
Kaixo, seguimos por Etiopía, hoy, 20 de Agosto, vamos a ir a otro lugar imprescindible: el mercado
de Bati.
Es uno de los más grandes del país.
Pero para éso tenemos que recorrer muchos
kilómetros en el bus porque a la noche terminaremos en otra ciudad con unas iglesias muy originales:
Lalibela.
De Kombolcha, donde hemos dormido, saldremos hacia el Norte, al mercado para luego volver a esta
ciudad otra vez y dirigirnos a Lalibela.
El tiempo sigue muy agradable para ser la época en la que es,
lluvias, pero nos respetan.
La carretera "general" está más o menos asfaltada pero a ratos
también tiene unos baches enormes.
En una ocasión, antes de legar a Lalibela, nos tenemos que
bajar del bus y andar un tramo porque toca con los bajos en la carretera. Me viene bien para estirar las piernas
y andar un poco, aunque sea un kilómetro.
Pulsa en el mapa para verlo más grande.
Con el bus pasamos por zonas montañosas a más de 3000 metros, todo verde y lleno de campos de maiz,
trigo ...
Caminos que pasan por valles cerrados y totalmente sin asfaltar.
Al pasar por algún poblado veo tienditas.
Algún
dromedario, es muy importante el ganado pero no como alimento, no comen cosas lácteas, queso, yogures ...
ni leche.
Sólo usan el ganado para intercambiar, es el patrimonio de la gente.
Hay casas de troncos de eucalipto, algunas recubiertas de adobe.
Hay montón de
bosques de eucalipto, lo usan para todo y lo mantienen sin llegar a quemar la tierra que lo sustenta.
Al cabo de mucho rato llegamos a Bati. Un batiburrilo de casas, tienditas de todo tipo y
tamaño.
Aunque no parezca estamos a 1500 metros de altitud.
Está en la zona de Oromia en la
región de Amhara. En general, en Etiopía se habla el Amharico aunque hay muchos dialectos
diferentes.
Con mucha diversidad de gente.
Musulmanes y cristianos tanto católicos,
ortodoxos ...
Según entro en el mercado siento como me envuelve un montón de
gente, tipos distintos de gente, animales ... el dia principal es el lunes y hoy, precisamente, es lunes.
Hay una gran variedad de grupos étnicos: Amara, Oromos, Afar ...
Éstos
últimos del desierto de Danakil. Llevan el pelo rizado y son seminómadas.
Según entro veo puestos solamente cubiertos por un plástico y cuatro
troncos, para qué más ...
Me quedo aturdido por
la explosión de colores, gente distinta ... la primera impresión, que dicen qué es la que
vale, es algo que no se puede describir.
También
está el ejército deambulando por ahí ... nosotros no notamos nada.
Gente mayor tranquilamente, pasando el tiempo, aunque no
sabría decir la edad de este hombre.
Varios puestos
con granos de maíz, trigo, sorgo ... éste es un importante cereal que desde el S. I después
de Cristo ya se conocía en este país.
Con el palo se ayuda
para colgar la ropa.
Los dromedarios andan a
sus anchas por las callejas, son los reyes del ganado.
También hay
muchas máquinas de coser, aunque casi todas las usan los hombres.
Para montar el
tenderete hacen cuatro agujeros en el suelo para colocar los palos y los plásticos.
Montón de gente con increíbles colores.
Cebollas y
patatas.
Y pequeños tomates.
Poco a poco se va llenando de gente, miles de personas vienen a vender, comprar montones
de diferentes artículos, algunos vienen de muy lejos.
También
aquí venden trozos de sal del desierto de Danakil, sus gentes, los Afar, son seminómadas.
Este
desierto es de los más calientes e inhóspitos del planeta.
Ocupa parte de Etiopía,
Eritrea y Yibuti y está a 100 metros bajo el nivel del mar.
Vestidos
multicolores.
Vendiendo
collares y colgantes.
Sin ninguna duda el de la izquierda es de la etnia Afar, por el pelo.
Colores a tope.
Haciendo el
agujero para colocar el tronco.
Hay de todo y para todos y, al fondo, veo la zona de los
dromedarios.
Elegancia total.
También hay miles de neumáticos troceados, los usan para
hacer chanqletas entre otras cosas, aquí se recicla todo.
Hay muchos puestos
donde venden troncos de madera.
Troncos de distinto tamaño y tipo.
La zona de los dromedarios, hay montones.
Me meto entre ellos,
hacen un ruido particular.
Distintas etnias, es una gozada andar entre ésta gente, mirando,
oyendo ...
Cara de circunstancias ...
Este grupo de gente
vende helados pero no pude comprobar cuánto tiempo aguantaban ...
Hay cientos de cabras,
montones de rebaños.
Los dromedarios, están en una pequeña colinita desde donde
se ve el "ambiente".
Este hombre vende miel, varios puestos de venta de este producto.
Por la
carretera se ven montones de panales artificiales colgados de las ramas de los árboles.
Éste se dio cuenta de la foto, no se cómo ...
Esta cuadrilla de chicas, casi todas hermanas, una gozada de cuadrilla.
Vendían contenedores para colocar dentro de ellos la "Injera".
La "Injera" o "Inyera" es como un pan plano con cierto sabor amargo.
Está hecho
con harina fermentada de "Tef", un cereal típico.
Este pan se cuece en una plancha caliente en donde se
pone el resto de la comida: pollo, ternera, puré de lentejas o garbanzos.
Está rico
mezclándolo todo para quitarle el sabor ácido del pan.
La cuadrilla de chicas,
según decían todas eran hermanas y no me extraña.
Menuda cuadrilla.
Los recipientes para guardar la "Inyera"
No se come nada de cerdo, tampoco hay, y
según cada religión hay días de ayuno de carne, tanto musulmanes como ortodoxos.
