Kaixo, el 15 de septiembre fuimos a dar una vuelta desde Alegi hasta Altzo Muño, un recorrido muy majo y sencillo, andamos por sitios muy majos e interesantes en dónde siempre aprendes algo más.
Aunque la mañana se despertó con nieblas y algo de fresco según iba pasando el tiempo fue despejando y terminó estupenda y con calorcillo.
Salimos de Alegi, aunque dentro de poco no se verá el cartel.
Hace fresco pero la gente ya está haciendo cosas.
Nos metemos por el centro hacia el puente.
Una fuente por si hace sed.
Curiosa casa.
La ermita del Santo Cristo.
Tiene un gran escudo y una pequeña campana.
Por ahí vamos.
Una escultura de un gran cencerro.
Vamos hacia el viejo puente sobre el Oria, Zubi Zar, lleva ahí desde el S. XVII.
Con una cruz del calvario que termina en Abaltzisketa.
Dejamos Alegi y la iglesia de San Juan debajo de las nieblas.
Tranquilamente y por un majo camino llegamos a Altzo Muño y la estatua de Miguel Joaquín Eleicegi Ateaga, el "Gigante de Altzo" que vivió a mediados del S. XIX, nació el año 1818 en un baserri cercano, Ipintza, y murió teniendo 43 años.
Grande ya era, si.
Hay un panel de los montes de alrededor, pero por ahora no se ve nada.
La estatua de Miguel Joaquín y la ermita de Santa Bárbara.
De sus andanzas, no muy agradables, por París y Europa.
Una buena puerta.
Curioseando volvemos a pasar cerca de la estatua y del frontón.
En Altzo hay unos grandes baserris, como el de Arretxe.
Y su bonita fachada.
Etxeberri.
Entramos en el centro de Altzo, la iglesia casi ni se ve entre la niebla, además no hay nadie.
Majo rincón.
La portada gótica isabelina de su iglesia.
Otro panel, pero la niebla no deja ver nada, a la vuelta veremos el paisaje ya sin niebla.
El enorme muro de la iglesia de Santa María de la Asunción.
La plaza de Ayuntamiento y una piedra de arrastre.
En la plaza hay una exposición sobre "el Gigante de Altzo", sus abarcas medían 42 cm. y los guantes 31 centímetros.
Los kaikus usados en la película "Handia" sobre su vida.
Y él mismo en la corte de Francia.
Salimos de Altzo y nos metemos en la naturaleza, dejamos la "civilización".
Enormes lápices.
El camino es muy bonito y con la niebla más.
A tope de helechos.
Más adelante parece que la niebla empieza a disiparse.
Tranquilidad y silencio.
Se empiezan a ver los Ollaun y el Erniozabal.
El baserri Urkidi ya sin nieblas, al solecillo.
Dentro de poco pasaremos por el caserío Legarre, el Erniozabal ya se ve totalmente.
Legarre con una bonita fachada.
Tiene un gran tamaño.
Hay montones de telas de araña, pero ésta tiene su propia inquilina.
Ha quedado una mañana perfecta, Altzo Muño y Murumendi.
Curiosidades en el caserío Oiarbide.
Al rato llegamos a la Haya de Altzo, declarado árbol singular por su gran porte.
Tiene un buen tamaño, una altura de 23 metros y 29 de anchura.
Pero se ve que tiene años, casi 200, necesita ayuda para no caerse.
Está trasmochada.
Fue plantada por los dueños del terreno el año en el que se casaron, en 1836.
Pero también le pasó una desgracia, estando cortando pinos al lado, uno de ellos se cayó encima rompiéndole una gran rama, actualmente dicha rama está en la ikastola de Altzo.
Seguimos nuestro recorrido.
Un camino muy bonito.
Hemos dejado abajo los caseríos Urkidi y Oiarbide.
Una vez salido de los hayedos las vistas son de primera.
Al fondo Aratz.
Txindoki y Auza Gaztelu.
Uzkuiti, Larraone, Txindoki ... de cuántos recorridos me acuerdo.
Aizkorri y Aloña.
En el baserri Goikoetxea.
Ocas, bichos más escandalosos que estos no se si habrá.
Pasamos por Gereziaga, lugar para descansar y ver los preciosos alrededores, tiene una iturri con una agua estupenda.
Hacia Murumendi, qué bonito.
Vemos Alegi en el fondo del valle.
Y Murumendi.
Altzo Muño, la iglesia de Santa María de la Asunción y Erniozabal.
Una aska pero no se puede beber.
En seguida volvemos a entrar en Altzo, ya sin niebla.
El reloj parece que ya no tiene pilas.
Volvemos al panel, ahora si se ven cosas.
En el frontón hay una silueta del "Gigante de Altzo".
Salimos de Altzo Muño para ir a Altzo Azpi, el recorrido es muy bonito.
Por un senderillo a la sombra ya vemos las casas.
Altzo Azpi y su iglesia de San Salvador de Olazabal, por allí arriba Erniozabal y las antenas del Ollaun.
Altzo Azpi.
El atrio de la iglesia.
El agua bendita.
En la entrada hay una curiosa prohibición de montar tiendas ...
Y más agua bendita.
Este panel indica las marcas que hacían para ver la altura de Miguel Joaquín mientras crecía.
Aunque no se distinguen mucho.
Después de curiosear por los alrededores nos disponemos a seguir pero aparecen una cuadrilla de ovejas.
Algunas muy curiosas.
Y seguimos hasta volver al inicio, en seguida llegamos, hace calorcillo y ha sido una mañanera muy agradable.
Hemos dejado el coche, casualidad, junto al Txintxarri y no hay que dejar la oportunidad para hidratar un poco en este bonito lugar.
Agur.
Este es el track de la salida: