Kaixo, hoy, 14 de noviembre, vamos a hacer una de las más bonitas etapas, de Chele a Geling.
En pleno Reino de Lo, entre 3.000
metros hasta 3.800 m. para llegar a los 3.600 metros de altitud con un desnivel acumulado de 1.600 metros aproximadamente.
Hoy ha salido
nublado, bien para andar pero gracias a este tiempo porque cada vez que salía el sol coloreaba los montes de una forma asombrosa.
Éste es el recorrido total del treck.
Y éste es el que haremos hoy.
El amanecer en Chele es muy bonito a 3.000 metros de altura.
Después de despedirme del chaval del hotel que nos ha preparado un buen
desayuno y echar la pastillita de marras en la cantimplora salimos sobre las 7 de la mañana. La diana ha sido sobre las 6, pero
después de las horas que nos hemos pasado tumbados me levanto descansado.
Las secas paredes cambian de color según les va dando
el sol.
Cogemos
la carretera para subir hasta un punto desde donde se ve, al otro lado del barranco, el pueblo de Ghyakar, al fondo a la derecha, me indica Ghumi.
Hacia allí nos desviamos.
Aquí salimos de la carretera, a partir de ahora será todo camino hasta Syangmochen, todavía queda
mucho.
Junto a
los árboles rojos.
Menos mal
que han hecho el puente tibetano para cruzar la garganta de Ghyakar Khola.
Llegamos al oasis del pueblo entre manzanos, en otra época está verde.
Tiene que estar muy bonito ...
Paso este
bosquecillo totalmente sólo me recuerda a mi tierra, árboles, colores de otoño ... pero aquí todo ésto se acaba
en seguida, todo es árido a mi alrededor pero, a la vez, precioso.
Entramos en el pueblo, poca gente, casi todos están en Pokhara o kathmandu, en
sus tiendas o en colegios los chavales y chavalas.
Entre muros y restos de trancos secos.
Un viejo chorten a la entrada, Ghumi se ha adelantado, parece que estoy cientos de años atrás, es una
sensación que se nota, no se oye nada, sólo el rumor de la banderola agitada por el viento.
En medio del pueblo hay una plaza con un gran charco. Las casas están encaladas
con maderas en sus techos.
La poca
gente que veo, supongo que habrá otras por los alrededores cuidando los rebaños de cabras.
Los caballos son muy importantes para
esta gente.
El
lugares fantástico. Estoy a 3.440 metros de altitud. Para Nepal muy poco.
La chavala lleva encima a dos crios, es muy dura la vida por estos lugares.
Con paciencia los va llevando poco a poco encima.
Es una maravilla.
Hay bastantes árboles en esta especie de oásis.
Los colores de los árboles contrastan con la aridez de los
montes.
Salimos
de Ghyakar, hacia arriba, me encuentro con estos monolitos coloreados por el sol.
Un antiguo chorten.
Una gozada.
Llegamos a un primer collado, 3600 metros, Ahora toca bajar hasta el fondo del
barranco para volver a subir por la otra vertiente.
Estamos un momento, admirando el paisaje.
Llegamos al fondo, luego "toca" subir.
Miro hacia atrás para saber el repecho que hemos bajado, es bonita la
bajada.
Mirando
hacia atrás aparece Ghyakar y sus amarillos árboles. Detrás de ellos veo la carretera ... o lo que sea...
Mientras Ghyakar se aleja distingo en el horizonte los
Yakwakang (6.482m), Thorung Peak de 6.144 metros y el Tilicho Peak, un 7.134 metros.
Entre los dos primeros está el Thorung La, paso que
baja a Muktinath para terminar el track de la vuelta a los Annapurnas.
Unos apriscos para guardar el ganado.
Que, en seguida, se quedan abajo igual que Ghyakar con un horizonte fantástico
aunque la luz no deja que las montañas se muestren como otros días.
Mientras ando veo grandes valles con caminos que van a pueblitos en medio de la
nada.
Al rato
volvemos a la polvoriente carretera que no abandonaremos hasta llegar a Samar, me viene bien para cambiar el paso.
Me entretengo en ver el
espectáculo. Aunque estamos rodeados, en la lejania, de nieve, el resto de la vista muestra un terreno seco, desértico, totalmente
moldeado por el viento, la lluvia, la nieve ... que en esta epoca del año no abunda, aunque en Lo Mantang nevó algo en los montes
que lo rodean hace unos dias ...
Ya he
aprendido que, llegando a algunos chorten, estoy cerca de otro pueblo, en este caso Samar, un grupo de casas con unos rincones que son
difíciles de transcribir lo que se piensa.
