Kaixo, el 1 de Abril, estando en Petra, fuímos a subir un monte para ver que se veía desde allí arriba.
Era el monte HOR, al sur de la "ciudad Rosa", lugar donde, según la tradición y distintas interpretaciones, está enterrado el profeta Aaron, hermano del Moises.
La verdad es que iba en plan más paisajista que otra cosa.
Pero lo que mas me impresionó fué el rato que estuve con una chavalita, llamada Aisha, la princesita beduina.
Encontrarte con gente así te da que pensar de cómo vivimos.
Aquí va la historia.
Pronto empezamos a caminar, otra vez por el Siq, pero no había casi nadie, una gozada.
Vimos restos de figuras medio borradas por el paso el tiempo.
A estas horas estamos casi sólos, una gozada, no cómo ayer que había montón de gente.
Vuelvo a ver los canales de agua a lo largo del cañón.
Los poquitos árboles que hay en el cañón.v
Colores que no había visto el dia anterior.
Y volvemos a El Tesoro, ayer lo vi por primera vez pero hoy me sigue fascinando.
Estamos sólos.
Una chavalita se acerca con postales, ay, esa escuela ...
Dromedarios esperando clientes, con nosotros no van a hacer negocio, preferimos andar.
Restos de templos por todas partes, ayer no me fijé, hoy si.
Cuevas de enterramientos.
Cuevas a lo largo y alto de las paredes.
Los puestitos siguen ahí.
Tranquilidad, silencio ...
Pasamos por las ruinas romanas, la calle columnada.
Ya son las 8 y cuarto, llevamos andando una media hora.
No hay nadie, es increible.
Después de atravesar Petra y los restos romanos, nos metimos por el sendero, no hay problemas, llegas fácil.vTampoco había prisa, estaba mentalizado a notar calor, paciencia.
Restos de mas templos que casi ni se ven.
Eso si, los colores impresionantes, parece un cielo al anochecer ...
Nos entretenemos viendo piedras muy bonitas, las mismas que venden un poco más abajo.
Éste nos vigila.
Por el camino te encuentras Jaimas.
Pensando en cómo sería ésto en su máximo apogeo, no me lo puedo imaginar.
Ahí arriba parece que hay una puerta de madera.
Por el camino vemos varios dromedarios.
Muy majos.
E incluso algún txiringito, hoy no iba a vender mucho. En verano seguramente más, porque tiene que hacer un calor de mil pares de narices.
Como se ve, el camino no tiene probemas, cuando desaparece vemos cairns. Hay que cojerlo con paciencia y disfrutando del paisaje, que, aunque es semidesértico merece la pena.
Ante todo despacito, no hay prisa, pasaremos por las jaimas que vemos.
Seguiamos viendo restos de templos de Petra y piedras de multitud de colores.
Con el zoom.
Y allí veo la cima del monte Hor con su pequeño santuario.
"paciencia, todavía queda", me digo.
Jaimas.
Y más colorines.
Y en el camino nos encontramos con Fátima, luego sabremos que es hermana de Aisha, más tarde la volveríamos a ver.
Nos saludamos.
Y el Hor, cada vez mas cerca.
Unas flores.
Y, entre las flores, más colorines.
Total silencio.
El paisaje, aunque árido, es muy bonito.
Seguiamos adelante, despacio, sin prisas.
Los cairns nos indican el camino hacia la cima, allí arriba.
De allí al fondo a la izquierda venimos.
Por las zonas de hierba.
Disfrutando del paisaje.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Y al final, sólo nos queda la última aldapa. Estábamos a 1350 metros de altitud.
Primero se construyó una iglesia bizantina y, posteriormente, una tumba/santuario islámico en la cima de la montaña, que en la actualidad atrae a peregrinos de todo el mundo.
Es un templo vacio, con la urna donde se supone que está Aaron, que murió en el Sinai y luego lo trajeron a este lugar. Hay una romería anual en otoño.
La placa del santuario del profeta Aaron.
Sólo nos quedan las últimas escaleras.
Talladas en la roca.
Son las 12 del mediodía, un descansito bien merecido y un buen trago de agua.
Vistas hacia el Sinai.
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Desde aquí se ve el Monasterio o Ad-Deir con Zoom, parece mas grande todavía.
Ayer estuvimos allí.
El valle por donde había subido.
Parecen ríos de lava.
El interior del templo, tuvimos suerte que había un par de chavales beduinos que nos abrieron la puerta gracias a dos chavales de Bilbo e Iruña que habían subido con ellos.
Está cerrada normalmente.
La Urna.
El resto del recinto está totalmente vacío.
Un ratillo comentando las cosas.
El santuario.
Después de estar un buen rato arriba, nos despedimos de los chavales y empezamos a bajar.
Grandes barrancos.
El Monasterio o Ad-Deir a la derecha, en medio de la nada.
Pulsa en la foto para verla en grande.
La parte alta de la cima esta preparada, como lugar de peregrinación. Original.
Nos cruzamos con los burros en los que han venido en la placa del santuario.
Seguimos nuestro camino.
Allí arriba se ha quedado la cima.
Los tonos de rojos son increíbles.
La pareja de chavales había subido en burro, así cualquiera ...
Nos pasan y nos volvemos a despedir de ellos, no le tengo ninguna envidia, me lo estoy pasando estupendamente sobre todo con lo que nos vamos a encontrar en seguida ...
