Kaixo, hoy 14 de agosto sige el calorcillo, 29º a las 8 de la mañana.
Nos vamos de esta ciudad tan bonita, Shiraz para llegar a otra todavía más: Isfahan.
Lo único es que tenemos que recorrer 485 kilómetros por el medio del desierto. Pero ni me quejo.
A las 8 desayuno y a las 10 salida, antes hemos comprado unas botellas de agua y hielo para mantenerlas frescas.
Mali compra algo para picotear y nos metemos en el tema.
Hacemos alguna paradita para "particularidades propìas de cada uno y una".
La hora de comer nos coge en el pueblo de Abadeh, a dos mil metros de altitud, cuando hace brisilla se nota.
A mi me fastidia dormir en el bus porque si lo hago no veo nada, que para ésto estoy aquí, pero de vez en cuando la "modorra" me vence y se me caen las pestañas.
Solucíón, coger la cámara e ir haciendo fotos de alguna cosilla que veo, asi consigo fijarme y no dormirme.
Ésto es lo que ví.
A pesar de estar en medio del desierto hay muchas zonas de plantaciónes.
Y muchos rebaños de ovejas.
De vez en cuando veo algún grupo de nómadas con rebaños de cabras.
Grandes extensiones de maizales, estamos alrededor de 2000 metros con montes bastante más altos en donde nieva.
Rebaños.
Pasamos por varios oasis y algún pueblo.
Son rincones muy bonitos. Esos montes tienen mucha altura.
Recogiendo la cosecha.
Más rebañicos.
Y pueblos más grandes. Sigo sin dormirme.
Hay algunas casas en medio dela nada, no quiero ni imaginar el calor que tiene que hacer ... y también el frio ...
Hay grandes espacios donde no hay nada, sólo desierto, por estos sitios si me entra el sueño.
Y, después de comer en Abadeh, llegamos a un lugar misterioso y lleno de magia: Izadkhast.
Cómo muchos lugares de Iran es Patrimonio Mundial de la Unesco y no me extraña.
El risco con la ciudad con el castillo tiene forma de barco varado en la arena.
Este pueblo tiene un Castillo a cuyo alrededor están las viejas casas, un Caravanserai y un puente del periodo Safavida.
Se construyó durante la dinastía Sasanida, 224 a 651 d.C.
Las ruinas del Castillo.
Está en la zona alta de un risco desde la que se ven los restos de las casas antiguas.
Tenía casas de dos o tres pisos.
La Torre de vigilancia y el Carvanserai.
Una panorámica.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Deambulo entre las callejas y no dejo de imaginarme cómo sería en su esplendor.
La entrada al Castillo y a las casas.
Ha estado en uso hasta hace unos 100 años y muy bien conservado.
Todo es de ladrillo, adobe ...
Mucha gente ha venido a remover las piedras para encontrar algún tesoro y lo ha destruyendo poco a poco.
No han encontrado nada, claro !!!
Se distinguen las calles y los puentes que hacían de casa a casa para dar sombra.
Ver desde aquí las grandes caravanas que iban y venían con preciosas mercancías tenía que ser fantástico.
El pueblo se va cayendo poco a poco al ir desapareciendo el risco por la erosión.
A lo lejos se distingue la mezquita del nuevo pueblo.
El lecho del rio está lleno de maizales y algún rebaño.
Mali, nuestra guia.
Una guiri.
En los siglos XVII y XVIII vivían tanta gente en el pueblo que muchos hicieron casas en el lecho del rio, pero éste con varias crecidas deshizo todo, entonces hicieron otro nuevo pueblo en el lugar actual.
Caminar entre estas casas es una gozada, se te olvida el calor, los kilómetros de autobús, me imagino lleno de gente,rodeado de camellos, bullicio ...
Salimos del pueblo.
Llegamos a las puertas del Caravanserai.
se construyó entre los años 1501 y 1736 d.C.
Una panorámica.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Los pasillos donde se cobijaban los mercaderes.
Subiendo al tejado se ve mejor.
Una panorámica.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Descansando al solecillo.
El "Skyline" del pueblo.
Rebaños, verdes, árboles, montes ...
Y ésto es todo por hoy.
Sólo me queda llegar a Isfahan, 135 kilometrillos, paciencia y un par de sueñecitos.
Isfahan, me han dicho que es una maravilla, pero éso será mañana.
Agur.