Un rebaño de cabras comiendo restos de hierbas, líquenes ...
Llego a Samar, cuando entro en un pueblo me entra una enorme curiosidad por saber lo
que me voy a encontrar.
De
principio, otras dos antiguos chorten., unos monumentos religiosos pintados de ocres y rojos.
Suelen colocar paneles en algunos sitios, aquí nos dice que, un poquito
más adelante de Samar, dejaremos la carretera para coger el camino hacia la cueva de Chungsi y Syangmochen, todavía no sabia todo lo
que iba a ver.
Bosques
que en esta época del año están sin hojas.
La primera casa del pueblo, un hotelito muy majo para descansar.
El crio dando vueltas con el desayuno.
Pensativo ... qué estará pensando viendo
un guiri ...
Su ama
intenta pero no hay forma ...
Haciendo negocios.
Las faldas siempre tienen los
colores azul, rojo, verde y amarillo.
El chaval ya está hasta el gorro del
desayuno.
La madre
lo deja por imposible.
Después de un ratillo y un "black Tea" muy rico y
que entra muy bien, nos despedimos de la mujer y el chaval.
Entramos en el pueblo por el pasadizo.
Las casas
de Samar, su nombre significa "tierra roja" en tibetano.
Un grupo de casa blancas, están debajo de un peñasco dominadas por un
viejo castillo de los muchos que habia en Mustang.
Los tejados bajo las maderas y los molinillos de oración.
Una vez al año encalan las fachadas.
No hay nadie, silencio, voy despacio, para no llegar nunca al final de la
calle.
Los tres
chorten y el pasadizo de salida por el que tenemos que ir.
A ambos lados tiene una vidriera de colores.
Antes de salir no puedo evitar una mirada hacia trás, los chorten dan la
bienvenida o la despedida para que todo me vaya bien.
Atravieso el túnel.
La vidriera del exterior.
Cómo casi siempre, a la salida de los pueblos hay que bajar hasta el barranco y pasar la erreka.
Una calle, al otro lado del muro está el
ganado.
Los
Yakwakang y el Thorung Peak, un par de seismiles.
Entre muros seguimos, había perdido de vista a Ghumi pero me estaba esperando, como siempre.
Otros chorten.
Seguimos bajando.
Y volvemos a la aridez del terreno.
Pero con unas vistas de primera.
Al rato llegamos a una cabaña de pastores para volver a subir a las lomas de
enfrente.
La
cabaña está guardada por un par de perros bastante fieros, Ghumi me comenta que hay que tener cuidado, no conviene arrimarse
mucho.
La
dejamos atrás y empezamos a subir el repecho.
Las vistas son impresionantes.
El Nilgiri, un "siete mil". Al principio de la travesía, hace dias en Kagbeni, estaba casi debajo de él. Que
lejos me parece.
Estamos a
casi 3.600 metros, "solo" 4 kilómetros a la cueva, no tenía que haberlo leido ...
Un lugar para avistamiento de
pájaros.
Allí se ha quedado Samar, en el claro de los terrenos, la cicatriz de la carretera se ve desde todos los
lados.
Hace rato
hemos dejado la carretera y por un camino increible llegamos a otro collado, a 3.800 metros.
Samar y el puente tibetano.
Una tierra de colores según el sol ilumine el terreno.
Ghumi aparece pequeño, todo es grande por aquí.
Vuelvo a mirar hacia atrás, tengo que hacerme a la idea de las
dimensiones de todo. Vamos poco a poco andando, recorriendo etapas ...
Hacia adelante, rodeados de montañas nevadas, muy cerca en línea recta,
parece mentira como cambia el terreno en poco kilómetros.
Un terreno totalmente erosionado por la lluvia, vientos, nieve ...
Llegamos a otro collado, a la misma altura que el
anterior, sobre los 3.800 metros.
Un descansito viene bien y no hace frio, allí, tirados en el camino, tranquilamente, Ghumi se echa un
cigarrito, me mira diciéndome que es malo pero que le gusta, me dice que también hace deporte ...
No se, pero sube y anda de
sobra y lo bueno es que cada vez lleva más paquetes, según pasa por los pueblos va comprando cosas para su casa, hasta le
ayudaré a comprarse un pantalón en Lo Mantang.
Desde el collado se ve por dónde tenemos que bajar, unos 330 metros hasta la cueva de Chungsi.
No se
cuántas veces le digo a Ghumi lo precioso que es todo ésto.
Me indica el camino por el que tenemos que bajar, allí abajo
y, seguidamente, meternos por el hueco entre los paredones. Las vistas son fantásticas, las fotos no muestran la increíble cantidad
de colores que se distinguen.