De repente, bajando, apareció Aisha, seguro que ya nos había visto antes, me parece que nos estaba esperando, anduvo con nosotros un rato, nos pidió "biskuits" con un voz finita, preciosa, le dimos unas barritas que teníamos, sonriendo todo el rato, nos preguntaba qué cuantos años teníamos, los suyos no los pudimos saber ...
En seguida apareció Fátima, su hermana, le dimos nuestra última barrita, nos habíamos quedado sin ellas, se comió la mitad y la otra se la dió un chaval que apareció por alli, a lo mejor su hermano, en seguida se fueron pero Aisha siguió con nosotros.
Aisha no paraba de hablar, curiosa, que cosita tan maja ... para emocionarse al cabo de los días y escribir ésto ...
Vi algunas flores, al darse cuenta de que les sacaba fotos, me cogió la mano y me llevó a sitios donde había más, fuera del camino.
Cogió una flor como ésta y me la dió. La forma de coger la amapola, con una suavidad increible, me llamó la atención, seguramente era para no arrancarla con raiz de la arena, así saldría otra de nuevo ...
Siguió buscándome flores, que gozada de txiki.
Le dije que si quería una foto, sin pensarlo, se puso delante toda erguida, con orgullo, "aquí estoy yo", intentando ponerse seria, posando ... al hacerle la foto se la enseñé en el visor, al verla se rió un montón.
Con esos pelos ... le saqué varias.
Luego, con todo el pelo revuelto y dándose una voltereta en la arena del camino, se fué corriendo a seguir preguntando cosas.
Yo todavía estaba pensando con que personita me había encontrado.
Allí se quedaba el monte Hor, ya no me acordaba, sólo pensaba en Aisha, mi princesita beduina.
Al cabo del rato se fué, a su jaima, según se iba todavía nos saludaba con la mano.
Agur, Aisha, que tengas suerte en esta vida.
Seguimos, hacía calor, pensaba que dentro de un rato, todavía largo, iba a un hotel a darme un estupenda ducha de agua fresca, mientras un chavalita, se quedaba en su casa, intentandono malgastar ni una gota de agua ...
Allí estaban las jaimas, debajo del Hor, Aisha estaría por ahí, saltando y corriendo ...
Pasamos por varias jaimas, algunas tenían agua fresca.
Nos cruzamos con un beduino.
Tumbas antropomorfas y restos de templos, destruidos por el paso del tiempo.
Pulsa en la foto para verla en grande.
Restos en lugares increibles.
Seguimos nuestra senda.
Mas jaimas.
Un pequeño oasis, rodeado de antiguas viviendas.
Un poco de calor ya se notaba, paciencia ...
Muros de contención para cultivos.
También nos cruzamos con un grupo de chavales, ya no teníamos mas "biskuits", una pena.
Los colores seguian siendo incomparables.
Todas las paredes están agujereadas.
Me asombraba de ver tanta construcción, enormes.
Y volvimos a la parte interior de Petra.
La zona columnada hacia la "tumba de la Urna".
Y se acabó la paz, otra vez rodeados de gente, qué a gusto habíamos estado a un par de kilómetros.
Si, mucha gente ...
Había que mirar hacia arriba para no ver lo de abajo ...
Al rato llegamos al Tesoro, a estas horas de la tarde se veía bien.
Salimos al pueblo de Wadi Musa.
Y, para aprovechar el día, fuimos a ver otra Petra, la Pequeña o Siq al-Barid, menos turística y más pequeña pero, también, impresionante.
Está a unos 14 kilómetros de Petra y a 1040 metros de altitud.
Con su cañón de entrada correspondiente.
Es también Nabatea, con edificios tallados en los muros de arenisca.
Éste es el templo de Dushara.
Dushara o "Señor del Montaña", es una deidad del próximo Oriente adorado por los Nabateos en Petra.
Era el jefe del panteón nabateo.
El templo de Dushara.
Incrustado en las paredes del cañón.
Vamos por un estrecho cañon que se ensancha a tramos y se vuelve a estrechar.
Ésta también era otra ruta comercial de caravanas.
La entrada a varias viviendas elevadas, todo está excavado en la roca.
Todavía se conservan pinturas y frescos en sus paredes.
También hay una gran cisterna del sistema de agua.
Hay escaleras por dónde se iba de un piso a otro.
El cañon.
Arriba se ven paredes de las habitaciones con escaleras hacia ellas.
Casi todo es turismo local.
El cañon de salida.
Diferentes entradas a estancias.
Hay más cosas para ver en la "Pequeña Petra" pero lo tenemos que dejar para otra vez que vengamos, porqué no ...
El puesto correspondiente.
Ropas a montones.
Esperando.
Más puestitos.
Las paredes del cañon a la entrada, parece que se van desvaneciendo poco a poco.
Wadi Musa, iba cayendo la tarde.
Pasaba algún rebaño por la zona, ya era tarde.
Y con un maravilloso anochecer me fui de Wadi Musa, el pueblo de Petra, todavía no me había olvidado de Aisha, mi princesita beduina y los momentos tan magníficos que me había regalado.
Sensación de tranquilidad, ha hecho calor pero ahora se está estupendamente, una gozada, no hay prisa ...
Ya ha oscurecido, las calles al pueblo las iluminan con lamparitas.
Da un ambiente muy majo.
Y Wadi Musa se despide de nosotros con luces.
Pues nada, a pasarlo bien.
Mañana iré a otro lugar de película, el desierto de Wadi Rum o "Valle de La Luna".
Agur.
Todas las salidas en: Jordania y Siria.