Kaixo, el 18 de Septiembre me pude escapar al monte, en seguida me acordé de los bosques de Basaburua en la comarca de Ultzama y que tenían que estar a tope antes de que venga el otoño y cambie totalmente el color.
Allí me fui, a Arrarats, un pequeño y bonito pueblo de Basaburua.
Me recibió en silencio, una chavalita esperando al bus de la ikastola, algún ladrido y el sonido del campanario de las 8 de la mañana.
Salí del frontón con nieblas en el cielo, pero el sol queriéndose asomar.
Unos elegantes caseríos, por ahí volveré dentro de un buen rato.
El monte Begaña o Beigañe, visitaré su buzón en unas horas.
Después de un ratillo de cemento dejo la senda para meterme en un senderito a la izquierda.
Un bonito sendero me introduce en el hayedo.
Con grandes ejemplares de haya.
La ventana se abre entre las hayas y veo valles tapados con neblinas.
El bosque está precioso.
En menos de una hora llego al primer dolmen, el de Elkorra.
Junto al sendero.
No está señalizado y le falta la tapa.
Sigo adelante y veo el promontorio de una pequeña cima, es karst y, por curiosidad, subo por si hay algo.
Después de comprobar que no hay sigo el bonito sendero entre las hayas.
Paso por un pequeño prado libre de árboles.
Aparece un cairn, es el cruce que lleva, entre otros muchos sitios, a Ernaitzu, Ireber ...
Más adelante encuentro el dolmen Alkardur.
La cámara es cuadrada y está cerrada.
Le falta la tapa.
Está junto a unas hayas y sin señalizar.
Más adelante me meto en el encantador valle de Otsola, lugar de cruces de muchos caminos
Pasan por él varios arroyos que, a veces, costaba pasar, ahora han puesto pequeños puentes para vadearlos.
De aquí a Arratas hay un par de kilómetros, yo seguiré hacia adelante.
Solitario siempre.
No me he dado cuenta hasta ahora que la niebla tapa las cimas e, incluso, cae alguna gotita.
Sigo la pista.
Y subo a la cima de Ozpegaña o Ordaburu, sólo un montoncito de piedras indican la cima.
Ando por el hayedo, no hay camino.
Y subo la loma del siguiente monte, el Begaña o Beigane.
Parece que algo de niebla quiere colarse entre los árboles.
Llego a la cima del Begaña.
Este monte si tiene buzón.
Y alguna Sorgiña.
El lugar es muy bonito, tranquilo, aunque sin vistas, en invierno se verá algo más.
Ahora tengo que bajar por el bosque hacia el collado.
Es una gozada de bajada, no hay camino, el suelo está almohadillado por la cantidad de hojas que piso y paso por alguna Txondorra de las múltiples que tenía que haber por estos lugares.
Una maravilla de bosque.
El collado de Lintsusti, la Gr12 pasa por aquí, pero yo la dejaré para ir a Arrarats que me costará una preciosa hora.
La senda de bajada, sólo veo verdes y oigo mis pisadas.
Hay montones de errekas que bajan de las zonas altas.
Las hayas me indican el camino por el que tengo que bajar.
Todo bosque, hayas y robles sin fin ...
Sin querer y debajo de las cimas de Arañalde y Seganbe llego a Arrarats.
Perdido en medio del bosque.
Debajo del Arañalde.
Al principio del s. XIX era suya la cercana ferrería de Aizaroz y de sus bosques salía carbón para las ferrerías y remos para la Armada.
En el S. XX todavía funcionaban las ferrerías y también el oficio de carbonero.
Allí veo el collado que lleva al valle de Otsola.
Viejos caseríos.
La iglesia de San Pedro con la torre, casa parroquial, el pórtico y las capillas.
La entrada a la iglesia.
Chimeneas de las casas.
Me doy una vuelta para curiosear entre elegantes caseríos.
El rojo de los geranios.
Una formidable casona.
Un panel encima de la puerta.
"Urrutia viva jesus ave maría puri
sima en gracia concebida ma
ría santísima esta casa
la hizo Dn martin an
tonio azpiroz año 1845".
Me alejo de la elegante casa.
A las doce y media volví a oír las campanas de la iglesia.
Y esto es todo, una salida por impresionantes bosques en total soledad, silencio, tranquilidad ...
Pero, a pesar de todo esto, hay que parar en Lekunberri y entrar en un hidratadero/comedero, no todo no va a ser salud ...
Agur.
Este es el track de la salida: