Kaixo, hoy es 17 de noviembre, para las 7 ya estamos arriba, el tiempo es fabuloso, ni una nube en el cielo, una maravilla de
azul.
Desayuno lo de siempre, "Baquit", una especie de chapati algo gordito con miel y mermelada, además de un par de tés y
ya tengo para toda la mañana.
Hoy veré un sitio que tenía especial curiosidad porque lo había visto antes en
videos por la red, las "Cuevas de Jhong" o "Cuevas de Shija Jhong".
Éste es el recorrido de hoy.
De Lo Mantang iremos por la
carretera hasta Choser, aquí se deja la carretera que va a Tibet.
Y de Choser en seguida llegamos a la zona de las Cuevas de
Jhong.
Avanzamos por el valle del rio Nhichung Khola.
Qué lejos se ha quedado el paso entre el Dhaulagiri y el Nilgiri ... y Jomsom ... allí, al fondo.
El valle del rio es el único lugar donde hay campos y cultivos aunque, en otros valles donde hay grandes rios,
también existen pueblos y cultivos.
Éste es el recorrido total.
Salimos de Lo Mantang, todavía me sigue pareciendo espectacular.
En la cima del último monte hay ruinas de los muchos castillos o fuertes
que había por esta zona, lo veré desde distintos lugares.
Son anteriores a la fundación el reino de Lo.
Piedras
"Manis" con "Mantras".
Casi
todos los pueblos están situados sobre colinas, para seguir nuestro camino hay que bajar al barranco, donde siempre hay agua, y volver
a subirlo por el lado contrario.
Hoy a la
noche ha debido de nevar algo en la cimas de los alrededores.
En el fondo del barranco, bonitos lugares con torrenteras de agua.
Al subir
al otro lado del barranco, veo las murallas de Lo Mantang.
Distingo la torre del Monasterio los Chorten, una gozada, parece que llevo por
estas tierras montón de tiempo ...
La luna casi llena encima de "cinco y seis miles".
Caminando, en cualquier recodo del sendero paso por debajo de antiguos Chorten,
llevo viéndolos durante días, al principio me causaban sorpresa y todavía me siguen causando lo mismo.
Se ven
restos de pinturas, hace cientos de años tendría que estar muy bonito.
En cualquier rincón.
Estas edificaciones son templos budistas que
conservan cenizas de algún lama.
No veía a nadie por el camino, a ratos iba con Bhumi pero en seguida me quedaba atrás.
De repente
alcanzamos a una mujer.
Iba con
un cesto a recoger hierbas y maderas.
Bhumi se
juntó ella, hablaron un rato aunque al ser un idioma distinto pero parecido, Lowa, hay palabras que no entendía.
La mujer
iba al pueblo cercano, nosotros seguiríamos hacia Choser y las cuevas, allí, al fondo, debajo de esas rocas rojas.
El
paisaje es enorme, grandes distancias para cualquier cosa. Diferentes tonos, sombras ...
Pulsa en la foto para verla en grande.
En
las planicies, ahora secas, pastan montones de caballos.
El monte del castillo que veía desde Lo Mantang, los enormes montes
nevados, una preciosidad.
Hay
varios pueblos por esta zona, al otro lado del barranco.
Grandes paisajes.
Cuántas veces habrá recorrido el mismo camino recogiendo maderas,
verduras ...
Hacia
esas rocas rojas me encamino, no tengo ninguna gana de llegar, quiero guardarme estos paisajes en la memoria, no hay nadie, soledad ...
La luna
vigilando uno de los fuertes.
El puente
tibetano para atravesar el barranco. Allí nos despediremos de la mujer, unos "Namaste" y unas sonrisas.
Atravesará el puente, le perderé de vista, pero
seguramente volverá a hacer el mismo camino ...
Nos encontramos con largos muros de piedras pintadas.
Grandes campos ahora resecos, pero en su época están
todos cultivados con cereales, patatas ...
La "carretera" nos lleva hacia nuestro destino, no hay otra camino, encima de la loma veo otro castillo.
Aunque no
hace frio hay errekas que están congeladas de las gotas.
Al final no se por donde pasa el agua en época de lluvias, Bhumi me dice
que todo está inundado, vamos por el cauce del rio.
Restos de castillos en cualquier loma.
Viejos puentes para cruzar el rio, todo es enorme.
Allí al fondo, seis, siete, ocho miles, los Annapurnas, Nilgiri
...
Cualquier
piedra es buena cuando hay elecciones.
Viejos
Chorten erosionados por el aire, lluvia, polvo ...
Seguimos nuestro caminar, las rocas rojas del fondo cada vez más cerca.
En esta zona los caballos han sido de gran ayuda para esta gente, los hay a
cientos.
