas 4.
Estos farallones se formaron en el Jurásico, hace 200 millones de años.
Es roca blanda por lo que es fácil trabajarlas.
Para construirlas se hacían pequeñas ranuras en las que se introducían cuñas de hierro y, al golpearlas se iban abriendo los huecos.
Luego se iba dando forma al interior.
Tanto estas cuevas como las de Santorcaria miran al interior del valle.
Debajo de las paredes, se ve que se ha desprendido alguna parte.
Las cuevas de Las Gobas 5 y 4.
Las cuevas de Las Gobas 3 y su ábside.
Volvemos al indicador y bajamos algo hacia el valle.
Nos encontramos este panel.
Desde el valle vemos el otro lado, los farallones de las Cuevas de Santorcaria, los recorreremos de izquierda a derecha.
En las paredes se pueden ver grandes huecos a los que sólo se podía acceder con cuerdas y poleas, podrían haber sido almacenes de grano.
Algo parecido hay en la Capadocia turca o en las cuevas de Jhong en el valle del Mustang en Nepal.
Las paredes de las cuevas Las Gobas, son 13.
Cuenta la tradición que los eremitas llevaban al extremo el ascetismo.
Su fundador fue el obispo hispano Prisciliano, los priscilianos buscaban la perfección cristiana en la soledad y en lugares alejados y escondidos.
Seguimos el valle, al fondo vemos el pueblito de Laño, dentro de un rato pasaremos por él.
Laño y su iglesia de la Asunción.
Hay indicadores, no hay pérdida.
Las paredes de las cuevas de Santorcaria.
Las cuevas de Las Gobas.
Con huecos a mucha altura.
Hay lo que parece plantaciones de varias especies bien delimitadas.
Andar por aquí es una gozada, silencio, tranquilidad, nos pasó una mujer con un perro que ni se molestó en ladrar, sólo quería jugar con una piña.
Llega un momento que hay que dejar el sendero y cruzar este pequeño puente.
Con el correspondiente indicador, en esa dirección vamos.
Seguimos viendo los farallones de cuevas de Las Gobas al otro lado del camino.
Aquí vemos distintos huecos a diferentes alturas en las cuevas de Santorcaria 1.
El grupo de cuevas de Santorkaria son 18.
En la pared parece que hay huecos para meter algún entramado y sujetar el techo.
Los techos están ahumados por el paso de la gente haciendo hogueras dentro de la estancia.
Desde el interior veo las cuevas de Las Gobas.
Siguiendo el senderito pasamos por delante de otras, las de Santorcaria 2.
Toda la roca horadada.
En su interior se ven varios nichos de más o menos longitud.
El senderito entre los árboles y las cuevas.
Nichos de distinta forma y tamaño, los hay muy pequeños, de críos.
Los que parece una aska o restos de alguna cueva que se ha desmoronado.
Llegamos a las de Santorcaria 3 a 5.
Éstas son muy bonitas.
Con varios huecos.
Los suelos totalmente agujereados.
En el S. VII estas cuevas formaban parte de una aldea, hasta que a finales de S. IX e irse la población a Laño se convirtieron en un centro religioso y un cementerio.
Las paredes parecen de pastel.
Una de las varias señales de la Senda.
Una vez pasado las cuevas seguimos el bonito sendero entre robles.
Seguimos el camino que, sin pérdida, nos llevará hasta un mirador a tres kilómetros de Laño.
En este mirador hay un panel en honor a Micalea Portilla.
Es un lugar en dónde no se oye nada, siguen las brumas pero parece que va despejando.
Vemos las paredes las cuevas de las Gobas y el camino en medio del vale por dónde hemos andado antes, Laño está a la izquierda.
Una libélula, más adelante encontraremos charcas en donde están.
Seguimos el camino entre pinos y hayas hasta el collado del Pericón.
Seguimos hasta llegar a la carretera que une Albaina con Bernedo, pero casi ni la tocamos.
Hay muchas y grandes margaritas, algunas con su correspondiente mosca.
El brezo está a tope.
Ahora toca ir por el centro de un hayedo.
Laño aparece entre los árboles, de repente nos damos cuenta de que ha despejado, cuestión de diez minutos, nos preguntamos si hará calor o calorazo ...
Al principio de Laño vemos su pequeño cementerio.
Entramos en Laño con un cielo azul impresionante.
La iglesia de la Asunción, sabía que aquí hay fuente y estaba con ganas de echar un trago, la veo ahí debajo ...
En esta iglesia hay una campana que la llaman "La campana de Granado".
Pero al llegar, leo el letrero, vaya !!! menuda faena, menos mal que todavía tenemos agua pero con la cantidad que sale a gusto metería la boca en algún grifo, por lo menos vale para refrescarse algo.
Por lo menos tenemos sombra en ese arkupe para almorzar.