Encima de
los cañones veo las tres casas de Yangmochen, pero todavía no me doy cuenta de lo que queda.
Vamos bajando poco a poco, hay que disfrutar de estos caminos hacia el fondo del
cañón.
Enormes
paredones que cambian de color según la luz.
Pulsa en la foto para verla en grande.
El sendero es ancho, las olas de nieve de aquellos montes detrás
de esas lomas coloreadas, áridas ...
Parecen
los cañones del Colorado, es una maravilla.
Seguimos bajando hacia ese hueco entre las murallas.
Yangmochen lo
veo cada vez más arriba.
Tierras
desérticas, tiene que ser una gozada adentrarte por esos parajes en medio del reino de Lo.
Enormes cañones donde no se ven la salida.
De repente, un árbol !!!, hoy veremos dos por esa zona.
El senderillo hacia el cañón de entrada a la cueva de
Chungsi y la subida hasta Yangmochen.
El
segundo árbol, retorcido por los vientos.
Entre las múltiples revueltas aparece Ghumi, sabe que me paro a hacer fotos, él mismo me indica algunos
lugares desde donde se ve el grandioso panorama.
Alguien nos vigila desde la derecha ... nosotros siempre hacia abajo.
Montones de cicatrices hechas por las lluvias.
Bhumi, allí, en la esquina del camino, pequeñito ...
Gargantas perfectas.
Nos adentramos en el cañón de la cueva, cada vez más
estrechito.
Hay miles
de cuevas anteriormente habitadas, en mitad de la pared, a la derecha.
Según me comenta Ghumi, antes había un senderillo en
horizontal para llegar a ellas ...
Según vamos bajando, veo la salida hacia el pueblo de Sayangmochen.
Sigo viendo las cuevas.
Casi hemos llegado al fondo de la garganta, por el senderillo hacia la derecha saldremos, pero nosotros iremos hacia la
izquierda para visitar la Cueva.
El
puentecillo para cruzar la erreka, parece mentira que haya agua, pero estamos rodeados de grandes montañas nevadas.
De la erreka tenemos que subir unos 100 metros para llegar a los
agujeros de la cueva.
Antes paso
por otro hueco tapado con una pared.
Y la zona
del monasterio, es impresionante y muy importante en Mustang.
Al final hay unas escaleras con barandilla.
Y llego al monasterio en la cueva de Chungsi a 3.500 metros de altitud.
La cueva
de Chungsi es natural.
Es como si
el tiempo hubiese atrasado cientos de años.
Bajo relieves en cualquier piedra.
Ghumi me comenta que hay formas manchadas desde hace muchos años ...
El interior de la cueva, llena de pañuelos de oración y piedras
grabadas con inscripciones Mani.
Delante de formaciones de la cueva hay Tankas
tibetanas.
Formaciones de roca pintadas de negro.
Dicen que es
la figura del maestro Atisha.
Otras
extrañas formaciones también pintadas de negro.
Dentro de
la cueva hay un pequeño pasillo con algún chorten y pañuelos de plegarias.
El lugar es fantástico y apenas hay luz.
Hay otra figura dentro de una zona pintada de naranja con la forma de Buda.
Se da la vuelta por dentro, todo llenos de pañuelos.
Lleno de formaciones de la propia cueva.
Ghumi se queda delante de la figura de Buda.
Inscripciones budistas aprovechando la roca.
Figuras de pequeños chorten.
Esta cueva también se le conoce como Rangchung.
Hay varias dependencias para los monjes.
En una estantería hay bolsas de pañuelos, potes y, lo que más me
asombró es que también venden "casettes" con cantos budistas. Cerca hay una caja para hacer donaciones.
Todo lleno de colores.
Es un lugar muy popular de
peregrinación.
La
tradición cuenta que el Guru Ringpoche estuvo meditando en de esta cueva en el S. VIII.
Pasear por ese pequeño lugar descubriendo cosas es fantástico.
Un gran panel de arcilla con muchas imágenes de
buda y de oro incrustadas.
Mires a
donde mires y desde cualquier lugar es una maravilla, además no hay nadie y, de vez en cuando, se oye el ruido del agua caer por el
barranco.
Lugares
estrechitos, mirando a izquierda, derecha ...,
En este lugar hay una pequeña puerta y una cocina.
La puerta de entrada y el enorme cascabel que suena al abrir y cerrar la puerta.
El monasterio está colgado del barranco.
Hay una pequeña dependencia para hacer ofrendas, Ghumi llevaba un par de bolsas
enteras de grano y más cosillas, allí las dejó en plan ofrenda, los monjes las recogerán.
