Kaixo, el 17 de Noviembre fui a dar una vuelta por Aralar, desde Albiasu, un pueblo pequeñito cerca de Lekunberri.
Un sitio precioso con unas vistas excelentes hacia Malloak.
Un dia expléndido, con unas neblinas por los valles impresionantes, al principio si hacía frío, las manos necesitaban guantes
pero en seguida sobraron con el solecillo que se notaba.
Por aquí anduve:
Albiasu me recibió con un amanecer magnífico.
Un gran caserón en Albiasu.
Al poco de salir ya veía todo Aralar: Irumugarrieta, Aldaon, Beoin, Elizkaitz Harri, Artubi, Balerdi, Urrekoaitza ...
El macizo de Izarraitz, el de Ernio, el pueblito de Azkarate, todo ello encima de las neblinas del valle de Araitz.
Una maravilla.
Y los reflejos del sol que querían colarse entre los árboles.
De repente, entre las nubecillas aparece la luna.
Y las neblinas, suaves, suaves.
Dejo atrás Albiasu.
No podía dejar de ver estas neblinas, estuve un rato gozando del paisaje, sentado en una piedra.
Sigo y distingo el Subizalai Gañe y Tuturre.
Pero las neblinas seguían ahí.
Y en el valle.
Los pueblitos de Errazkin y Azkarate.
Los caballos haciéndose arrumakos.
Gaztelu, Subizelai Gañe, Kurutzeaga, Irumugarrieta, Beoin y Balerdi.
Iban desapareciendo las nieblas de Albiasu, dabajo de Guratz, Mergela, Atume ...
Seguí adelante hasta pasar por un precioso bosque de alerces.
Por en medio de los árboles todavía se distinguían las neblinas de Araitz.
Un colladito encantador con el Gaztelu y Subizelai Gañe.
Llego a la borda de Izarrite.
Las cimas de Kaxamongo, Txutxur, Gaztelu y Subizelai Gañe.
Unos frutos, saben a manzana.
El sendero por el bosque de Betula es sencillamente una gozada.
Las alargadas sombras del sol de esta época.
Llego al Txutxur, una cimita olvidada, pero que, precisamente por éso, se está muy agusto, no suele haber nadie.
Allí, al fondo están los Pirineos.
Desde el Ori hasta el Midi. Cotende, Ani, Mesa, Petretxema, Atxerito, Peñaforca ...
Después de estar un ratillo en la cima al solecito sigo adelante, paso por unos restos de borda y muros.
Y llego a la borda Errazkin, debajo del Arriolatz y, al fondo, el Uarrain.
Vuelvo a meterme por el hayedo.
Rincones preciosos.
El hueco de las hayas me indica el sendero por donde tengo que ir.
Un florecilla intenta salir de entre las hojas.
Al rato de pasear por el bosque salgo y veo mi final. Albiasu, pero todavía queda un rato para andar.
Unos árboles se dibujan en el cielo.
Paso por Baraibar, la iglesia y la fuente, traguillo.
Un caserío de Baraibar.
Mezcla de colores de diferentes árboles.
El contraste entre las hayas y los alerces. Distingo la valla por la que tengo que pasar.
Por última vez, hoy, veo las Malloak y el pueblito de Errazkin.
Allí, en medio está el Txutxur, que a gusto he estado allí arriba, luego el Gaztelu, Subizelai Gañe y Tuturre.
Y, sin darme cuenta, llego a Albiasu, debajo del Mergela y Atume.
Un gran caserón se despide de mí hasta otra vez que pase por esta bonita zona.
Y ésto es todo.
Una mañanera magnífica, muy bonita, que apetece hacerla en cualquier época del año y con multitud de posibilidades.
Agur.
El track y más en:
2 comentarios
Miren Muñoz
¡qué mañana más bonita tuviste!, colores de otoño...ahora que estamos en primavera no sé con qué me quedaría...esa luz de ese día...esos colores...
comentar25 abr 2017
andoni
Kaixo Miren, lasai, que ya llegará el otoño, por ahora la primavera con todos esos tonos de verdes del principio de la estación.
Agur.
comentar25 abr 2017
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