Kaixo, el 7 de septiembre fuimos dar una vuelta por Aralar, siempre con miles de distintas posibilidades, hoy saldremos de Iribas e iremos por los nacederos de Aitzarrateta del rio Ertzilla, el de Basakitz, río Larraun, pero en medio subiremos a un monte olvidado, tan olvidado que nunca he estado allí arriba y lo he rodeado montón de veces, es el Otansur.
Con un tiempo excelente salimos de Iribas viendo algunas cimas de la Malloa, Subizelaigañe, Irumugarrieta, Aldaon, Egurbea y Beoin.
Pasamos por una fuente, con la cantidad de veces que he bebido ahí y ahora pone que está sin tratar, o sea, como siempre.
Nos encontramos varios indicadores, vamos y venimos bien.
Hay unos tonos muy bonitos a estas horas y con este tranquilo día.
Los últimos pasos para llegar al nacedero de Aitzarrateta.
En seguida llegamos, es el nacedero del río Ertzilla, aunque en seguida desaparece.
El lugar es precioso, digno de Lamias, mana de debajo de la pared.
Hoy tenemos suerte, otras veces no cae ni gota.
En seguida corre entre rocas y musgo.
Desde el nacedero se ve el viejo molino y su Antepara.
Funcionó hasta principios del S. XX.
Con maíz y trigo daba de comer a la gente de Baraibar e Iribas pero una riada se lo llevó por delante.
Volvemos sobre nuestros pasos sobre una elegante calzada.
Seguimos pequeños senderitos por el hayedo.
De vez en cuando hay tala que nos deja ver el Artxueta.
Tiempo de castañas, hojas caídas, colores ... el otoño está cerca.
Llegamos al collado de Burnigurutze o Burdingurutze.
Con su correspondiente cruz de hierro, ni se los años que puede llevar ahí, estas cruces se ponían por alguna desgracia y para que la gente que pasase por este lugar se acordase de la persona que algo malo le pasó por estos lugares y para rezar alguna oración por su alma.
La vieja txabola.
El interior está limpio, más o menos, y en caso de tormenta o hambre viene bien.
Al rato llegamos a la cima del Otansur, no está el camino muy pisado, mejor, pero se llega fácil.
Un ratito para comer algo y seguimos un poco adelante para volver al sendero por el que hemos venido.
Y otra vez a la seguridad del camino debajo de las hayas.
Setas, malas o buenas, hay a montones, el otoño se acerca.
Y patxaranes a kilos.
Indicador a la famosa cueva, hoy iremos por otro lado.
Cerca del indicador está la txabola de Urtxune.
Han plantado manzanos, al fondo vemos a los Txur-Txur, Subizelaigañe, Irumugarrieta, Aldaon, Egurbea, Beoin, Elizkaitz Harri, Oakorri, Artubi ...
Llegamos al sumidero de Ertzilla, por ahí abajo desaparece toda el agua del nacedero.
Continuamos el camino.
Para llega a la imponente sima de Lezegalde o cueva de Iribas.
Tiene unas galerías y bóvedas que excavó el río Ertzilla en el sumidero por el que hemos pasado, en su interior hay formaciones muy bonitas y un lago, estas aguas vuelven a surgir como río Larraun.
La entrada es vertical, hay que usar material, tiene 255 metros de longitud y 35 de profundidad con dos simas.
Seguimos viendo varios paneles, van a muchos sitios muy majos.
Nuestro próximo destino, ahí lo pone.
En seguida llegamos, aunque está a pocos metros del indicador, parece que hemos entrado en plena selva.
No hay nada de agua, habrá que esperar a alguna tormenta o al deshielo.
Lugar intrincado que para andar por ahí a curiosear hay que tener cuidado de no romperse algo.
Montón de tonalidades.
Un poco más adelante están las surgencias del río Basakaitz, se nota cómo sale el agua del interior de la tierra a base de gotas de agua que emergen a la superficie.
Una especie de presa que termina en una pequeña cascada, la zona es encantadora.
Y, al rato, llegamos a Iribas por la iglesia.
Con caseríos y sus escudos.
El pórtico de la iglesia es precioso.
Con imágenes figurativas, algo parecido a un mono y una especia de medallón.
Tres imágenes de personas y una especia de ¿mono? pequeño ..., la del medio, una Dama con una especie de ¿"Toca"? a izquierda una especie de ... no me atrevo a escribirlo por si acaso, pero en otras ermitas también se ve.
A la izquierda una dama de la época?, en el románico muchas ermitas e iglesias las construían las damas del reino.
Hay un libro muy interesante sobre las mujeres del Románico en el País Vasco muy interesante: "Tierra de Damas" de Isabel Mellén.
Para ver los grabados de las ermitas e iglesias de otra forma.
Un león o alguna fiera con una paloma y racimos de frutas.
Desde el atrio veo la cima de Artxueta igual que mucha gente desde hace cientos de años.
La iglesia de San Juan de Iribas, parece una vieja fortaleza.
Pasamos por el pueblo entre grandes casones y sus escudos, también con una cruz grabada en el dintel.
El pueblo es muy bonito, señorial.
Y el gatito se despide de nosotros, todo curioso, que pensará ...
Y esto es todo, una salida muy maja con muchas cosas para ver.
Refrigerio para acabar? claro ... en Lekunberri !!!
Agur.
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