Yo me retiro un poco
para dejarle tranquilo, a su aire.
La casa
principal, pequeña, antigua.
Salimos y
vemos que está colgada del barranco, veo desde dónde hemos subido y las enormes paredes.
Las escaleras y el barranco creado por la corriente del rio, al fondo giraremos a la
derecha para subir hacia Yangmochen.
Vamos
bajando poco a poco.
Una vez
en el fondo del barranco, tenemos que empezar a subir.
Nos cruzamos con una familia de peregrinos.
Luego me daré cuenta que ya tienen mérito las abuelitas
para bajar y luego volver a subir este repecho ...
Después de cruzarnos y mandarnos nuestras mejores
bendiciones que para éso estamos en estos lugares cada cual sigue su destino.
Ghumi me indica por dónde tenemos que ir, casi no se distingue, sólo es
seguir la huella del senderito.
Vamos
subiendo poco a poco, entre enormes paredones.
De allí abajo venimos, la cueva está en el desfiladero de la derecha.
Al rato llegamos a syangmochen, unos 330 metros más arriba.
Me ha costado un
montón, la espalda me está fastidiando de lo lindo, me paro un par de veces y mientras subo intento, mientras veo el imponente
paisaje, pensar en por dónde estoy andando: Mustang, tantas veces soñado y ya estoy aquí.
Mustang, cerrado al extranjero
hasta 1991, los laberintos de los cañones por los que estoy andando hoy, las abuelitas que tendrán que subir los 300 metros que
tanto me están costando, seguro que a mí más ..
Llegamos a la carretera para, en seguida llegar a Syangmochen sobre las
dos de la tarde.
Paramos en un hotel que hay entre las cuatro casas que comforman el pueblo encima de un collado.
Me quito la mochila, tomamos un "black tea", también muy rico y
un chapati con miel muy rico.
El "Bath room" del hotel.
La carretera, un par de hoteles, alguna casa ...
Y una estupenda gasolinera.
Dentro del hotel, como siempre muy acogedor, descanso un ratillo.
Lleno de cuadros de familiares.
La cocina, siempre están limpias y ordenadas.
Ghumi ya casi
ha decidido dormir aquí y seguir mañana a Geling pero después de descansar he recuperado bastante, le pregunto que
cuánto queda a éste pueblo, me comenta que más de una hora y hay que subir hasta el collado de Syangmochen, algo mas de 100
metros de desnivel.
Cómo aquí no hay nada que hacer y Geling es mucho más interesante, decidimos seguir.
vuelta a coger
la mochila y para adelante.
Subimos
al collado a más de 3.800 metros, veo el pueblo de Syangmochen, efectivamente, no merece la pena quedarse aquí si se puede
seguir.
En el
collado la vista se amplia, he subido sin problemas, muy bien.
Delante de montañas nevadas, se abre una zona de montes cortados, una maravilla.
Según cómo de el sol los montes se iluminan, no se cuántas veces
le digo a Ghumi lo que me gusta su tierra, como siempre me responde y me sonríe.
Es enorme, mucho más de lo que parece.
Y al poco vemos Geling, en medio de la aridez de estos montes, en medio de su oasis
correspondiente.
Cada vez que he subido a algún collado me he asombrado de lo que veía.
Un bonito chorten nos da la bienvenida. Veo el hueco superior por donde meten alguna
reliquia de algún lama y objetos sagrados.
Disfruto viendo semejante paisaje y andando sin problemas mucho más.
Las sombras del sol me encantan.
Las montañas nevadas, la oscuridad de las
sombras, los colores del sol, es bestial.
Pulsa en
la foto para verla en grande.
Seguimos, ya de bajada, el camino hacia Geling, me alegro de haber seguido andando.
Geling lo veo al fondo.
No me reprimo mirando hacia los montes dorados.
El Yakwakang (6.482m) y el Thorung Peak de 6.144 metros
separando el Thorung La Pass.
Las oscuras lomas de Mustang.
Es una maravilla andar viendo ésto.
Gargantas comidas por los torrentes, todo cicatrices.
Geling a lo lejos.
Amarilos, ocres, nieve ...
El oasis de Geling, fuera de invierno está todo verde.
Un valle precioso.
Los ahora secos campos de ceral, patatas ... sauces.
Y otra sorpresa, cruza por encima de nosotros un
Quebrantahuesos.
Bhumi va un poco más adelante, le aviso, nos quedamos los dos parados ... otra maravilla.
Da un par de vueltas encima de nosotros como queriendo que le
viésemos en todo su explendor.