Poco a
poco entramos en Choser.
A primera
hora de la mañana hay que hacer ofrendas, encender unas ramitas y hacer humo.
Extendiendo el humo en todas direcciones.
Está encima de tejado de su casa, con un increíble
panorama.
Me alejo,
el humo se va extendiendo, a estas horas del día hay una sensación especial, es una gozada ...
Un grupo de piedras en medio del cauce.
En estas épocas las escuelas están cerradas, los chavales
y chavalas están en Pokhara o Kathmandu estudiando.
Bhumi siempre un poquito adelante, aunque muchas veces vamos juntos y aprovecho
para decirle lo impresionante que es esta tierra, al ir sanado fotos se adelanta sin querer y aprovecho para que salga en alguna.
Los
paredones rojos cada vez más cerca.
Miro hacia atrás, nadie, grandes montañas ...
Un descansito viene bien, Bhumi aprovecha para echarse un cigarrito, me mira
siempre que lo hace, nos echamos unas sonrisas ...
Yo aprovecho para mirar, ver ...tonos, colores ... me quiero empapar de esta tierra, no se si volveré
pero si tengo oportunidad ...
De
repente, la tranquilidad se corta, un gran rebaño de cabras con sus cencerros hace que mire hacia él.
Hay cientos, levantan una gran polvareda.
Recorren grandes distancias para llevarlas a pastar.
En marzo del año
2019 hubo unos grandes nevadas que mataron a cientos de ovejas y cabras de mohntaña.
Seguimos hacia Choser.
Un bonito Chorten nos da la bienvenida.
Las colinas están llenas de viejos castillos.
Ya en estos paredones empiezo a ver cuevas, ahora están abandonadas pero muchas ya las usaban hace miles
de años.
El cauce
del río y las montañas recortando el cielo, parecen de mármol ... es muy bonito.
Viejos restos de construcciones por cualquier lugar encima de colinas.
Restos de
castillos y Chorten en cualquier loma.
Llegamos
a Choser, aunque estamos a quince minutos de las cuevas, ha que hacer un amaiketako, un té entra estupendamente.
Prometo
que el agua no está fría ... está congelada.
Luego volveremos a descansar un ratito y ver el ambiente, ahora ha que seguir
hacia las Cuevas de Jhong.
Esas
paredes están plagadas de cuevas.
La luna me sigue enseñando bellos panoramas.
El valle es muy ancho y las errekas bajan congeladas aunque no hay
sensación de frio estando a 4000 metros.
Un desierto árido siempre mordido por el viento.
Hay varios lugares para visitar pero algunos están lejos y hay que coger
un jeep.
Uno de ellos es el Gompa de Garphu, pero ahora está cerrado, lo están renovando, una pena.
Los murallones donde antes también vivía gente en
cuevas.
El lugar
es fantástico.
Andando
por el cauce del rio, veo la pared con unas escaleras para acceder a las cuevas de Jhong.
Tengo que subir a la explanada de la derecha
para seguir por encima de las rocas.
El lugar
es increíble, con unos colores preciosos según cómo ilumine el sol.
Órganos construídos por el agua.
La explanada de las cuevas de Jhong, distingo las escaleras para
acceder a ellas.
Ya estoy
debajo del paredón de las cuevas de Jhong. Otro lugar al que, por fin, llego y veo.
Las vistas son excepcionales hacia el pueblo de Choser y las montañas
nevadas.
La
escalera de acceso.
En la
explanada hay un campo de fútbol.
Ya dentro de las cuevas hay una exposición de antiguas herramientas.
Cencerros.
Antiguas vasijas de barro.
Una piedra de moler.
Al pasar entre los túneles hay ventanas que dan al precipicio.
En las
cuevas se han descubierto esqueletos de más de 600 años de antigüedad.
O hacia los grandes montes.
El lugar es insólito, pasillos entre diferentes salas.
Con
escaleras para subir de un piso a otro.
Subo las escaleras sin saber que hay por ahí arriba.
Con salas y diferentes huecos para dormir o guardar cosas.
Túneles que unen diferentes huecos, es increíble, está todo el monte agujereado.
Se supone que
hay más 10.000 cuevas en Lo Mantang.
Muchas ya están exploradas.
En algunas cuevas, más alejadas, hay Pinturas budistas y se han
encontrado esculturas, manuscritos y utensilios de los siglos XII y XIV.
Estos manuscritos eran tanto de la tradición Bon y de la
religión budista.
La religión Bon dominaba en la región anteriormente al budismo.
El Bon era una antigua
tradición Chamánica y Animista tibetana y ha sido reconocida como una de las seis escuelas espirituales del Tibet.