Esta mujer se rie del lio con las chicas.
Estamos rodeados de
puestitos.
Distintos tipos de granos.
Todo mezclado.
Este dromedario se va, ya ha hecho las compras.
Colorines.
Haciendo negocios las mujeres.
Aprendiendo desde
pequeñitas.
Paciencia, en esta parte del mercado de Bati casi todas son mujeres pero
dentro de un rato entraremos en el mercado de animales donde todo son hombres.
Hay musulmanas que se tapan hasta las manos con guantes.
Hay risas que son muy bonitas.
Pesando la
mercancía.
Hay cientos de sacos de carbón, en la carretera los veré muchas
veces, los dejan para que las gentes los cojan previo pago.
Enseñándonos la gallina, la habían comprado.
Siempre sonriendo.
Que chicas más
majas.
Al rato de pasármelo estupendamente salimos del mercado. Tuvimos que
atravesar una calle.
Vi otras cosas distintas.
La casa parece que
está apuntalada.
Y diferentes puestos.
Y fuimos hacia el
mercado de los animales.
Montones de gente venía con sus rebaños de vacas ..
... de burros, pequeños, son típicos de este país.
A la entrada del mercado de animales hay gente que venden cuerdas echas por ellos mismos
en el momento.
Al entrar en este lugar me sigo asombrando de todo el barullo que
hay.
Un gran toro se pasea entre la gente, espero que el pastor esté cerca ...
Entre rebaños de cabras, hay cabras a montones.
En un pequeño
montículo están los hombres en cuclillas, viendo el paisaje, pues yo también.
Desde aquí arriba se ve bien el ambiente.
Siempre hay
alguien que te ve y se sonríe.
Mientras paseas y, si hay mucha gente, siempre hay alguien, sobre todo
mujeres y críos, que te tocan el brazo y alguno te pellizca, éso de ver gente de brazos blancos y
con pelillos es para algunos, extraño.
Desde el altillo se ve
que cada vez más gente, se pueden congregar hasta 20.000 personas un lunes cualquiera ...
Estudiando el ganado.
El txiringito para
tomar el café.
La zona de dromedarios, muy importante.
Y el "Ferenj" o
"Ferenji" entre bichos, deambulando, una gozada.
Y la "farenji"
también, entre la piel y el pelo era la atracción.
Un gran toro.
Un "Afar", llevan un peine entre los pelos para peinarse, son muy elegantes y hay montones
de peluquerías.
Vendedores de leña.
Un puesto de
sastre.
Pero me tuve ir con pena, me lo estaba pasando en grande pero todavía nos quedaba
un buen trecho para llegar a Lalibela.
Había que coger postura en el bus e ir entretenido viendo
cosas.
Volvimos a pasar por Kombolcha para coger camino a Lalibela pero todavía queda mucho.
El
terreno sigue verde y entre montañas.
Con pueblos entre
árboles.
Pasábamos por iglesias ortodoxas.
Fuera de la carretera
principal el resto eran caminos de tierra.
Y por los pueblitos, a
lo largo de la carretera, muchos puestitos.
Me crucé por
varios y grandes rios, estaban casi secos pero dado que estábamos en época de lluvias en cualquier
momento se llenaban de agua.
Hay pocas motos en esta zona.
Para tomar un rico
café etíope.
Tiendas alrededor de la carretera.
Una gran iglesia
ortodoxa.
Puentes por encima de grandes rios medio secos, aunque hay mucha agua en esta zona.
Hay miles de tuc-tuc, no sale barata su compra, pero los autobuses se llenan y hay que
usar algo aunque por la carretera no paro de ver gente de todo tipo y edad andando.
Tienditas.
Según nos
metemos en el monte vamos viendo otro tipo de casas.
Rodeados de
montañas, estamos a más de 2.000 metros.
Con casas que ya
habían cambiado la paja del techo por materiales más resistentes.
Mezcladas con otras
más antiguas.
Sobre un murete de piedras colocan los troncos forrados de adobe.
Siempre que se daban cuenta te saludaban al pasar.
Sobre el terreno verde
había montón de casitas, seguíamos subiendo por carreteras con muchas curvas y algún
que otro agujero.
De distintos tipos.
Éstas ya son
más modernas.
Nos pusimos a más de 3.000 metros para llegar a un valle precioso y
encantador.
Casas nuevas junto a antiguas.
Con metas en los
campos.
Entre eucaliptos.
El paisaje es precioso.
Estamos a unos 3.200 metros de altitud.
Veo pastores con
rebaños, tiene que hacer frio por aquí en ciertas épocas.
Todo cultivado.
Las casas ya son más "modernas", cañas recubiertas de adobe.
Y alguna vaca que hay que apartar para que pasen los coches.
Otra iglesia ortodoxa.
Es una zona ganadera,
veo muchos rebaños a través de los cristales del bus.
Una vieja casa,
aquí vive la familia con el ganado que también meten adentro.
Todo está lleno de casitas y cultivos verdes.
Y muchos, cuando se dan
cuenta, saludan. El ruido de los camiones es lo único que les rompe el silencio.
En los pueblitos hay tiendas de ropa, "última moda".
Y ésto es todo, a veces por carretera asfaltada y otras sin asfaltar, montón
de horas.
Un poco antes de llegar a Lalibela nos tenemos que bajar y andar un trecho porque pasamos por una
zona de baches en donde el bus tiene que aligerar el peso, muy entretenido y bueno para estirar las
piernas.
Llegamos de noche a Lalibela, vamos al hotel, estoy cansado de tanto bus, descargar la mochila y
ducha.
Y antes de cenar una cervecita rica que entra fresca, fresca ...
Mañana visitaremos las
iglesias, pero ésa es otra historia.
Agur.