Kaixo, hoy 28 de noviembre es mi último día en Nepal, llevo un mes aquí y se me ha pasado rapidamente, ha sido un tiempo pasado a tope, en ningún momento he estado "sin hacer nada" aunque ha habido días en los que no he hecho o no he podido hacer nada, la causa ? simplemente que ésto es Nepal.
He dormido bien hasta que Udaya me ha despertado a las 5 de la mañana.
Tiene que ir al aeropuerto para volar a Pokhara, tiene que hacer el treck del Campamento Base del Annapurna con los mejicanos.
Nos despedimos, recuerdos para todos y todas, le comento que siento no haberme despedido directamente de su familia pero el tirón me ha dejado echo un "cristo", lo que más me fastidia es el no haberme despedido de la cuadrilla de chavalas y chavales de Kathmandu.
Pero esperamos vernos de nuevo el año que viene, en estos momentos estoy tan cansado y medio dormido que lo digo no se cómo, pero en un par de días, ya en casa, me entrarán ganas de volver, este pais me tiene comido el coco.
Se va, me vuelvo a quedar sólo, medio dormido y sin hacer gestos raros, por si acaso, llegan las 9 de la mañana.
Las medicinas me han sentado muy bien.
Bajo a desayunar, me preguntan que cómo estoy y si necesito ayuda, me parece que Udaya les ha comentado algo.
Les agradezco tantas atenciones.
Ya son las 10 y media, estos días de viaje son los típicos que nunca se acaban e intento pasar el tiempo de la mejor forma que se: deambular por Kathmandu sin rumbo fijo.
Hasta las 9 y media de la noche tengo todo el tiempo del mundo.
Hay miles de divinidades en Nepal, a alguna les visten según sea la fiesta correspondiente.
Las tienditas ya están a tope, abiertas enseñando toda clase de colores.
Paso por una fuente, no la había visto, hay muchas en este Pais, las usan para lavar ropa.
Montones de ropa, en invierno no tiene que ser broma lavar tanta ropa pero supongo que será cómo los lavaderos de los pueblos de aquí, un rincón para enterarse de todos los problemas y lios del vecindario ...
E incluso ligar porque los tios no lavan ropa ni para fardar ...
Todavía me encuentro con rinconcillos majos.
Entre calles y sin saber a donde voy, aunque ya no me pierdo, después de tantas veces, como mucho un poco "despistado" de vez en cuando.
Un taller de bicis, tiene el trabajo asegurado.
Después del terremoto han arreglado mucha zonas, asfaltado, han puesto losetas aunque hay otras zonas hechas un desastre.
Cualquier lugar es bueno para sentarse los jubilados junto a la carnicería.
Una frutería, es rica, manzanas frescas, plátanos ricos auqnue de vez en cuando te sale alguno que no sabe a nada, más o menos igual que en casa.
Un Rickshaw, aunque ahora hay bastantes hace muchos años había montones, pero con el polvo que hay ahora no se cómo tienen que tener la "pulmonada".
Sigo dando vueltas, me alejo del barrio de Thamel, no veo un turista en ningún momento.
Me encanta ésto, en cualquier lugar hay pequeñas "empresitas", por ejemplo, esta carpintería, hay muchas por todos los sitios.
Una carnicería.
Buen material para cortar y la carne no tiene mala pinta.
Aunque la mayoría es hinduísta, también hay mucho porcentaje de budistas, luego les siguen los musulmanes y también hay cristianos, en Kathmandu hay un templo cristiano en un piso de una casa, y otras religiones.
Un taller de soldadura, las normas de seguridad brillan por su ausencia.
Supongo que a las gallinas las sacarán de la jaula antes de arreglarla ...
Un gran pescadería, hay muchas por todas las zonas de la capital.
Me acerco a curiosear y, después de la consabida sonrisa, me dice los nombres de los pescados, pero me lo dice en nepalí, o sea que no me entero de nada. Pero hemos estado un ratillo a gusto.
Ambientillo en las calles, ya es media mañana.
Me encanta andar por estos lugares, lo malo es que no me entero y al final no se los kilómetros que ando.
Un puestito de manzanas y plátanos, hay terribles diferencias de precios entre estos lugares y el barrio de Thamel en la zona turística.
Un dia me querían cobrar un kilo de naranjas a "precio angulas", algunas risas y al final me rebajó el precio sin decirle nada, ahí vamos bien ... de algo me tiene que valer el haber estado aquí varias veces ...
Otra carpinteria y una carro con frutos secos.
Me parece que esta mujer nunca se podrá poner esos trajes tan "elegantes", hay tantas diferencias en este país ...
Sigo paseando, me fijo en las distintas formas de vivir de la gente.
Aparcamientos de Rickshaws.