Llegamos
a Geling a casi 3.600 metros, no parece, tampoco hace aire ni frio, si paz, tranquilidad ...
En el hotel nos abre la puerta este chaval, pues nada, "namaste" y adelante.
Dejamos la mochila en la "room" y vamos a beber un "black
tea", que bien entran. Un descansito.
Hemos llegado en una hora desde Syangmochen. Me alegro de haber llegado hasta aquí.
El patio interior del hotelito y las habitaciones.
Las mujeres siempre limpiando, cocinando, llevando y
trayendo cosas.
Ghumi me
dice que si quiero que me enseñe el pueblo, yo encantado, se lo agradezco porque podía haber terminado y no decirme nada, persona
maja. Además, ya se ha echado el cigarrito ...
Casas blancas con banderolas y maderas en el tejado. Ya tienen material por si me tienen que incinerar.
Hierba encima de los tejados, debajo guardan el
ganado.
Casas
diseminadas debajo del monasterio.
Llegamos
a un chorten precioso, menuda sorpresa !!!
Con sus
correspondientes molinillos.
Es muy
bonito.
A su
alrededor relieves de elefantes.
Las
callejas de piedras con huecos para el ganado.
Caminando llegamos a unos molinillos.
Junto a un antiguo chorten, es una gozada andar y ver todo ésto.
La hierba encima de los tejados de los corrales.
Lugar apacible, tranquilo ... pero tiene que ser muy duro ... no me imagino
ésto hace cientos de años ...
Las vacas
andan a su aire, supongo que sabrán de memoria su camino.
La erreka, todos los pueblos tienen agua.
Se asoma curiosa, a pocos guiris nos han visto estos días, yo, desde luego,
muy pocos, por ahora sólo tres sin contarme yo.
Inmenso paisaje.
El
hotelico, gente muy agradable, de la abuela al nieto, sonriendo ...
El chaval de la familia del hotel, muy majo.
Pero que aburrimiento, pocos crios de su edad hay, estarán en casa, a estas
horas de la tarde siempre se levanta un viento y se nota que estamos a 3.600 metros.
El típico vestido de las mujeres.
Y siempre el mismo problema, "ven aquí que tienes los cordones sueltos y te la
vas a pegar ..."
Empieza a
hacer fresco por el viento, hay que meterse dentro.
El patio interior, limpio, con las habitaciones a su alrededor.
Me meto en la mia,
todavía es pronto y me tiro en la cama, a ver si la espalda descansa.
En el comedor, junto a la cocina, hay tiempo para escribir o para que venga alguien
de la casa y me pregunte que de donde vengo, no conocen el lugar, pero en cuanto les digo que vivo cerca de algún equipo de fútbol
determinado que no lo pongo por no hacerles propaganda ya se dan cuenta más o menos de donde vengo, de todas formas de muy lejos.
Yo
encantado.
Se junta
una cuadrilla de gente, hay un ingeniero hindú de telecomunicaciones con su "manager" que están colocando cables.
Nos juntamos
unos 10, Bhumi y otros se dedican a cenar oveja con especias, me invitan, les pregunto si pica, noooo !!! me dicen ... les tengo que creer ...
bueno, pica bastante pero la solución la tienen fácil.
La solución es unas botellitas de ron que la mezclan con agua.
A
mi me dan un chupito, me lo bebo sin agua, para probarlo mejor tal cómo es.
El problema es que me sabe bien y me entra mejor.
Me
traen un Chowmein muy rico y con el traguillo de ron mucho mejor.
Me invitan a otro, ellos ya se han trasegado alguno más, yo, "por no
hacerles el feo, jeje !!!", me bebo otro, sin agua, está fuerte.
Me vuelve a entrar muy bien y me doy cuenta de que éso va a ser
un problema dentro de un rato, me acabo la cena, me ofrecen otro, otro ? no, no !!! hacemos unas risas, si mañana no tuviese que volver a
andar no se lo que hubiese ocurrido, que rico ron ... que bien me está entrando y éso es peligroso ...
Termino de cenar, para
desayunar pido un "Baquit" que es una especie de chapati con miel, en la hoja del menú pone "Buckweat Bread", para ir al monte alimenta un
montón y está muy rico. Apuntado para otra vez.
Meto agua en la cantimplora con la dichosa pastillita para mañana.
A
las siete y media a la cama, como siempre, a pensar en todo lo que he visto.
Hoy ha sido un día estupendo, fantástico, los
pueblos, chorten, los maravillosos colores en impresionantes gargantas ... la cueva de Chunsing, lugar de peregrinación, impresionante ...
el ron .. me duermo ...
Agur.
Éste es el recorrido de la etapa: