Urbasa: Zalbide, monolito Otsaportillo I, Bardoitza, Zalbide

Kaixo, el 21 de mayo fui a la sierra de Urbasa, lugar ideal para andar lo que me apetezca y por donde quiera, aunque esta vez por un recorrido muy bonito que hacía años que no iba, sobre todo para volver a visitar el enorme monolito de Otsaportillo I Norte, uno de los muchos restos arqueológicos de la zona.
Urbasa está entre las Sierras de Entzia y Andia y siempre se han caracterizado por la cantidad de ganado que han ocupado estos rasos.
Los rebaños venían desde el valle de Araiz, Betelu, la Ribera de Navarra, Bardenas ... estando más de siete meses en estos lugares.
En el S. XVI subían a estas sierras de 100 a 150.000 cabezas ...
Los pastores vivian en pequeña cabañas tumulares de las que todavía hay muchos ejemplares a la vista.
También había varios seles, saroiak o kortak con su correspondiente piedra central Artamugarri o Auztarri.
Empecé en Zalbide donde están los caseríos de Benta Berri.
Hay un par de paneles que lo indican.




El valle estaba precioso, había una niebla que iba y venía, por debajo de esos roquedos entraría a los rasos.


Los caseríos de Benta Berri, de vez en cuando la niebla casi desaparecía.




Seguí la pista hacia la niebla.


De vez en cuando me metía en ella o ella me engullía.


Estaba precioso.


Entre la niebla la luz se apagaba y se notaba el fresquito.


En seguida salía al sol.


Jirones de niebla, a cada momento cambiaba el paisaje por los rasos de Zalbide.


Hay varias mugas a lo largo de la calzada romana de Zunbeltz para unir la Sakana y Estella.
A la vuelta andaré por ella.


Me tengo que meter por el hayedo, ahora veo mejor los roquedos, subiré de derecha a izquierda debajo de ellos.


Paso por una fuente,  no tiene agua.


Un canal hacia el nacedero.


Otra de las mugas, ésta con marcas, de aquí por esa entradita al hayedo.


Veo una gran haya con marcas, me indica el sendero.


Y empiezo a subir poco a poco, hacia los rasos.


En un vértice de la zona de "El Cerrado" hay una gran muga que lo delimita.


Tiene buen tamaño, moverla será difícil.


Sigo el bosque por la sombra hasta que salgo a las campas, hay un indicador, seguiré por la derecha y volveré por la izquierda.


Vuelvo al hayedo, está muy bonito con hayas de gran tamaño.


Veo el sendero por el que tengo que ir.


El camino apenas se ve entre las hayas, una preciosidad.


En medio del bosque hay un claro por el que se cuela el sol y eso permite a la hierba salir haciendo un curioso pasillo.


Sigo por un ancho camino entre piedras, tranquilamente.


Las campas de Olderitz, por allí volveré dentro de un rato, es la zona de la charca y la sima.


Paso por una sima.


Con su hueco correspondiente, me asomo y tiene pinta de ser muy profundo.


Sigo por una zona peculiar, hay un bosquecillo de originales pinos y limpio de vegetación, es una curiosa zona.


Muchos tienen la copa cortada.


El sendero me lleva entre ellos, no hace calor, pero el sol se nota.


Después de pasar por Las Choas llego a la Manga de ganado de Juangorri, también distingo el monolito de Otsaportillo, detrás de los arbustos.


El panel lo cuenta.


El paso para contar el ganado.


Encima del mar de nubes aparecen los Allaitz, Imeleku, Aratz, Aizkorri ...


Y llego al viejo monolito Otsaportillo I Norte, no se los años que hace que no lo visito ... 


Tiene 4,40m de largo.


Hace años tenía una grieta por la que, al final, se ha roto.


Un par de piedras están junto a él, no se si serán del mismo.


Quedaría muy bien si se pudiese restaurar y colocarlo de pie como otros grandes monolitos de Legaire.


Me dirijo hacia las txabolas U45 y U46.


Las paso y, en seguida, llego a la antigua casa forestal de Bardoitza, está en un lugar encantador.


Siguiendo el murete está la fuente.


La entrada a la casa.




Al fondo del muro está la fuente.


Tiene un agua fresca estupenda, bebo un gran trago y relleno la cantimplora que ya tiene el agua sopa.


A la sombra me quedo un rato, no tengo prisa y ésto es una gozada, aprovecho para picotear algo y pasar el rato.


Los antiguos muros.


Pero, como todo lo bueno, pasa rápido, unos tragos y salgo de vuelta.
Paso por la Manga de Juangorri y me dirijo a los pastos de Olderitz.
Después de la sombra de la fuente noto el sol en el cogote, ahora toca un poco de paciencia.


En el pinar hay curiosos txokos.


Y burros, montón de burros.


Éste me saluda moviendo las orejas, muy majos.


La señal de la Senda del Pastoreo.


En un rincón muy bonito hay una charca, una sima y una aska.


La charca.


La sima, como todas, rodeada de un murete de piedras.


Y el aska que no tiene agua para beber, de todas formas, tenía la cantimplora bien cargada.


Sigo adelante, sin camino, a mi aire, paso cerca del burro, pero ni caso me hace, va a lo suyo, de todas formas tampoco es un dechado de carne ...


El lugar es una gozada, tranquilo, algo de calor, pero bien ... y no hay nadie ...


Entre los árboles se acerca por si cae algo, pero no, no tengo nada, menudo calor con ese abrigo.


El indicador por el que he pasado hace un rato al salir del hayedo, antes he ido a la izquierda, ahora sigo derecho.


Me meto en el hayedo, qué gozada entre árboles y a la sombra.


El sendero me lleva entre el haya y la piedra.


Cuando el bosque se abre veo a dónde tengo que bajar, a esa pista.


Las hayas están a tope de hayucos.


Allí distingo al Beriain y la ermita de San Donato.


Al salir del hayedo voy rodeado de grupos de caballos, intento no asustarles, no hace falta, no me hacen ni puñetero caso, sólo sus cencerros me sacan del silencio.


Ya en al valle me cruzo con la Sima del Roble.


Llego a la calzada romana de Zunbeltz, unía La Sakana y Estella.


Los roquedos, he subido por el bosque debajo de ellos, de derecha a izquierda.


Sigo la calzada, hace calor, menuda diferencia con las nieblas de la mañana, le doy unos buenos tragos a la cantimplora.


Hay piedras marcando la calzada, en caso de niebla siempre vienen bien.


Sigo andando por ella, hay zonas con muretes de piedras.


Ya cerca miro hacia atrás, los roquedos y el bosque por el que va la cañada de Aldabidea.


Con ganas de sombra llego a los caseríos de Benta Berri.


Y ésto es todo, una salida muy maja, hay montón de caminos para hacer unas cosas u otras, posibilidades a montones.
Miro el termómetro del coche que ha estado a la sombra, marca 30 grados, a la salida había 19 graditos, ya me parecía que hacía calor ...
Agur.

Este es el track de la salida: