al monte,¿para qué?
al monte,¿para qué?
Kaixo, 4 de Octubre me escapé a Otzaurte, un momento para hacer un mañanera muy bonita.
Tenía ganas de respirar un poco y ver ovejas que hacía tiempo que no las oía.
Con un tiempo de maravilla salí junto a la Casa de Arbitrios.
Para pasar en seguida por la ermita de Andra Mari de Otzaurte con sus bonitas estelas discoidales.
En seguida veo el Aratz y el macizo de Aizkorri iluminados por los primeros rayos de luz.
Empiezo a andar por la pista pero, de vez en cuando, salgo de ella para ir por los viejos senderos.
Hay zonas donde las hojas de los hayedos han cogido color de otoño.
En 25 minutos llego al collado de Beunda, con el aterpe y la fuente, siempre seca.
Admirando al perfil del Aratz ...
... y el macizo de Aizkorri separados por el paso de San Adrian.
El Goierri está tapado por un precioso mar de nubes, el Ernio se libra de ellas.
Distingo, entre las brumas, los Pirineos y delante el Beriain.
Las rocas de Zabalaitz y la fantástica muela de Naparaitz.
Con la puntita de Txindoki y la loma redondeada del Arkaungaña, por ahí abajo pasaré dentro de un rato. 
Casi sin darme cuenta llego a la cima del Unamuno, estoy unos momentos en la cima.
Tengo que bajar al collado de Ultzama para seguir por la loma hacia el Txurrukupunta.
Ya cerca del collado sale un gran rebaño de ovejas del interior del bosque.
Se dirigen al collado donde está el pastor esperándolas.
Estoy unos minutos hablando con él, parece que las últimas lluvias de estos días ha hecho que aparezca la hierba, la verdad es que se nota aunque no haya llovido lo suficiente.
Me despido de él y empiezo a subir la loma.
El collado de Ultzama, Aizkorri y Unamuno, por esa loma he bajado.
El Aizkorri, Añabaso y Unamuno.
Ahí se quedan las ovejas y el pastor.
El Aizkorri y el Añabaso, subo la aldapa admirando el paisaje que me rodea, distingo el viejo aterpe de san Adrian.
El Aratz y Aizkorri separados por el aterpe.
Que preciosidad.
Pulsa en la foto para verla en grande.
El Izarraitz y Ernio asoman por encima del mar de nubes.
Otro rincón fantástico, el sel de Iramendi debajo del Allaitz y el Imeleku.
Mientras subo los últimos metros las ovejas me rodean, me entretienen y aprovecho para ver todo lo que hay a mi alrededor.
Tranquilidad y soledad sola rota por los suaves sonidos de los cencerros pero ni me molestan.
La curiosidad del caballo hace que se acerce para ver qué soy ...
Casi en la cima hay un grupo de cabras, me miran, quién será ese capullo que viene a molestarnos?
Y un grupo de ovejas.
Llego a la cima, las vistas hacia el Beriain, encima de la neblina, son fantásticas.
El buzón de Txurrukupunta y sel de Iramendi. Por allí arriba el Umandia, Allitz, Imeleku, Aratz ...
La casa de arbitrios de Otzaurte y la muela desgastada por la cantera.
Aizkorri, Añabaso, Unamuno y Arkaungaña.
Bajaré al bosque de la derecha para volver a subir hacia Ultzama e ir a la loma del Arkaungaña camino de la cista de Abilleta.
Distingo el Piri delante del Berian, que preciosidad ...
Y Txindoki y el resto de Aralar.
Desde el Ori hasta Bisaurin, si no me equivoco, y esas brumas ... delicatessen ...
Lucha entre el mosquito y la araña ...
Estoy un ratillo en la cima admirando al paisaje y picoteando algo.
Pero no tengo más remedio que bajar viendo los roquedos de Arbelaitz, el collado de Garagartza, Naparaitz y Gazteluberri.
Allí sigue el mar de nubes hacia Ernio. 
Gazteluberri, Naparaitz y Txindoki.
Jugando con los vientos entre las enormes paredes del Naparaitz.
En seguida llego a la borda de Garagarta delante del Zabalaitz, éste es un lugar idílico.
La enorme muela de Naparaitz con el Beriain al fondo.
El hayedo empieza a coger colores otoñales aunque le queda mucho.
Distingo las lomitas del Unamuno y Arkaungaña, por ésta pasaré en un ratillo, andaré por el interior del bosque.
Pero antes hago una visita al dolmen de Garagartza, ya que está ahí ...
Bajo hacia los colores.
Hasta llegar al fondo de barranco, al otro lado veo el principio de un camino, por ahí decido seguir.
Y las marcas que me llevarían de vuelta a Otzaurte.
Pero en vez de seguirlas me desvío hacia la izquierda, la loma de la derecha es el Arkaungaña pero está llena de vegetación.
Decido seguir la erreka por rinconcillos muy bonitos.
No hay camino, sólo alguna marca de paso de ganado, pero se recorre muy fácil.
El hayedo es cómodo y limpio.
Hasta que, después de un cuarto de hora de subida llego a la pista que me llevará de vuelta al collado al collado de Ultzama.
La subidita por el bosque ha sido un agradable recorrido. 
En seguida vuelvo a ver al Aratz. 
En Ultzama ya sólo se han quedado los caballos, las ovejas se han desperdigado por los alrededores.
Sigo el pequeño sendero y en seguido veo la loma del Arkaungaña. 
El Txurrukupunta y la ladera de la izquierda hacia Garagartza por la que he bajado.
La caries de la muela encima de Otzaurte, unos metros más adelante veo la cista de Abilleta.
La cista de Abilleta.
Con unas vistas estupendas hacia Aizkorri.
Sigo mi camino hacia Otzaurte, en veinte minutos paso por la ermita de Andra Mari.
Hay varias estelas discoidales.
Se encontraron por las cercanías y se trasladaron a esta ermita cuando la construyeron. 
Y ésto es todo, un vuelta preciosa que aunque sea cortita merece la pena, además hay montones de variantes más largas.
Un estupendo pintxito de chorizo y un trago de vino con un café en la Benta puso fin a esta sencilla pero encantadora vuelta.
Agur.
Éste es el track de la salida: