Kaixo, sigo en Jordania, es 2 de Abril, después del bonito día de ayer con la subida al Monte Hor y, sobre todo, con el rato tan maravilloso que estuve con una chavalita, llamada Aisha, la princesita beduina, nos vamos a otro fantástico lugar, el desierto de Wadi Rum o el valle de la Luna.
Aquí va la historia.
Por la carretera vemos la zona montañosa de Petra, por allí arriba veo el santuario en la cima del monte Hor, ahí estuvimos ayer.
La cuidad de Petra.
Entre esos barrancos está el desfiladero del Siq y los restos de Petra.
Pulsa en la foto para verla en grande.
El desierto.
Por el camino pasamos por varios pueblos.
Taller de venta de ruedas.
La mezquita del pueblo.
Un pequeño bar-restaurante.
Veo, a través de la ventana, varios rebaños de cabras.
Grandes montones con muchos tonos, verdes que parecen de cobre.
Al rato llegamos a Akaba.
Una vueltita por la ciudad.
Y sus tiendas.
Gente maja y curiosa.
La mezquita.
Fumando Shishas o Pipas de Agua.
Seguimos nuestro camino y, desde el bus, vemos dromedarios.
Vamos hacia el desierto de Wadi Rum.
Jaimas en medio del desierto.
Paso a nivel sin barreras ...
Y la entrada a Wadi Rum, dicen que es el desierto mas bonito del mundo, como no conozco todos, o sea que no puedo opinar, pero al amanecer y atardecer hay una luces impresionantes y el paisaje es precioso.
Los Siete Pilares de la Sabiduria a la entrada para empezar.
Grupo de beduinos, son conductores de los muchos jeeps que llevan al turista por el desierto.
Al final, subimos a un coche.
Es una zona muy bonita con grandes paredones y rebaños de cabras.
Expectaculares rocas iluminadas por el sol de la tarde y pequeños rebaños de cabras.
Si quieres dromedarios para pasear no hay problema.
Y si pinchamos tampoco.
Grandes paredes de granito y arenisca.
Un árbol.
Y otro, no vimos muchos más.
Hacía calor y nos metimos en una jaima a beber un té, excelente.
A estas horas de la tarde estamos rodeados de maravillosos colores a causa del sol.
Y un dromedario a la sombra ... dromedario si pero no tonto.
A Wadi Rum también se le llama "Valle de la Luna" y está a 1600 metros de altitud.
Del desierto de levantan grandes torres a cada cual más bonita.
Txinringuitos, hay varios, todos a la sombra, por lo menos a estas horas.
Y más colores al anochecer.
Se notaba una tranquilidad, un silencio ...
Pulsa en la foto para verla en grande.
Pasear por estas arenas rosas sin ningún sonido es una maravilla.
Los colores verdes dan un ambiente peculiar y agradable.
Distintos colores de arena.
Suavidad ...
Qué preciosidad con esos colores ...
Desde la prehistoria este desierto ha sido habitado por varias culturas.
Una de éstas ha sido la de los Nabateos, los mismos que habitaron Petra y que dejaron su testimonio haciendo petroglifos.
Maravillosos rincones.
Disfrutando del paisaje.
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Contrastes.
Jaimas de beduinos, desde 2007 habitan en este desierto varias tribus de ellos.
Andar, andaba sin problemas ...
Vamos, y no somos los únicos, hacia uno de los preciosos arcos que hay en estos lugares.
Éste es el arco de Um Fruth.
Desde esta atalaya hay unas vistas de película, como las que pudo ver "Lawrence de Arabia".
La parte alta del puente.
En algunas zonas se ve una maravilloso atardecer.
Un descanso siempre viene bien.
Un enorme monte que parece que se ha caido y ahí se ha quedado sirve de abrigo a un grupo de jaimas.
A algún sitio irá ...
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Seguía anocheciendo.
Miles de tonos iluminados por el sol.
También había flores, me acordaba de Aisha ... dan sensación de tranquilidad, soledad ...
Jaimas debajo de grandes paredes.
Los tonos rojizos son increibles.
Había que aprovechar las sombras humanas.
Y florecillas, que fragilidad ... Aisha ...
Hay que sentarse para disfrutar de este anochecer.
Los colores van cambiando continuamente.
Pulsa en la foto para verla en grande.
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Uno de los más bonitos que he visto.
También lo hacia el lugar en dónde estaba.
Nadie decía nada, ni un susurro, silencio total.
Suavidad ...
Soledad ...
Con cuidado para no pisarlas.
Y llegó la noche, nos metimos en unas jaimas para pasarla, todo muy, muy turístico ...
Pues nada, ésto es todo.
Desde luego, Wadi Rum es fabuloso, uno de los sitios más especiales que he visto, merece la pena la visita, también tiene más cosillas pero será para la próxima vez.
Mañana iremos a otro lugar al que le tengo ganas, Damasco y, sobre todo, su bazar, al margen de otros preciosos lugares de esta ciudad, pero ésa es otro historia ...
Agur.
Todas las salidas en: Jordania y Siria.