Cuando vi esta impresionante figura pensé en que si aparezco con ella en casa me parece que uno de los dos no entra y supongo que sería yo, allí se quedó la máscara ... por si acaso ...
Una pequeña taberna donde venden buñuelos y pasteles, son ricos y dulces.
La pose no está mal, que elegancia ...
Sin querer, vuelvo a Thamel y paso por una placita que me gusta, hay una bonita estupa y no suele haber mucha gente.
Mucho monje budista.
Un lugar tranquilo, además adentro, en un callejón, venden unos helados muy ricos y con agua buena.
Una chavalita jugando con los montones de palomas que hay.
Junto a la pagoda hay un templo, el interior es siempre igual, más o menos, sólo cambian las figuras.
Molinillos a tope.
Todo está pintado de vivos colores.
La cuadrilla hablando del tiempo ...
Que va a llover ... que no ... que si ...
Siempre hablando del tiempo y nunca aciertan estos monjes !!! están diciendo y echando unas risas ...
Hay mucha variedad de verduras.
Mientras el sastre arregla la chaqueta la clienta se echa un cigarrito ...
Venta de naranjas.
Crisantemos, se venden a miles.
Bonitos utensilios para hacer unos buenos huevos fritos.
Y más crisantemos, todo junto.
Los rickshaws en "boxes".
Cerca de Durbar hay unos templos muy bonitos. Esas maderas ...
Pero me voy de esa zona, mucha gente, me meto en callejuelas donde venden de todo.
Toneladas de ropa esperando a clientes, hay de todo.
Cualquier lugar es bueno para tomarse un té.
Y entre cliente y cliente un sueñecito, no se desde qué hora estará ahí.
Cuántos templos habrá entre nuevas casas. Desde el terremoto han ido, poco a poco, restaurando cosas.
Hoy tendremos boda ? "fiestuki" ?.
Los vestidos son de muchos colores, me gustan.
Una de los arcos de entrada a Thamel, con templitos que casi ni se ven.
Por una calle ancha llena de tiendas de joyas intento sacar una foto a la cuadrilla del crio pero aparece la mujer y me sonríe, "ya me ha cazado", pienso, le sonrío, me para y me pregunta si puede ver la foto, se la enseño en la pantalla, se rie, le gusta, yo se lo agradezco y seguimos cada uno a lo nuestro. Que bien.
Ahí está la txiki.
Otra pescadería, parecen percas pero tiene hasta gambas ...
Hay muchos contrastes sobre todo con la juventud, estas chicas van a la escuela.
También hay musulmanes pero es minoría.
Hay otra zona con un antiguo templo. Está fuera de Thamel, sólo hay gente del pueblo.
En la plaza interior ha varios monjes.
Alrededor del templo hay unas viejas casas, supongo que sufrirían bastante con el seísmo.
Subo a un edificio alto de tiendas y almacenes, se ve las diferencias entre casas, cada una de su padre y de su madre ...
Paso por unas galerías donde hay muchas tiendas de Samsung y Huawei, pero muchas, un montón, además en los mostradores hay tambien varias personas atendiendo a los clientes, me asombro de la cantidad de gente que trabaja en ellas.
Salgo a la calle y en ese momento pasa el "ejército" ... supongo que tanto China como la India estarán temblando con tanto poderío ...
Ambientillo, me encanta ...
Esta mujer se pasará todo el dia intentando vender cacahuetes.
Vuelvo a pasar cerca de Durbar, aquí ya se nota mucha más gente de todos lados. Me voy, ni entro.
Las chicas todas elegantes.
Todavía no hay muha gente en esta plaza, a la tarde no hay dios que pase, gente, motos, coches ...
Tienditas en cualquier lugar.
El rojo es el color que se lleva. Hay mucha gente comprando cosas de lo más variopinto.
Milagro !!! sólo media docena de personas ...
Aquí se aprovecha cualquier casa para vender, no quiero ni pensar cómo estará la ropa de las ventanas, cuánto tiempo llevaran allí arriba ... polvo ...
A veces las ropas tapan las bonitas fachadas de las casas.
Cuchillos, marionetas, máscaras ...
Una mezcla de todo, imágenes de divinidades llenas de abalorios y todo mezclados con kilómetros de cables ... todo junto ...
Ropas, frutos secos, hojas verdes para hacer ofrendas ...
Andando sin rumbo me encuentro con muchas cosas para ver, hoy es el último dia, tengo que hacer tiempo ...
Ajos y jengibre.
Pescaditos secos.
De todo y de todo color.
Veo muchas mujeres vendiendo verduras por las calles.
Unos pescados, dan miedo con esos bigotes ...
Hay que poner guapo al crio.
El año pasado esta calle estaba toda destrozada, ahora está mucho mas maja y mas limpia.