La
mayoría de las cuevas están escavadas en el acantilado o en forma de túnel desde arriba.
Tienen 5 pisos de altura y varias decenas de habitaciones.
Las cuevas
tienen miles de años.
Antiguamente también se usaban como cámaras funerarias, para esconderse de los enemigos y,
cuando dejaron de usarse se convirtieron en lugares de meditación y en monasterios (Gompas).
Echándole un poco de
imaginación alguna expedición sospechaba que estas cuevas podían estar unidas al valle oculto de Shambhala.
Shambhala
es un reino mítico escondido en algún lugar del Himalaya.
Su capital podría estar en la cima del
monte sagrado "Kailash" de 6638 metros.
Los túneles no tienen muchos altura.
Y para bajar hay que andar con cuidado.
Las ventanas tienen vistas hacia todos los rincones.
Todavía no se sabe quíén y para qué se
construyeron.
El agujero
con la escalera para subir a otro nivel.
Con vistas preciosas hacia Choser.
Bhumi anda por ahí, tiene ventaja, es bajito.
La explanada en la base de las cuevas.
Mientras los reyes de Mustang
vivían en palacios, la gente vivía en estas cuevas, muy anteriormente escavadas y, poco a poco, fueron dejando estos lugares
para bajar a construir pueblos al valle.
En algunas se han descubierto esqueletos y cuerpos momificados de hace 2000 y 3000
años.
Al cabo
del rato salimos de las cuevas, a la entrada hay una mujer que revisa el billete que hemos cogido en Choser. También cuida las
mochilas que trae la gente.
Parece que tiene sueño ...
Pero al salir le espabilamos para coger la mochila.
La zona es un desierto asombroso que se va modificando poco a poco por
la erosión.
Distintos
agujeros de cuevas.
Una
última mirada a las ventanas.
Todo ese
murallón está agujereado en todas las direcciones.
Vamos bajando poco a poco hacia el pueblo de Choser.
El paisaje lunar.
En las ventanas veo gente que se asoma y algún balcón sostenido
por maderos para sostener las piedras.
Seguimos
bajando.
El
estrecho senderito de bajada.
Mientras
un rebaño de vacas suben, sólo ellas saben a dónde irán.
Es una barbaridad de paisaje, desde luego la foto lo desmerece.
Pulsa
en la foto para verla en grande.
El
barranco por donde va el cauce debajo de las zonas de las cuevas de Jhong.
Aquí veo el ancho cauce del rio Nhichung Khola, ahora es un simple
arroyo.
Castillos
en la punta del monte.
Encima de
nosotros sigo viendo fuertes.
Llegamos
a Choser, nos tomamos otro rico té y, de paso, veo el ambiente.
El hotelito y el patio interior.
Las cocinas siempre están limpias y las cosas perfectamente
ordenadas.
Hay que
peinarse para estar guapa.
Normalmente tienen pelo muy largo para hacerse largas coletas.
Con el traje típico de las mujeres.
Allí al fondo, está el jeep que se convierte en la oficina donde
hemos comprado la entrada.
La mujer
sigue durante un buen rato cuidándose el pelo.
Por ahí viene una chica con su cesto correspondiente.
Llega
elegante pero cansada.
Mientras
estoy sentado en una mesa al solecillo aprovecho para mirar.
Hay ambientillo con gente que viene y va. El hotel también es tienda
para vender de todo.
No soy el
único que estoy al sol, se está estupendamente y, yo. viendo a la gente me lo estoy pasando estupendamente.
El gran
cauce del rio, parece mentira el agua que puede llegar a caer por aquí.
Al cabo del rato, y aunque no me apetezca nada, me levanto y nos disponemos a
volver, unos "Namaste" de despedida y listo.
Pasamos por el Chorten.
Nos volvemos a encontrar con una mujer, la misma de la mañana ? no, es
otra pero está haciendo lo mismo, un fondo impresionante.
Me fijo en los tonos suaves de los montes de mi alrededor.
Me voy
alejando poco a poco.
Esta
pareja de Chorten se despide de nosotros.
Bhumi pasa por la izquierda de los banderines de hoy a la mañana, es espectacular caminar por estos lugares con
ese fondo.
Realmente
bonito.
Restos de
castillos. me asombran la cantidad que hay.
La gente lleva sacos con sacos de semillas para otra temporada.
Distingo la loma con otro castillo y el colladito para cruzarlo y, desde
ahí ya veremos Lo Mantang.
Muros
pintados junto a pequeñas aldeas.
Enorme, andando desde la izquierda a la derecha.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Hay
varios Chorten que dirigen a las lomas donde hay otros.
Un larguísimo muro de piedras coloreadas.
Pequeños pueblitos a lo largo del camino.