Y teléfono por si queremos pedir unas cervecitas.
Hay un panel donde se ven grabados en las cuevas, yo no vi ninguno.
Laño es muy majo, seguimos en Trebiñu.
Con casas de piedra y recorridos hacia varios lugares, estamos cerca de Okina por donde he andado hace muy poco.
Mientras almorzamos vemos un par de personas del pueblo, justo para saludar.
Viejos balcones de madera.
Terminamos el almuerzo, dejamos la iglesia y el aterpe, hasta Faido no hay agua pero la que tenemos nos vale.
Deambulando entre sus callejas.
Salimos a la carretera, sólo es un kilómetro.
De Laño se puede volver directamente a Albaina haciendo más corta la excursión pero decidimos seguir a Faido, no nos arrepentiremos.
Al fondo volvemos a ver las paredes de Las Gobas y Santorcaria, a este valle también se le llama "Valle Santo".
Aquí decidimos seguir a Faido.
El Valle Santo.
Vamos por debajo de otras paredes con bonitos colores.
Algo está buscando.
Llegamos a una cantera de arenisca abandonada.
Venimos de Laño y vamos a Fado hacia la ermita de la Peña.
Hay varios humedales, en esta zona seca parece mentira que haya estos imprescindibles lugares para la fauna.
Libélulas y un gran sonido de las ranas, debe haber a montones.
Pero no vemos a ninguna, sólo el chapoteo cuando se tiran al agua.
Esta charca parece que se ha secado.
Distintas franjas de colores.
Al fondo, y ya por bosque, tenemos que pasar por estas escaleras.
Un bonito bosque de robles que nos quita el calor del sol.
Grandes campos con la hierba recogida.
Subimos algo y vemos las paredes de colores por las que hemos venido hace un rato.
Hay sensación de soledad, silencio ...
Y llegamos a la espadaña de sillería de la ermita de Nuestra Señora de la Peña.
Se ve Faido muy cerca.
Pequeño pueblo dentro de Araba.
La ermita está en la base y en el interior de una gran peña.
Dentro hay una pila bautismal.
Es una de las iglesias cristianas de aquí más antiguas que se conservan.
Está excavada en la roca.
Se construyó sobre una iglesia prerrománica.
Por un senderito muy bonito y viendo Faido vamos a ver la cueva.
Es un pequeño hueco, debajo de la roca y pegada a la ermita.
Debajo de la ermita y excavada en la roca.
La espadaña con la ermita y la roca en donde está la cueva.
Ya estamos cerquita de Faido leemos que sólo nos quedan un par de kilómetros para pasar por la ermita de Granado.
Entramos en Faido.
La iglesia de la Natividad.
Con grandes casonas.
Ésta si, tiene agua buena, una fuente estupenda, aprovechamos la sombra para descansar y beber un agua fresquita.
Viene una mujer, hablamos un poquillo, nos cuenta que este pueblo tiene 18 vecinos de los cuales sólo 6 viven aquí habitualmente.
Nos comenta que reside en Gasteiz y viene a pasar el fin de semana.
Bar? No, no hay para tan poca gente, se traen las cervezas de casa.
Hablamos de los temas de siempre, de dónde venimos y a dónde vamos, nos dice un camino que antes había pero que ahora ha desaparecido, pero hay otro más cómodo y limpio y pasa por la ermita de Granado, le comentamos que por ése pensábamos ir.
Un ratillo agradable, pero nos despedimos.
Ahí se queda la iglesia.
Al salir del pueblo hay una plaza con una casa que tiene pintada su pared con un mural.
Es muy bonito.
Pero seguimos un kilómetro por la carretera, estoy a tope de agua.
23 kilómetros a Gasteiz.
Amapolas por todos lados, los campos son de trigo, cebada, patatas, maíz ...
Hay que subir un pequeño repechito, menos mal que no hace mucho calor.
Grandes campos de cultivos.
Pasamos por la ermita románica de Granado, en al alto de una pequeña loma, es del S. XIII.
La portada el edificio.
Tiene dos ventanales, uno ciego.
Los capiteles están muy desgastados.
Aquí estaba el antiguo pueblo de Granado desaparecido en una epidemia de cólera hace siglos.
En el interior se conserva tres imágenes, las de la Virgen de Granado, Santa Marina y San Bartolomé.
Sólo falta un poco más de un kilómetro para acabar la Senda.
Por terreno liso ya vemos Albaina.
Detrás de campos ya cortados.
Entramos en el pueblo, hace calor pero se aguanta fácil.
Hacia la iglesia de San Miguel.
Junto al coche hay una fuente grande que están arreglando, pero al lado, debajo de una arboleda, hay otra fuente, el agua no está fría precisamente.
Pero se ha quedado congelada ...
Y aquí se acaba la historia, una vuelta muy bonita con muchas cosas interesantes.
Agur.
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