El terremoto todavía se nota en muchas casas, siguen sujetas con grandes maderos.
Pero siguen vendiendo pollos en el mismo sitio y también linternas.
Este hombre está dejando grandes bultos de ropa, todo se lleva a la espalda.
Un puesto de buñuelos y pastelitos. Dentro hay un par de mesas para sentarte y comer cositas.
Sigo andando viendo los distintos ambientes entre la gente, sus vestidos ...
Formas de vivir.
Hay cientos de pequeñitas "empresas" con antiguas máquinas de coser, en mi casa de pequeño, hace miles de años, había una parecida pero era "Singer".
Las barberías, en cuanto me veían me querían meter dentro para afeitarme ... menuda gozada para el peluquero pero no me deje convencer.
También muchas tiendas con marionetas, miles de marionetas ...
Naranjas, plátanos ... están ricos pero las manzanas más.
Ya me he cansado de dar vueltas pasando el rato, me voy a comer a un bar que dan una carne con verduras estupenda y una buena cerveza, la última de este año, hoy ya todo lo que haga es lo último por esta vez.
Estoy un buen rato, no tengo prisa, entre leer algo y escribir un poco se me pasa el tiempo ... y se me acaba la cervecita.
Me acuerdo de que cerca hay un bar donde dan un café muy rico y unos pasteles estupendos, pues otro rato a pasar.
Voy al hotel, recogo los bártulos y me despido de la gente, se han preocupado cuando estaba fastidiado con el tirón, todavía tengo que andar con cuidado.
En un taxi me voy al aeropuerto, sólo tardo 40 minutos, muy poco porque todavía es pronto. Otras veces puedes tardar bastante más de una hora.
Después de todos los trámites, papeles y demás tonterías, a las 6 y media ya estoy en la sala de espera.
Tengo dos horas para pensar en todo lo que he hecho y sentido en este mes, tengo tantas cosas dentro que soy incapaz de escribirlo, sensaciones, cosas que he vivido con esta gente que tan bien me reciben.
Entre pasear, poco porque la sala es pequeña, me entretengo en ver gente e intentar adivinar de dónde es.
Salgo sobre las 9 de la noche, paro en Doha sobre las 2 de la mañana, se nota que aquí hay pasta, hay muchos nepalís, indúes, de tantos lugares ... pero los más elegantes los árabes con sus túnicas y las árabes con sus vestidos, se nota que el petroleo funciona.
Al rato y medio dormido subo al avión a Madrid, llego a las 7 de la mañana, hora local.
Lo mejor es que ha llegado la maleta, menos mal, ese maldito agujero negro por donde salen los bultos, porqué el mio siempre es de los últimos ?
Tengo que esperar una hora y aprovecho para desayunar, sólo me quedan 5 horas para volver a Euskal Herria, sigo medio dormido y cansado, la espalda la noto pero no he estado mal, despues de tanto tiempo sentado, como siempre la paciencia la tengo en grandes cantidades en estos casos.
Y después de unas 20 horas llego a Donosti.
Tenía ganas de volver a mi pueblo, he llegado cansado después de este mes en el que apenas he parado de un sitio a otro y el maldito tirón me ha dejado bastante fastidiado.
Pero se que en dos días volveré a pensar en el año que me queda para volver, regresar para ver a esa gente de la que tengo tan buen recuerdo, Udaya y Radika su ama, que maja, Manju, Gauranga, Grishma, Amit, la amoña de Udaya, Mithu, que este año se ha convertido en mi hermana.
En la cuadrilla de chavales y chavalas, Dija, Karisma, Puran, Kopila, Karan, Prakash ... su "madre" Laxmi, unamujer excepcional ... cada vez que me acuerdo ... jode !!!
Ana, la chavala de Querétaro de Méjico, los médicos del hospital ...
A todos gracias por haberme enseñado tantas cosas.
El frio que he pasado, el calor, esas carreteras, esos impresionantes paisajes, que lejos se queda Lumbini, Pattale, el trecking y tantos lugares ...
Esos días en Katmandu ...
Nepal no sólo son montañas.
Y, también, gracias a los que habéis leido tanto rollo dia a dia.
Y muchas cosas más que poco a poco se van recolocando en la cabeza según van pasando los días al volver a casa ... volver a releer lo que escribía delante de una rica cerveza ... tantas sensaciones que soy incapaz de escribir ... o se cómo ...
Ya queda menos para volver, "sólo" un año, hasta octubre del 2019, ya queda menos.
Agur.
Aleccionante este último texto, "Nepal no sólo son montañas". Octubre llega ya...
Kaixo Belen, gracias.
Pues si, ya casi se ha pasado un año, queda poco ...
Agur.