Pulsa
en la foto para verla en grande.
Una
cuadrilla de una especie de palomas.
Pulsa
en la foto para verla en grande.
Grandes espacios llenos de manadas de caballos.
Parecen de tiza.
Otro de los muchos y grandes fuertes del territorio.
Al ratillo llegamos en Lo Mantang, hay que bajar el barranco, las
murallas de la ciudad están al otro lado.
Por el
barranco baja el cauce con gran cantidad de agua, parece mentira.
Hay que subir hasta las murallas.
De allí veníamos, por allí están las cuevas.
Nos
recibe un molinillo de oración.
El Chorten
y otro fuerte.
A estas
horas en el pueblo hay ambientillo.
En la
calle principal hay bastante gente entre tiendas y tomando el sol.
Ya hemos hecho la lavadora ...Bhumi se ha metido en el hotelillo y yo aprovecho
la ocasión para ver.
A las
entradas de las tienditas siempre hay gente esperando, hablando con la que se cruza, a gusto.
La calle principal.
Se reúne gente para charlar, yo me he sentado en una esquina viendo el
ambiente. No tengo prisa, sólo tengo que mirar, oír para no olvidarme nunca.
Después de colocarse bien el pelo hay que sentarse para hacer
tertulia.
Gente va
y viene.
En las
entradas de las tiendas ponen cortinas típicas tibetanas, son muy bonitas.
Muchas mujeres aprovechan estas horas para arreglarse el pelo.
Mientras
el panorama hacia los montes es fabuloso.
El hombre y su caballo, este animal es muy importante para estas gentes.
Por otra calle las vacas suben y bajan, supongo que sabrán a
dónde van.
Un
té siempre entra bien.
Para
echar unas tertulias.
Se
respira tranquilidad, no hay ruido, a lo mejor en otra época con más gente ya habrá más jolgorio.
Sobre
todo cuando hay festivales, en enero y febrero, no me importaría volver en esas épocas ...
Siempre hay alguien que está sonriendo.
Gente paseando tranquilamente entre las calles rodeadas de grandes
muros.
Todas las
mujeres llevan largas coletas.
En cuanto
salgo del pueblo y los campos todo se vuelve tierra con viejos Chorten comidos por la naturaleza.
El agua está canalizada, no se pierde ni una gota. Siempre hay
agua.
El monte
con el castillo.
Sigo
vagabundeando por el pueblo y entro en el interior de las murallas.
Siguen los hombres reunidos en la placita, a las tardes es la hora de la
reunión.
Y en las
pequeñas placitas también hay reuniones pero sólo de mujeres.
Entre rezos con sus grandes rosarios.
Tranquilidad, pasar el tiempo hasta que haya haya más cosas que
hacer.
Hay
rincones preciosos.
Me meto
por las estrechas callejuelas sin saber a dónde voy a salir, es igual, por algún sitio ...
Pero me encuentro en un pequeño recodo con un grupo abuelitas, me quedo
quieto, sin hacer ruido, están hilando lana, supongo que como toda la vida.
Ahí están, con sus viejos instrumentos, hablan entre ellas,
bajito, suave ... uno de los mejores momentos de este viaje. Les saco un par de fotos de lejos, no quiero fastidiar, luego paso junto a
ellas, me miran de repente con cara de asombro, unos "Namaste", unas sonrisas ... que a gusto con las abuelitas ...
Sigo por las calles ya fuera de las murallas, a estas horas viene gente
con recuas de caballos.
Enfrente
del hotel, un grupo descarga todo el material.
Descargan
montones de cosas diferentes. Ambiente.
Llevan grandes cencerros.
Siempre es buena hora para tomar el sol, descansar, mirar, notar ...
Y ésto es todo, ahora hace calorcilo pero, en seguida, bajará la
temperatura y, como siempre, se levantará aire.
entramos en el hotel, me como unos "momos", ricos, llegan 3 turistas chinos
viejillos que a parte de comer con sus palillos, están venga darle a las pastillas ... yo una cervecita.
Hablo con Bhumi, decidimos
volver mañana en jeep a Chusang, por el monte es mucho trayecto y prefiero ver pueblitos, el recorrido por la carretera que, ahora no
lo se, pero va a merecer la pena y, además, ésa es otra historia.
El resto de la tarde tranquilidad, lo de siempre,
resguardar fotos, escribir algo ... no hay prisa ...
Para las 7 y media ya hemos cenado, un "chow mein" rico.
Me despido de Bhumi, me
comenta que ando muy bien, sin problemas, bueno ... quitando la espalda ...
Me voy a la cama, algún ratillo para pensar en lo que
he visto, lo que he aprendido, una gozada ...
Agur.
Éste es el track de la etapa.