
Kaixo, el 3 de Abril sigo en Jordania, nos despedimos del desierto de Wadi Rum y nos dirigimos a la capital de Siria, Damasco, ciudad impresionante por el ambiente que hay y todas las cosas que se pueden ver.
Aquí va la historia.
A las 5 de la mañana hay que despertarse para ver el amanecer, otra maravilla.
Una luna llena y unos tonos suaves y que no se ven por dónde vivo.
La tiendas donde hemos dormido.
A nuestro alrededor hay chavales con su correspondiente dromedario.
Unos tonos verdaderamente increíbles.
Hay "vidilla" por los alrededores.
Una preciosidad, tranquilidad, silencio, algún murmullo ...
Y los paredones iluminados por el sol.
Las sombras ayudan a hacerlo más bonito.
La luna sigue por ahí arriba.
Los rojos son espectaculares.
Y los suaves tonos dan sensación de tranquilidad, casi no hay ruidos.
Un beduino se va acercando poco a poco.
Y casi sin darme cuenta, sin prisas, se va alejando ...
Los beduinos andan por allí, son nómadas.
Una maravilla de tonos.
Rojos.
Empiezan a verse turistas en dromedarios, no hay muchos, afortunadamente.
Esperando a la clientela.
Tan pronto aparecen entre las dunas como desaparecen.
De que estarían hablando ...
Pero al rato de disfrutar de esta maravilla nos tenemos que ir, después de desayunar nos espera todo el día en bus para llegar a Damasco, lo peor el tiempo perdido para atravesar la frontera a Siria, pero mientras, hay que ver el paisaje.
Por la ventana veo varias globos, buenas vistas tendrán.
Es increíble las tonalidades que admiramos.
Desde el bus veo un horizonte increíble.
La parada del autobus de línea.
Vemos varios rebaños de ovejas y cabras.
Casas diseminadas a la lardo de la carretera.
Y seguimos a Damasco, tenía ganas de meterme en el zoco, me encantan esos sitios, pero todavía queda un buen rato.
Cruzamos un pueblo con su correspondiente mezquita.
Haciendo compras.
Venga, al colegio!!!
Plátanos, naranjas ...
A lo largo de la carretera hay muchos puestos de frutas y verduras.
Entramos en Siria, otra frontera, otro coñazo. Sin comentarios ...
Poca diferencia hay entre los puestos de Jordania y de Siria.
Muchos rebaños de ovejas.
Y mucha gente trabajando en los campos.
Rebaños junto a pequeños oasis.
Y llegamos a Damasco, la ciudad más antigua todavía habitada, es impresionante, la gente, lugares, merece la pena visitarla.
Puestos de cebollas, patatas ...
Chascarrillos, entre hombres claro ...
Poco a poco vamos entrando en la capital.
La elegancia del municipal.
Son las 6 de la tarde, por fin bajamos del bus con las piernas que no las puedo estirar, pero en seguida se me olvida metiéndome entre la gente.
Un precioso minarete.
Tienda de fotos, se lee bien claro, también graban CD,s ... en el mostrador hay una mujer ...
Y nos metimos en el zoco, Al-Hamidiyah, precioso.
Montón de gente comprando de todo, porque hay de todo en cualquier sitio.
Me encanta meterme en los zocos y perderme entre la gente.
Es el zoco más grande de Siria, junto a la Cuidadela.
Se construyó sobre el 1780.
Todo está cubierto de un arco de metal.
Hay calles anchas como estrechitas y se vende de todo, artisanía, tiendas de comestibles, cafés, puestos de comida, de ropas y de cada cosa un montón de ellas.
En tienditas de dos metros cuadrados cientos de sandalias y mucha gente comprando.
"Yildiz Palace", lugar estupendo para comrar finos vestidos, digo yo ...
Mezcla de todo lo posible.
Damasco lleva 10 mil años existiendo.
También ha sido dominada por multitud de pueblos a lo largo de los tiempos, Asirios, Persas, Romanos, Griegos ...
A veces voy rodeado de gente ...
... pero, de repente, te encuentras con lugares mucho más despejados.
Montón de tienditas, sitios para deambular sin ninguna prisa. Me encanta pasear por estos lugares dónde no sabes lo que te vas a encontrar a los pocos metros.
Donde venden de todo.
Espectaculares vestidos llenos de reflejos.
Y una preciosidade de café.
Collares, alfombras, cosas de cobre ...
El zoco de Al-Hamidiyah está junto a un templo romano, el de Jupiter y, junto a ellos, el minarete de Qayt Bey en la mezquita de los Omeyas.
Pero sigo entre sus callejas con unos rincones majos para sentarme viendo pasar gente y beber unos tés.
Junto a las entradas al zoco siempre hay gente.
Una calle junto a la mezquita Ruqayya, chiíta, luego entraremos.
Todo mezclado junto al templo romano de Jupiter aunque luego, en el 391, se convirtió en catedral por el emperador Teodosio.
Hasta vimos la danza de los Derviches o Mevleví en una de las entradas al zoco y junto al templo romano.
Hay una historia muy interesante sobre esta orden de Turquía donde está su Centro (Konya).
Poco a poco se ponen a dar inverosímiles vueltas.
El lugar es muy bonito hay mucha gente viéndoles cómo danzan.
De todas formas, me gusta más el ambientillo del zoco y volví a meterme en el bullicio y ver más tiendicas.
Menuda tienda elegante, última moda, los vestidos no son broma.
Preciosos trabajos en madera.
Pero ya era tarde, después de haber pasado caso todo el día en el bus, el rato que había curioseado por estos lugares me compensaba sin dudar.
Salgo del zoco, un último vistazo.
Y ya está por hoy, cenar cosas ricas y al hotel a dormir a gusto.
La gente es muy maja, te ayuda, en el zoco te piden que les saques fotos, luego se las enseñas en el visor y se rien.
Se come estupendamente.
En fin ... para volver y perderte.
Mañana es mi último día de este viaje, intentaremos ver más cosas de Damasco y cogeremos el avión para volver, pero ésa es otro historia.
Agur.
Todas las salidas en: Jordania y Siria.