Kaixo, pues vuelvo a Nepal, me apetece visitar a la gente que dejé el año pasado, a Udaya y su familia, siempre me reciben con los brazos abiertos.
Conoceré otros lugares, otros pueblos, iré a dar una vuelta por el monte y ver esos paisajes tan enormes, pero, sobre todo, volveré a visitar a esa cuadrilla de chavalas y chavales que cada vez que voy y me echan alguna sonrisa me compensa todo lo demás.
El 28 de octubre salgo para alli, llego el 29 a la tarde, con un poco de retraso sobre el horario previsto porque el avión sale tarde de Madrid, en fin ...
Al llegar al aeropuerto de Kathmandu me espera Udaya, abrazos, "Namaste", y nos ponemos a hablar sobre el año que ha pasado y lo que haremos este mes, he venido sin ninguna cosa prevista.
Al dia siguiente, dia 30, me dedico a volver a deambular por la calles de la capital, me apetece volver a sumergirme en este caos tan caótico, reconozco calles, plazas y también la cantidad ingente de motos y coches que a determinadas horas y lugares es realmente infernal. Luego me volveré a encontrar con Udaya.
Me introduzco en Thamel, tengo ganas de notar otra vez esos olores, colores, gente, ruido ...
Hay festivales, no se cuales porque hay montones durante todo el año.
Han puesto arcos por diferentes lugares.
Gente por todos lados y algunos llevando enormes cargas.
La entrada a Durbar Square, no entro, me apetece meterme por callejas más tranquilas, que las hay ...
Con el puestito, calle tranquila ...
Cientos de tienditas, esta zona es de la gente de aquí, no hay "souvenirs".
Montones de antiguas fuentes, muchas de ellas ya no funcionan.
Sin querer vuelvo a la zona de Durbar, todavía no hay mucha gente.
Aunque mucho ha cambiado después del terremoto, muchos templos siguen apuntalados.
El palacio de Kumari, una de las "niñas diosas de Nepal".
Cuando vayamos a Patan la visitaremos en su templo y me llevaré otra sorpresa.
En esta gran plaza todavía hay varios templos con andamios, pero, aunque las obras van muy despacio, se ve que los están reconstruyendo.
Hay montón de puestitos donde hay de todo.
Me encanta andar entre ellos aunque me parece que del año pasado a éste poco han cambiado.
Vuelvo a meterme entre las calles y se empieza a notar el aumento de gente.
El puesto de ropas, siempre están ahí, lo vuelvo a ver igual que siempre, y con los mismo cables de Wifi ...
Estas flautas también me "suenan", nunca mejor dicho.
Montón de ropas ocupando cualquier resquicio libre.
Tiendas donde venden todo tipo de artilugios de colores para colocar en las imágenes, en las casas, colores a tope.
Sigo entre gente, me parece que lo echaba de menos.
Aunque a veces y a pocos metros hay calles con mucha menos gente, aprovecho para respirar.
En esta placita, encima de la estupa, está el único local de la iglesia cristiana de Kathmandu, son una minoría, me parece ...
En otra preciosa plaza hay una gran estupa con un monasterio budista junto a ella.
En esta plaza hay un txiringito en donde venden unos helados muy ricos ...
Hay que dar una vuelta tranquilamente, no hay nadie.
La chavalería se divierte con las palomas.
Es un lugar muy majo.
Sigo entre calles, alejado un poco del jolgorio.
En los sitios más insólitos hay gente vendiendo.
Los Rickshaw, ya quedan pocos, hace muchos años había a cientos, ahora el coche y las motos, es lo que hay.
Puestos de frutas, montones.
Aquí no se tira nada, todo se recicla, tienen que ser verdaderos maestros para arreglar cosas, hay cientos de tallercitos.
Ajos.
Hay que cambiar de vez en cuando el gorro, este hombre ya se ha probado más de uno ...
En otra plaza hay otra estupa, ahogada entre cables, casas, gente ...
Una de las entradas a Thamel, fuera de él hay zonas con modernas tiendas, calles asfaltadas y anchas, nada que ver con el barrio viejo, aunque Kathmandu es tan grande que tiene zonas totalmente diferenciadas unas de otras.
Frutas, verduras ... muy ricas.
Una mezcla de todo, plátanos, motos, rickshaw, viejos templos ...
Y llega la noche del primer dia, alumbran los templitos, ya poca gente queda en la calle, todos los puestos han desaparecido, no reconozco calles que hace un par de horas estaban a rebosar y ahora no se oye nada, kathmandu se va convirtiendo en una ciudad tranquila, sin ruido ...
Me vuelvo a encontrar con Udaya, cenamos en un baretillo nepalí muy majo, bueno y barato, luego un café, los hay muy ricos en Nepal.
Me parece mentira que esté otra vez aquí, tres años seguidos, no se que tiene este país, pero por ahora sólo quiero ver de nuevo a los crios, aunque tardaré unos dias, Nepal es Nepal ... vengo por mi cuenta, no se pueden hacer planes a corto plazo, tampoco me importa, no vengo con prisas ...
Agur.
Ha sido ver las fotos y escuchar a la vez el bullicio y llegarme hasta los olores de ese país... Olores, colores, bullicio, gente, templos...¡que recuerdos!
Kaixo Miren, me alegro de que te hayas acordado de cuando estuvimos.
Éso no se olvida.
Hay que volver !!!
Aio.